El Presidente consiguió un 2024 con victorias económicas, pero el caso Kueider y las elecciones legislativas que aparecen en el horizonte de 2025 podrían suponer un gran desafío a pesar de la buena imagen que consolida hasta ahora
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Si las elecciones legislativas del año que viene fueran hoy, La Libertad Avanza (LLA) obtendría un porcentaje parecido al que logró en noviembre de 2023, cuando Milei fue elegido presidente, en segunda vuelta. Es decir: el 56% de los votos. “Si se votara mañana, Javier, y todos los candidatos a los que apoye Javier, arrasarían”, me dijo una fuente muy cercana a la Oficina del Presidente, que todos los días procesa encuestas.
La estadística fue recibida con algarabía por Milei, a solo 48 horas de que se cumpla exactamente un año de mandato. De cumplirse este vaticinio, sería la evidencia que, terminaría de remachar el último clavo en el ataúd del kirchnerismo. Siempre, de acuerdo a las controvertidas palabras del jefe de Estado: “Me encantaría meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro”.
Milei agita esta hipótesis, hacia adentro y hacia afuera del “círculo rojo”, por tres grandes razones:
- Para aventar los rumores de que existe un pacto con Cristina con el fin de que no se apruebe el proyecto de ficha limpia.
- Para negociar con Mauricio Macri los eventuales acuerdos con el Pro, desde una ostensible posición de fuerza.
- Y para volver a tirarle por la cabeza a Cristina Kirchner que el senador nacional de los US$200.000, Edgardo Kueider, es “pura, exclusivamente, y todo de ella”.
Por otra parte, los intentos del kirchnerismo para que expulsen a Kueider del Senado y que sea reemplazado por la chica grande de La Cámpora, Stefanía Cora, le pueden explotar a Cristina en la cara. Y no solo en la cara de ella misma, con doble condena en firme por el delito de corrupción, seis años de prisión en suspenso y pedido de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
También le puede explotar en la cara de su mayordomo político, Oscar Parrilli, procesado por el memorándum de entendimiento con Irán. Y, por supuesto, también explotaría en la cara de su propio hijo, Máximo Kirchner si es que el gobierno cumple con la amenaza de pedir la expulsión del congreso no solo Kueider, sino todos los senadores y los diputados nacionales con “procesamientos en curso”.
Porque también se debería eyectar de Diputados al heredero de Cristina, ya que está procesado por lavado de activos en la causa Hotesur-Los Sauces.
En una entrevista el periodista Alejandro Bercovich le preguntó a Máximo Kirchner: “¿Qué necesidad tenés de tener tantas propiedades?”. La respuesta fue: “No entiendo bien la pregunta. Sí te puedo explicar que fue todo a través de lo que fue la muerte de mi viejo el 27 de octubre de 2010 y de la sucesión anticipada de Cristina. Al 10 de diciembre de 1987, antes de ser intendente de Río Gallegos, (Néstor Kirchner) tendría 19 ó 20 propiedades en alquiler. Hoy está todo embargado e inhibido”.
De cualquier manera, a la ofensiva de Cristina contra Milei “no le cierra el blanco”. O, para decirlo de otra manera, cuando uno revisa el historial de proyectos del senador antes de ser detenido, como lo hizo la periodista, Silvina Martínez, aparece el “principio de revelación” que demuestra que Kueider era y es funcional no a Milei, sino a Cristina.
Pero alrededor de Kueider aparecen unas cuántas preguntas inquietantes:
- ¿Su detención fue pura casualidad, o le hicieron una cama, como todavía hoy José López dice que sucedió al obligarlo a salir de su casa arrastrando bolsos con US$9.000.000, relojes y armas, hasta el monasterio de General Rodríguez, donde las monjitas lo recibieron como si fuera un santo?
- ¿De dónde sacó dinero el abogado de Kueider para pagar los US$300.000 de fianza, US$150.000 cada uno, tanto de él como de su secretaria, Iara Guinsel Costa?
- ¿Por qué la justicia de Paraguay no los dejó en una cárcel común y aceptó que ambos cumplan “la domiciliaria” en un departamento de lujo con pileta, quincho y gimnasio? (poner paño del departamento y del edificio)
- ¿Y porque permite que permanezcan juntos, cuando ese vínculo podría poner en peligro la investigación judicial?
El viernes, en +Nación, la jueza Sandra Arroyo Salgado reveló que detrás de la investigación contra Kueider por enriquecimiento ilícito hay otra mega causa de más alto impacto, todavía. Se trata de una que parece, por sus características, una mezcla del Lavajato y los Cuadernos de la Corrupción.
Es porque una empresa de seguridad, la multinacional Securitas, revoleó coimas a diestra y siniestra en decenas de organismos del Estado, entre 2016 y 2018. Coimas que superarían los US$7.000.000.
En esta mega causa están involucrados, por ejemplo, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) Agua Y Sanidad SA (AYSA), el Renaper, la Senasa, la Policía Federal, la Prefectura Naval, el gobierno de la provincia de Buenos Aires y la venezolana Pedevesa.
Es más: la Cámara Federal acaba de confirmar el procesamiento por asociación ilícita y cohecho de varios directivos de Securitas, y de decenas de organismos públicos.
A los integrantes del “triángulo de hierro”, compuesto por Milei, la secretaria general de la presidencia, Karina Milei y el asesor Santiago Caputo, el ruido por “la ficha limpia” y el escándalo Kueider parecen no afectarlos.
