Señora vicepresidente: ¿por qué no habla de Cecilia Strzyzowski? ¿Es porque este crimen del poder, este femicidio del poder, de alguna manera, la salpica, igual que la embadurnó el asesinato del fiscal Alberto Nisman?
A nosotros, el inclasificable Aníbal Fernández, confesando, hace pocas horas, que hizo “todo tipo de trabajos”, especialmente pedidos por usted, nos hace asociar esa idea con algo espantoso. “La señora me ha mandado a hacer todo tipo de trabajos y jamás dije que no”, dijo. Nos hace acordar, por ejemplo, al momento en que el ministro habló pestes de Nisman, después de muerto, por orden suya. Cuando lo insultó, al llamarlo: “Sinvergüenza, que usa el dinero de la AMIA para salir con minas y pagar ñoquis”.
Dicho sea de paso: sería conveniente que aclarase, Cristina, qué tipo de trabajos le mandó a hacer a Aníbal, y porqué el ministro, ahora, le perdió tanto el respeto. Para que no nos imaginemos cosas que no son. O para confirmar nuestras más oscuras sospechas.
Vamos, señora vicepresidente, ¿por qué se golpeó el pecho y se dejó fotografiar, conmovida, más de una vez, con una imagen de Santiago Maldonado, cuando todavía no se sabía cómo había desaparecido y ahora se limita a hablar por teléfono con el gobernador Jorge Capitanich, para hacer “control de daños”? Y, dicho sea de paso,¿por qué nunca tuvo la grandeza de reconocer que no fue una desaparición forzada y que Santiago se ahogó; que no lo torturó ni lo mató ningún gendarme perteneciente al gobierno de Macri?
Lo volvemos a preguntar, por si todavía no se entendió: ¿No va a decir una palabra sobre el caso de Cecilia? ¿Está demasiado ocupada, en su casa de Río Gallegos, jugando al TEG de las candidaturas, dudando para determinar si unge con su dedo a Massa, Wado de Pedro o Kicillof, tratando de sacárselo de encima a Scioli, mientras la familia de Cecilia reza para que no la hayan matado, no la hayan descuartizado, no la hayan llevado a la chanchería de Emerenciano Sena, y no la hayan arrojado a los animales, como repiten una y otra vez? ¿De qué clase de materia están hechos, usted, y una gran parte del peronismo?
Si todavía no se pronunció, por estar desinformada, acá van algunos datos duros. Datos no opinables. Datos no manipulables.
· Cecilia desapareció hace más de 15 días. A su mamá, Gloria Romero, un jefe de la policía de Capitanich le prometió que harían todo lo posible para “encontrar el cuerpo”.
· A Cecilia se la vio entrar en la casa de Emerenciano Sena, de su esposa, Marcela Acuña y su hijo, César Sena, el pasado viernes 2 de junio a las 9:15. Es la última imagen de la chica de 28 años. (mostrar foto)
· Por si no se enteró, Cristina, déjeme recordarle que están todos presos. Y que Capitanich los bajó de las listas de candidatos. Emerenciano iba a ir como primer candidato a diputado provincial. Y Marcela se presentaría como candidata a intendenta de Resistencia. (mostrar la boleta)
· El fiscal de la causa, Jorge Cáceres de Olivera, explicó que la principal hipótesis es que la mataron entre los tres y que a la suegra de Cecilia se le “pudo haber ido la mano”. Que a partir de ese momento se montó un torpe sistema de encubrimiento.
¿Lo ubica a Emerenciano, señora vice? Jefe del Movimiento de Trabajadores Desocupados 17 de julio, es un capanga territorial, autoritario y violento, alimentado a base de fondos públicos, desde hace mucho tiempo. Más o menos desde que Néstor Kirchner asumió. Un dirigente que tiene, como sus principales referentes, al Che Guevara, a Coqui, al Presidente y también a Cristina Kirchner.
Sena es, para que se entienda mejor, una especie de clon de Milagro Sala, otra dirigente violenta y corrupta a la que Néstor y Cristina, le montaron un Estado paralelo para gobernar y aterrorizar a Jujuy. Una piquetera a cuya agrupación, Tupac Amaru, por orden suya, todavía le siguen girando plata de la nuestra. Para ser más precisos: más de 500 mil millones de pesos por año.
A Sena, su mujer y su hijo les adjudican haber amenazado de muerte, más de una vez, a muchas personas, con una frase corta, específica y estremecedora: “Te mando dos monos y terminas en la chanchería”. Es la misma chanchería que, durante las últimas horas, allanaron más de una vez, para comprobar si están los restos de Cecilia. La misma donde encontraron otros restos óseos cuya identidad todavía no se pudo determinar.
¿Sabía usted, Cristina, que hace unos cuántos años, más exactamente, el 25 de marzo de 2009, el señor Sena fue, junto a un grupo de patoteros, a escrachar a la familia de Elisa Carrió en Resistencia, más precisamente, a la casa donde vivía su hijo, entonces de 13 años, junto a su padre? ¿Sabía usted, doctora, que otro día, Sena hizo lo mismo con la sede de la Unión Cívica Radical de Chaco, que la pintarrajeó y que escrachó a sus principales dirigentes, según recordó hoy Joaquín Morales Solá?
¿Y no le comentaron que el día en que se casó, Sena recibió la visita del mismísimo Capitanich, a quien se lo presentó como su padrino de boda?¿No le informaron, acaso, que Capitanich también prologó un libro de 288 páginas, escrito por Marcela Acuña, que lleva como título “Emerenciano, caudillo del norte”?Leamos juntos, señora vicepresidente, un breve párrafo que Coqui le dedicó: “Fui testigo de su casamiento, pero también testigo de su amor y su lucha. También fui testigo de razonamientos y exposiciones que me estremecieron en lo más profundo, como ser humano y servidor de mi pueblo”.
