Ganó con el 55% de los votos y por una diferencia de más de 11 puntos. Sin embargo, hay gente, “mala gente”, que se lo quiere cargar antes de que asuma. Es el presidente que mayor porcentaje de votos sacó desde 1983. Incluso por encima de Cristina Kirchner, quien en 2011 con el 54% de los electores sentenció, sin ponerse colorada: “Vamos por todo”.
Es verdad: no los obtuvo en primera vuelta sino en el balotaje. Y no los consiguió solo sino con el apoyo de la mayoría de los que habían votado antes a Patricia Bullrich y Juan Schiaretti. Pero ¿por qué empezar ya a deslegitimarlo?
Dos datos más, muy relevantes: Milei es el presidente que mayor cantidad de votos sacó en toda la historia de la Argentina: exactamente 14.476.462 votos. Y es uno de los pocos que ganó diciendo, en campaña, una verdad incómoda: que se acabó la plata; que los políticos corruptos e ineficientes se la fumaron toda; y que por eso no tiene más remedio que hacer un ajuste muy fuerte, para evitar la hiperinflación.
Entonces, la oposición. Es decir, los que acaban de perder ¿por qué agitan las aguas antes de tiempo?
Desde Sergio Massa hasta Cristina Fernández y Máximo Kirchner. Desde Juan Grabois hasta Axel Kicillof. Desde el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien dijo que si Milei asumía renunciaba a su cargo y no cumplió hasta Atilio Borón, que prometió que quemaría toda su biblioteca si el candidato de La Libertad Avanza ganaba, y tampoco cumplió.
Desde el adoctrinador Roberto Baradel hasta el abusador Ezequiel Guazzora. Desde el jefe de la CGT, Héctor Daer, hasta Pablo Biró, secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, quien acaba de ser imputado por el delito de incitación a la violencia al amenazar con matarse, si a Milei se le ocurriera privatizar Aerolíneas Argentinas. Desde el jefe del grupo de tareas sucias de Cristina, Rodolfo Tailhade, hasta Hugo y Pablo Moyano, y Julio “Chocolate” Rigou.
Como diría Pablo Duggan: “¿No deberían tener un poquito más de paciencia, y esperar, por lo menos, hasta que asuma?”
Bien: tenemos malas noticias. Eso no estaría sucediendo. Paciencia no estarían teniendo porque Milei ganó hace menos de una semana y todavía le faltan 15 días para asumir. Sin embargo, una banda de golpistas y de malos perdedores les empieza a tirar con lo que pueden.
No hay que subestimarlos. Sí hay que mostrarlos y denunciarlos antes de sea tarde. Uno por uno. Y no para defender al presidente electo, se supone que él sabe dónde se metió.
Sí para que nos dejen vivir en paz. Pare evitar que nos vuelvan a tirar a los argentinos que rechazamos la violencia 14 toneladas de piedras. Para que no pretendan volver dentro de cinco minutos, con las mismas recetas de siempre. Con la misma mezcla pestilente de superioridad moral y corrupción con la que ejercieron el poder desde 2003 hasta la fecha.
Entendemos que están desesperados. Tienen miedo de perder sus conchabos y uno de los más desesperados, por caso, es Eduardo Belliboni, amo y señor de uno 60 mil beneficiarios del Plan Potenciar.
El mismo que se disfraza de Robin Hood pero se queda con el diezmo de los pobres. El que acaba de decir, sin ponerse colorado, que quiere que al gobierno que todavía no empezó le vaya mal. Muy mal.
Otro de los más peligrosos es Guillermo Moreno. Tiene demasiada abstinencia de poder. Y quiere instalar la idea de que Milei no aguantará la presión. Que será el presidente de un “gobierno breve”.
Y hay que tener cuidado con uno de los grandes favoritos de Cristina. Se llama Daniel Catalano. Es el secretario de ATE capital. El mismo antes de las PASO, hablaba de tirar, no 14, sino 28 toneladas de piedras.
Milei todavía no se hizo cargo, pero Catalano ya declaró el estado de alerta y movilización de una parte de los empleados del Estado.
También hay que mirar con detenimiento a Gabriel Katopodis, un exministro que parecía moderado, pero que se sobregiró durante la campaña. Es el mismo que se metía en el medio de las obras y se subía a los trenes para acompañar la campaña del miedo. ¿Te acordás? El mismo Katopodis que ahora dice que Milei empezó mal.
Cuidado: porque la suma de los afiliados de los sindicalistas destituyentes, más los dirigentes sociales que temen perder el retorno que reciben de sus beneficiarios, podrían movilizar, en la calle, a más de un millón de personas.
Desde los Camioneros de Moyano a los “militantes” del Movimiento Evita. Desde lo la Unión Obrera de la Construcción de Gerardo Martínez a los bancarios de Sergio Palazzo. Por eso hay que tener memoria. Memoria y datos para que nadie nos confunda:
- Asumieron con el pan a 108 pesos y ahora toca los 1.500.
- Se hicieron cargo con el kilo de asado a 290 pesos, y ahora no se consigue por menos de 4.000.
Cuando en el gobierno de Macri el dólar superó los $40 muchos conchabados se sumaron a una campaña del miedo denunciando que la patria estaba en peligro. Después Alberto y Cristina ganaron y arrancaron con el dólar a $60. Bueno: ahora el mismo dólar vale alrededor de $1000. ¿Y todavía se atreven a dar clases de progresismo, ética y moral?
