Confirmado de primerísima mano: Luis Barrionuevo le hizo a Javier Milei una “propuesta indecente”. Le ofreció fiscales para que le cuiden el voto. Y de la organización de cenas y otros eventos para recaudar dinero y volcarlo a la campaña. Milei no lo sacó a las patadas. Ni calificó a Barrionuevo de casta, corrupto o ensobrado. Solo le agradeció y delegó la respuesta en su armador, Carlos Kikuchi. Al candidato le preguntaron esta semana sobre ese polémico encuentro. Y Milei, que de tonto no tiene ni un pelo, se fue por la tangente.
Es verdad que hablaron sobre una eventual reforma laboral. Pero hasta ahora nadie había podido confirmar si la oferta de fiscales para cuidar su voto era un invento. O, si, en efecto, habían conversado sobre plata para la campaña. Ahora podemos asegurar que sí.
Nos lo confesó el propio Milei, este domingo por la mañana. Lo hizo sin el más mínimo remordimiento ni culpa. Nobleza obliga: no nos consta que lo haya aceptado la generosa propuesta. Nos dio a entender que esas cosas no le preocupan ni le interesan. Que él está concentrado en armar los equipos de gobierno. Que “casi vivía” con su futuro jefe de gabinete, Nicolás Posse. Posse fue gerente ejecutivo de los aeropuertos patagónicos de Aeropuertos Argentina 2000, la concesionaria de Eduardo Eurnekian, hasta julio de este año.
En otro contexto, el encuentro que intentaron mantener en secreto Milei y Barrionuevo, le hubiese costado a La Libertad Avanza una sangría de votos incontenible. Pero a Milei parece no afectarlo. A lo sumo, sirvió para que se viralizara el ingenioso meme de La Bugs Bunny, donde se funde la cara del gastronómico con la “peluca” del candidato, la consigna La Libertad Transa y la leyenda: “Hay que dejar de ser casta por dos años”.
Es que el aluvión violeta de “las fuerzas del cielo” lo tapa todo. Su equipo de comunicación y redes es un violín. Incluso usa a Milei como el principal difusor de “las buenas noticias”. De hecho, el mismo candidato se encargó de reenviar, durante todo el fin de semana, a través de su teléfono, las fotos de la última caravana en San Luis, diciendo que le había ido “EXCELENTE”.
Al espacio tampoco parecen afectarle episodios de violencia como el de las últimas horas, donde se puede ver militantes de La Libertad Avanza agarrándose a las piñas con seguidores del intendente Alberto Descalzo, en Ituzaingó.
Analistas no tradicionales dicen que es demasiado tarde para frenar a Milei. Que su triunfo está montado sobre la inflación, la pobreza y la descomposición del peronismo. Sobre un olor a cala insoportable, como el aroma que despidió la violenta escena que protagonizaron Guillermo Moreno y Gabriel Mariotto por televisión. Está montado sobre el manotazo desesperado del Sergio Massa, a quienes muchos acusan de piromaníaco. De estar incubando, con el plan platita más caro de la historia, una hiperinflación. De estar haciéndolo con la suba del mínimo no imponible de ganancias, los bonos, la kermese y los sorteos de autos, motos y electrodomésticos. El cheque que se estaría comiendo la friolera de casi de un punto y medio del PBI.
Milei no baja, porque está subido, a:
- El 12. 4 por ciento de la inflación de agosto
- El 124.4 por ciento de inflación anual
- Una pobreza del 43 por ciento
- Una jubilación mínima de 120 dólares
- Y un dólar blue camino a los 800 pesos
Cabalga, Milei, sobre una estampida de precios de los alimentos, en el último año, que parece no tener freno:
- Pan 152 por ciento.
- Leche 132 por ciento.
- Carne 130 por ciento
- Azúcar 275 por ciento
- Yerba 130 por ciento
- Tomate 240 por ciento.