No la quiero aburrir con información antigua. La invito a leer las últimas notas de Gustavo Carabajal, a ver los informes de Luis Gasulla desde Chaco o a leer los textos de Germán de los Santos, en el diario La Nación. En especial, el artículo de ayer, en la que se revela que Capitanich giró fondos públicos hasta el día en que desapareció Cecilia. 142 millones de pesos en lo que va del año. * Un millón de pesos por día. Platita de la nuestra que Alberto le gira a Coqui por orden suya, Cristina, y que termina en las arcas de la Fundación Doctor Saúl Acuña. Platita que les permite manejar, a Emerenciano y su mujer, más de 2.000 planes sociales. Planes sociales que no llegan, en su totalidad, a sus beneficiarios, porque Emerenciano y Marcela se guardan entre el 5 y el 10 por ciento andá a saber para qué.
¡Vamos señora! ¿Acaso no leyó la información que dice que, el día en que desapareció Cecilia, los Sena recibieron 3 millones de pesos de la nuestra? ¿No le contaron que durante el pasado 9 de junio, día en que los metieron presos, habían ingresado a la cuenta 3957703 que tiene la Fundación en el Banco de Chaco, 825 mil pesos contantes y sonantes? ¿Y no vio imágenes de la cuatro por cuatro de la familia Sena, del camión Scania nuevito, del campo de 36 hectáreas que era de la familia Rossi que Capitanich expropió y luego le entregó al piquetero violento del que hoy se quiere despegar?¿No le informaron que la casa de la familia Sena, donde ingresó por última vez Cecilia, los investigadores encontraron más de 6 millones de pesos, en billetes de baja denominación, aptos para negociaciones en negro y lavado de dinero?
Sería bueno que, por un momento, dejara de ocuparse de la salvaje interna de Unión por la Patria (la nueva marca de una fuerza vieja que ya no tiene sueños, sino que funciona como una máquina perversa de conservación del poder). Sería bueno que se detuviera a ver y escuchar lo que dice la madre de Cecilia, sobre el móvil de este crimen político. “Mi hija supo algo que no tenía que saber. Estuvo en el momento equivocado, en el lugar equivocado. Vio algo que no debía”.
Ah, y ya que estamos, pregúntele a la ministra de Género, Ayelén Mezzina, si es verdad que le ofreció a la mamá de Cecilia plata a cambio de silencio, y si es cierto que Gloria Romero la mandó al diablo. Igual que la mandaron al diablo a usted y a su gobierno decenas de familiares de las víctimas de masacre de Once, cuando quisieron comprar su silencio, a través de Gregorio Dalbón, uno de sus actuales abogados de cabecera.
Sea sincera, Cristina. ¿Usted, no se siente tampoco responsable de los monstruos políticos que creó la fuerza que encabeza?
Solo en Chaco, hay 150 agrupaciones piqueteras, disfrazadas de organizaciones sociales. Resistencia es la ciudad más pobre del país, junto a Concordia y varios partidos del gran Buenos Aires. Tiene casi el 50% de pobreza y más del 15% de indigencia.
Pero de acuerdo a algunas organizaciones, Chaco es la provincia con más femicidios de la Argentina. Según el Observatorio Mumalá, registra 3.8 mujeres asesinadas, cada 100.
¿Por qué supone, Cristina, que millones de argentinos asocian el caso de Cecilia con el de María Soledad Morales, asesinada en Catamarca por los hijos del poder, en 1990? ¿Por qué cree que a Emerenciano le dicen el Milagro Sala de Chaco? ¿Sabe usted, señora, lo que significa la palabra empatía? ¿O está focalizada solo en sus causas judiciales o en la jugada que le atribuyen a la Cámpora para que Scioli se baje de las PASO y no pueda ubicar a su gente en las listas de candidatos?
¿Todavía cree, señora vicepresidente, que lo que no se menciona no existe? ¿Cree que porque usted sigue repitiendo que no forma parte del peor gobierno de la historia alguien le va a creer? ¿Considera que si no nombra la palabra inflación vamos a dejar pasar que la Argentina es el tercer país del mundo en el ranking de inflación anual, detrás de Venezuela y Libano?
¿Supone que la gente no se va a dar cuenta que Argentina es el país de América Latina con más inflación, mientras todos los demás tuvieron este mes una inflación cercana al cero coma algo por ciento?
Y ya que estamos haciéndonos preguntas tan incómodas, vayamos más a fondo. ¿Usted, Cristina, no quiere PASO porque tiene miedo de que sus candidatos pierdan o porque tiene pánico de que Alberto Fernández la vuelva a asociar con actos de corrupción o con la muerte de Nisman? Diga la verdad ¿Tiene miedo de que un día Aníbal se levante y la mande a tomar una pastilla, como hizo hace pocas horas, quien sabe refiriéndose a quién?
¿Usted hace silencio y mandó a hacer silencio en el caso Cecilia, igual que lo hizo con José Alperovich, procesado por el abuso y la violación a su sobrina, solo para no entregar los votos en Chaco, o en Tucumán, o porque tiene miedo de que la mancha de aceite contra los gobiernos feudales se extienda hasta Formosa, Santa Cruz y muchas otras provincias, y la terminen ensuciando a usted también, y revele su hipocresía?
El último posteo que nos llamó la atención, fue el que Florencia, su hija, donde promocionó a una emprendedora tan progre, que ploteaba sus tazas con la leyenda “Lágrimas de machirulo”. La de la foto junto a las piernas de su nieta Helenita era usted ¿no? Porque si usted se tomó el trabajo de calificar a Macri y otros de machirulos ¿A José Alperovich, a Emerenciano, a Marcela Acuña y César Sena, como se los debería llamar?