Ni bien asumieron, el vacunado VIP Tristán Bauer hizo una película, en la que usaron las imágenes de Jorge Lanata y la mía, entre otras. La financiaron con la muestra. Le pusieron de título “Tierra arrasada”.
¿Qué título debería llevar la película que protagonizaron Alberto, Cristina y Massa durante los últimos cuatro años? Porque se trata de la más terrible herencia que jamás haya recibido un gobierno en toda la historia de la Argentina.
La calculó, con lujo de detalles, el economista Fernando Marull.
- Una deuda total de 415.000 millones de dólares.
- Un déficit fiscal primario recontra alto. De entre 3 y 4 puntos del PBI.
- Con un Banco Central quebrado, con reservas negativas de 11.000 millones de dólares.
- El mismo Banco Central que emitió moneda espuria por el equivalente del 20% del PBI.
- Una deuda “oculta” de 20.000 millones de dólares por bonos que emitió el Tesoro, con seguro de cambio incluido.
- Una deuda con los importadores de cerca de 22.000 millones de pesos.
- Una bola de leliqs equivalente al 14% del PBI y que impide levantar el cepo.
- Una brecha en el tipo de cambio de 160%.
- Una inflación interanual que no bajará del 200%.
- Una inflación reprimida, con dólar y tarifas congelados.
- Tarifas atrasadas, que solo cubren el 50%de los costos de la generación y distribución de energía.
- 6.3 por ciento de desempleo encubierto, detrás de casi 2.000.000 de planes sociales.
- Salarios en dólar bajísimos, de 400 mensuales.
- Casi 20.000.000 de pobres.
Por supuesto, el ruido que hay alrededor del futuro gabinete y la presidencia de la Cámara de Diputados tampoco ayudan.
Y si el presidente electo no pone fin a las ideas y vueltas que hay alrededor de las designaciones se podría estar incubando una crisis que tapará las buenas noticias que le vienen dando los mercados desde que ganó, el domingo pasado.
Solo sabemos que están confirmados, hasta este momento:
- El jefe de Gabinete, Nicolás Posee
- La ministra de Capital Humano, Sandra Petovello.
- El ministro del Interior, Guillermo Francos.
- La ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino.
- El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
- El ministro de Insfraestructura, Guillermo Ferraro.
- El titular de la Anses, Osvaldo Giordano.
- El de YPF, Horacio Marín.
- El secretario de Cultura, Leonardo Cifelli.
- El del Conicet, Daniel Salomone.
Pero Luis “Toto” Caputo, ¿será finalmente el ministro de Economía, o solo se encargará de desarmar la bola de Lequiqs para que se pueda levantar el cepo sin que se produzca una hiper inflación que podría multiplicar por 3 al promedio anual de 5 mil por ciento que sufrimos en 1989, al final del gobierno de Alfonsín?
Patricia Bullrich ¿será, después de todo ministra de Seguridad, como se lo pidió Milei? ¿O su designación está empantanada por decisión de Macri, a quien le adjudican haber sugerido a Cristian Ritondo como presidente de la Cámara de Diputados, con la advertencia de que si se la dan a Florencio Randazzo se pondría en peligro la gobernabilidad?
Luis Petri ¿asumirá como ministro de Defensa, con el beneplácito o el enojo de la vicepresidenta Victoria Villarruel?
La “caída” de Emilio Ocampo, el técnico “dolarizador” que iba a cerrar el Banco Central; la de Carolina Píparo, quien iba a conducir el Anses hasta que decidieron entregar ese puesto a un hombre de Juan Schiaretti y Martín Llaryora; la salida de Demian Reidel, quien iba a reemplazar a Ocampo en la entidad monetaria y se acaba de “bajar” ¿Son muestras del pragmatismo de Milei o transmiten volatilidad e improvisación?
A una semana de su aplastante victoria, Milei parece feliz. Entiende que las buenas noticias todavía le están ganando al ruido de “la rosca”. Pide a su círculo de confianza que preste atención a dos datos que sigue minuto a minutos.
- La abrupta disminución del riesgo país, que este viernes se ubicó por debajo de los 2000 puntos básicos, exactamente en 1960.
- El aumento de la cotización de las empresas argentinas que cotizan en la bolsa local y la de Nueva York.
Porque desde el viernes previo al triunfo de Milei sumaron, en conjunto, 8600 millones de dólares de capitalización de mercado. Según Ariel Sbdar, se trata de una suba total del 32 por ciento en dólares.
DESDE EL VIERNES PASADO PRE VICTORIA DE @JMilei, LAS EMPRESAS DEL MERVAL AGREGARON USD 8.600 MM DE CAPITALIZACIÓN DE MERCADO, UNA SUBA TOTAL DE 32% EN USD.
— Ariel Sbdar (@arielsbdar) November 25, 2023
La compañía que más aumento de valor tanto en % como en USD es $YPF, con un aumento de USD 2.800 MM en su market cap.
A… pic.twitter.com/cXBxRduruu
Es evidente que la mayoría de los argentinos votaron con hartazgo, y ahora desean que todo vaya mejor. Que desean menos “Ojo Milei”, como acaban de advertir los muchachos de “La Renga”, en el recital de Tierra del Fuego. Y más “que Dios lo ilumine”, como le dijo Guillermo Francella a Pablo Mascareño, periodista de LA NACION.