Un análisis sobre los comentarios y las políticas de seguridad que realizaron dirigentes del oficialismo, en el marco de la conmoción por el crimen de Morena Domínguez
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En su columna de LN+, Luis Majul se refirió al crimen de Morena Domínguez en Lanús y a la política de seguridad que llevó a cabo el oficialismo durante sus años al frente del Gobierno. En su análisis, el periodista apuntó contra varios dirigentes y cuestionó su capacidad de solucionar la situación de inseguridad que vive el conurbano bonaerense.
A continuación, la columna completa de Luis Majul:
¿Por qué Sergio Berni sigue siendo ministro de Seguridad de una provincia arrasada por la inseguridad, el narcotráfico y la muerte para robar un celular? ¿Por qué, en vez de comandar a la Policía para que haga prevención, se la pasa en los programas de televisión donde lo tratan con mano de seda como si fuera un panelista de Polémica en el Bar?
¿Por qué el gobernador Axel Kicillof no habla de inseguridad, si es el tema que más preocupa a los bonaerenses? ¿Por qué el candidato a presidente Sergio Massa ahora pone sobre la mesa la necesidad de discutir el régimen penal juvenil, si como presidente de la Cámara de Diputados tuvo la posibilidad de incluir el proyecto hace ya casi cuatro años?
La respuesta es: porque ya fracasaron, y todas sus recetas y sus acciones fueron nulas para bajar los niveles del delito. O, por el contrario, lo terminaron de alentar. Por supuesto que la muerte de Morena Domínguez es un cachetazo no solo al peronismo en el poder, sino a toda la clase dirigente. Pero nadie puede negar que la cultura de la romantización del choreo que propone el oficialismo en todas sus variantes está haciendo estragos no solo en la provincia sino en todo el país.
Algunos podrían decir que Dady Brieva no los representa. Pero nadie puede negar lo evidente: que el mismo lumpen que se quiso hacer el vivo diciendo que si estuviera en la misma situación que un cartonero saldría de caño es ahora un candidato a presidente elegido por una partecita del peronismo delirante imperante.
Y tampoco ningún peronista puede negar que Guillermo Moreno, el mismo que le proponía a los chorros afanar pero sin lastimar a las abuelas, era, hasta hace cinco minutos, uno de los suyos, y que es otro al que hoy la alcanza para ser candidato a presidente de una fuerza en decadencia, cuyo único objetivo es la platita y el poder.
Pero, detrás de todas estas payadas está, por ejemplo, la liberación de más de cinco mil presos durante la pandemia. Y la complicidad de los funcionarios del Gobierno de la provincia con los fiscales y los jueces que hacen la vista gorda y permiten que los criminales roben, maten, vayan presos durante unas cuántas horas y después vuelvan a la calle para robar y matar.
No tenemos idea de cómo va a impactar en tus ganas de ir a votar el domingo el brutal asesinato de Morena. Pero estamos muy seguros que si no vas, le vas a hacer un gran favor a los mismos tipos que con su inacción o su complicidad permitieron que suceda un hecho tan aberrante.