- Huevos 200 por ciento
Milei recibe, como si esto fuera poco, también las sobras de la interna más salvaje y menos pensada: la de Axel Kicillof y Máximo Kirchner. Con el gobernador que grita pero no gobierna sugiriendo que Cristina y La Cámpora “ya fueron”. Con Máximo enviando el mensaje de que Kicillof es un irresponsable. Y Mayra Mendoza poniéndole los puntos a “El Chiquito”. Con Massa rogándole a todos ellos que no echen más leña al fuego de la interna. Con Cristina hablando de los fondos buitre. Mientras el 70 por ciento de los argentinos responsabiliza a ella y a Kicillof por los 16 mil millones de dólares que vamos a tener que pagar, de nuestro bolsillo, debido a su decisión de reestatizar YPF de manera torpe e irresponsable.
¿Y Patricia Bullrich? ¿Será cierto que está recuperando votos, sin prisa pero sin pausa? ¿Le alcanzará, para pasar a la segunda vuelta, con Carlos Melconián poniendo en evidencia que la dolarización, según él, es una fantasía y que Milei pasó de la motosierra al destornillador? ¿Le alcanzará con Mauricio Macri repitiendo todos los días que su candidata es Patricia? ¿Le alcanzará a Patricia con el expresidente diciendo que cuando ve a Milei reaccionando con tanta violencia se da cuenta de que por ahí no es?
Quiénes analizan los focus grupos de Juntos sostienen que a Bullrich la ven como la dirigente con mayor capacidad para enfrentar el narcotráfico y la inseguridad. Que todavía están a tiempo para reconquistar a los votantes que en las PASO se fueron con Milei pero que ahora lo percibirían como alguien no demasiado confiable. En el laboratorio de Bullrich se preguntan, igual que se lo pregunta hoy Joaquín Morales Solá, en La Nación, si además del encuentro con Barrionuevo no habría una alianza, por debajo de la mesa, entre Massa y Milei.
Si no parece demasiado sugestivo que Milei no descalifique, con su lengua de karateca, por ejemplo, al mega plan platita de Sergio Massa que implicaría un gasto de más de 3 mil millones de dólares y que incluye:
· El congelamiento de las tarifas de luz, gas y agua
· El congelamiento del precio del dólar oficial
· El bono para empleados públicos y privados
· El aumento de la AUH y los planes Potenciar
· Y el proyecto de eliminación del impuesto a las ganancias
· El bono parta los jubilados de 15 mil pesos por mes, para octubre, noviembre y diciembre
Se preguntan, en los equipos de Bullrich, porqué Milei no salió a condenar, con las palabras incendiarias que suele utilizar, a la disparatada decisión de publicar la inflación mensual en pedacitos. Como si los argentinos fuéramos tan estúpidos de suponer que los precios se estarían desacelerando, solo porque al incremento, el gobierno lo calcula, sin autorización del INDEC, no cada 30 sino cada 7 días.
¿Milei sería capaz de pactar negocios con Barrionuevo? ¿Puede ignorar un hombre tan preparado que los sindicatos argentinos no son organizaciones independientes de la chequera del Estado, sino que reciben sobres millonarios de la Superintendencia de Salud, las obras sociales sindicales, el llamado aporte solidario y las mutuales, entre otros oscuros negocios?
Me tomaré el atrevimiento de enviarle al equipo de Milei un informe que hicimos para la Cornisa, denominado “El guitaducto del clan Moyano”. Es una muestra muy detallada de cómo gremialistas multimillonarios se quedan con la de los trabajadores y se la guardan para sí. Es notable.
Una parte de quienes están dispuestos a votar a Bullrich, como el director de cine y ganador de un Oscar, Juan José, Campanella, sostienen que los mileístas son peores que los k. Más intolerantes y más peligrosos.
De hecho, el fortísimo intercambio en X entre Campanella y la candidata a diputada nacional Lilian Lemoine, plantea una nueva grieta, en toda su dimensión. Campanella calificó a Milei de “desquiciado” y “golpeador emocional”. También dijo que Bullrich es la única que habla de orden y respeto por la ley.
Los incondicionales de Bullrich, además, sostienen que la mayoría de las propuestas de Milei son inconsistentes. Y en especial la que habla de cerrar o eliminar al Banco Central, algo que no se atrevió a hacer casi ningún gobierno de ningún país del planeta.