De hecho, la última encuesta de Opina, con preguntas formuladas entre el primero y el 4 de diciembre, cuando ambos casos habían impactado fuerte en la opinión pública, arroja resultados muy optimistas para el presidente.
- La popularidad de Milei aumenta por segundo mes consecutivo.
- El presidente ostenta el mayor diferencial de imagen positiva desde enero hasta ahora.
- Se registra un deterioro en la imagen de la mayoría de los dirigentes de la oposición.
- Se acentúa la mirada optimista tanto sobre el presente como sobre el futuro de la Argentina, mientras aumenta el porcentaje de encuestados que se define como oficialista.
Es cierto. A pesar de su apoyo popular, a veces el de Milei parece un gobierno envuelto en un tsunami de adrenalina y de gente con miedo a perder el puesto. Gente que no gozan del apoyo incondicional del presidente. Los que sí se cuentan entre sus preferidos son: Luis Caputo, Patricia Bullrich, Federico Sturzenegger, Sandra Pettovello y el jefe de gabinete, Guillermo Francos.
Por ejemplo, este fin de semana, y sin decir agua va, acaban de despedir a la jefa de la ex AFIP, Florencia Misrahi. Los argumentos: la titular de la ARCA no había reducido su salario de casi $35.000.000 y, como si esto fuera poco, había anunciado que gravaría la actividad de los streamers y de los influencers. Es decir: los grandes protagonistas de la comunicación horizontal que tanto defiende Milei, y tanto lo siguen ayudando.
Por cierto, Javier Lanari, subsecretario de prensa de la presidencia, posteó: “No hay registro que un Presidente eche a un funcionario por crear o subir un impuesto. Siempre fue al revés: son aplaudidos, premiados y futuros candidatos. Cambio de época total”.
Misrahi será reemplazada por Juan Pazo, un hombre del ministro Caputo. Desde que Milei asumió, echó a mas de 30 ministros y altos funcionarios.
Los más importantes fueron: Diana Mondino, Nicolás Posse, Guillermo Ferraro (fallecido la semana pasada), Mario Russo, Osvaldo Giordano, Silvestre Sívori, Eduardo Rodriguez Chirillo, Omár Yasín, Flavia Royón, Pablo De la Torre.
También fueron desplazados por el presidente dos integrantes del Consejo de la Economía: Teddy Kragozián y Fausto Spotorno.
Para Milei, todo puede ser reemplazable o negociable, menos el déficit fiscal cero, y los fundamentos y los guerreros de su batalla cultural.
Mientras sueña con un lugar en la historia, su mesa chica anuncia que mandará a extraordinarias, para ser discutida:
- Una reforma política que incluiría un límite a la aplicación de los fueros parlamentarios, y un nuevo proyecto de ficha limpia, si es que Alejandro Fargosi llega a implementarlo a tiempo.
- La eliminación de las PASO y cambios en el financiamiento de los partidos políticos.
- La normativa antimafia de Patricia Bullrich y el juicio en ausencia.
- La privatización de Aerolíneas Argentinas.
Milei no enviará el proyecto de presupuesto 2025. Prefiere prorrogar el de 2023, porque no quiere poner en riesgo el equilibrio fiscal. Y porque pretende seguir controlando a los gobernadores, en un año electoral, a través de los Anticipos del Tesoro Nacional.
Tampoco está seguro de mandar al Senado el pliego de los 140 jueces que tiene en mente. Teme que los kirchneristas y los legisladores de Pro y de la oposición lo usen como moneda de cambio para obtener impunidad.
El presidente está subido a una ola de optimismo que reflejará en su discurso, por cadena nacional, del martes que viene, a las 21 horas. En la primera parte hablará de la herencia, el diagnóstico, las medidas y los resultados. En la segunda presentará su agenda del futuro. Intentará explicar como se empezará a crecer y como ese crecimiento impactará en los salarios, la pobreza y la indigencia. Pondrá el acento en el RIGI y la Inteligencia Artificial. Y en cómo el proyecto energético se equiparará, en unos años, con el monto de las exportaciones del campo.
Milei y Caputo vaticinan un 2025 venturoso, por encima de lo que pronostican el promedio de las consultoras. Las medidoras proyectan una inflación interanual del 27.9%, y un crecimiento del PBI del 4.2%. En cambio presidente y el ministro hablan de un 20 de inflación y un 5% de crecimiento.
Y como si esto fuera poco, para dejar en claro que no es un fenómeno barrial, Milei, este fin de semana, subió a su cuenta de Instagram, una “publicación colaborativa”, en forma de curioso video, realizado con inteligencia artificial.
Allí aparece el propio Milei; caracterizado como Elvis Presley, junto a otros presidentes, como Donald Trump, al quien primero se muestra dormido y después tocando la batería; Emmanuel Macron, haciendo coros; Georgia Meloni y los presidentes de la Unión Europea, Úrsula Von Der Leyen, de Corea del Norte; Kim Jong, de China; Xi Kimping; de Brasil, José Inazio Lula Da Silva y de Ucrania, Volodímir Zelensky. También se los puede ver a Kamala Harris, Joe Biden, Barak Obama y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Decime, por si o por no, si te da miedo. O te parece divertido. Los políticos analógicos se horrorizan con los posteos de Milei. El presidente argentino se mata de risa.