El periodista analizó los hechos de violencia narco que mantienen sitiada a la ciudad de Rosario y provocan cada vez mayor cantidad de víctimas inocentes
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La ola de violencia narco en la ciudad de Rosario continúa generando víctimas inocentes: en este caso fue un niño de 12 años, Máximo Jerez, quien murió tras recibir un balazo en un tiroteo en el Barrio Los Pumitas. El hecho se suma a la amenaza mafiosa dirigida a la familia de Antonela Roccuzzo, la esposa de Lionel Messi, y a otras seis balaceras ocurridas el domingo por la noche.
Después de analizar esta serie de hechos criminales en el programa que conduce por LN+, junto con Luis Novaresio, Marina Calabró y Gustavo Carabajal, Luis Majul se mostró conmovido tras la difusión de una carta escrita por las maestras de Rosario, que entre otras cosas exclama un pedido desesperado: “Basta de matar a nuestros alumnos y alumnas”.
“A mi me rompió la cabeza la carta que enviaron las maestras de la escuela, diciendo que ‘no nos maten’... esto es como cuando veía la serie de Narcos, y decía, la pucha, cuánta potencia tiene esto, porque atraviesa toda la sociedad”, dijo el conductor del noticiero 8 AM que se emite por la pantalla de LN+, y agregó: “Las maestras pidiendo que cuiden a nuestros hijos en Rosario es como que te parte el corazón”.
En esta ciudad del sudeste santafecino, los establecimientos escolares presentaron el lunes la bandera argentina a media asta como señal de duelo y repudio a la violencia narco. La propuesta partió desde la Asociación del Magisterio de Santa Fe (AMSAFE), el sindicato docente mayoritario de esa provincia.
Como publicó el sitio Rosario Plus, la carta de los docentes santafesinos pide alzar “la voz desde cada escuela”, dejando el pabellón nacional a media asta. El texto completo dice así:
“Basta de matar a nuestros alumnos y alumnas. La situación en la región es cada vez más grave. La violencia crece y cada día nos arrebata nuevas vidas. Cada día son más los pibes y pibas asesinados.
Hoy, en una escuela de la zona norte de Rosario tenemos otro banco vacío. No es que se mudó. No dejó la escuela. Maxi, un chico de apenas 12 años fue asesinado. No podemos permitir que esto siga así. No podemos aceptarlo con resignación.
Dónde quedaron los derechos de las infancias cuando no se respeta ni el derecho a la vida. El Estado, los gobiernos, son los responsables de la situación. Hablan mucho, pero no hacen nada para frenar tantas muertes.
Alcemos la voz desde cada escuela. Dejemos la bandera a media asta. Basta de matar a nuestros alumnos y alumnas”.
LA NACION