Faltan 42 días para las PASO, 111 días para la primera vuelta, 140 días para el ballottage y 161 días para el cambio de gobierno. Por eso te quiero hacer varias preguntas directas.
¿Votarías el candidato del círculo rojo y las empresas prebendarias?¿Votarías al ministro de Economía que llevó la inflación anual de 78% a más del 114%, y que agregó, en menos de un año, más de 3 millones de pobres a los más de 16 millones que había cuando asumió? ¿Premiarías con tu voto al hombre que hizo subir el dólar blue de 296 pesos a casi 500 pesos?
¿Votarías a un dirigente que prometió que iba a meter presos a los ñoquis de La Cámpora, que habló pestes de Cristina y que calificó a Scioli como el peor gobernador de la historia y ahora aparece abrazado a todos ellos, como si las palabras, las amenazas y las promesas no hubieran significado nada?
Ya te fumaste casi cuatro años de un perverso juego de poder. Casi cuatro años de Cristina maltratando al presidente que ella misma ungió. Un juego demasiado peligroso, en el que propio Massa terminó amenazando a Alberto con renunciar, si no bajaba a Scioli y lo coronaba a él mismo. Un juego que nos descuajeringó la vida a todos, quizá como nunca, desde 1983.
¿En serio vas a fumarte cuatro años más de este desastre? ¿No acabas de ver cómo Cristina condicionó a Massa el mismo día en que debería haberlo apoyado con entusiasmo? ¿Te fijaste cómo le apoyó las manos en su brazo, en un evidente gesto de autoridad? ¿No te dio cosita cuándo lo calificó de “fullero”?
¿No escuchaste cuando dijo que la que tenía más votos en el espacio era ella, que su candidato era De Pedro, y cuando le pidió que atendiera el teléfono, porque no estaba combatiendo a la inflación y en cambio estaba garantizando una super renta solo a un pequeño grupo de empresas?
¿No seguiste la información de cómo Cristina le ordenó a Massa amigarse con Scioli? ¿No viste cómo lo recibió el candidato en la puerta del Ministerio? ¿No escuchaste cómo le dijo “qué hacés papá” y cómo le puso la mano en la cara, mientras el exgobernador ensayaba una sonrisa forzada?
¿Leíste, por casualidad, la nota de Laura Serra, en La Nación, donde revela que Cristina se aseguró que más de la mitad de los candidatos a las bancas legislativas en los principales distritos sean kirchneristas puros?
¿A quién le creerías más? ¿A estos datos que te acabo de mostrar o al vende humo de Aníbal Fernández, quien pronosticó que está vez sí la lapicera la manejará Massa, si lo votan como presidente de la Argentina?
¿Y cómo te parece que va a funcionar este nuevo engendro denominado Unión por la Patria, si Máximo, ayer nomás, en Merlo y en Hurlingham, volvió a criticar al Presidente y le pidió a su mamá que baje a hacer campaña a la provincia de Buenos Aires?
¿Y cómo te parece que puede funcionar si todavía no fueron a las PASO; y ya la lucha interna está llegando a niveles desopilantes, como el de hace un ratito, entre el periodista panqueque militante Pablo Duggan y Juan Grabois, quien no hace mucho, el 23 de abril pasado, dijo y cito textual, hablando de Massa, “no vamos a votar ni en pedo a este sinvergüenza, vende patria y cagador?”
Ahora los analistas clásicos dicen que los mercados están más tranquilos porque no hay ningún candidato a presidente que no sea pro mercado. Pero si Massa, de verdad, fuera pro mercado ¿por qué sigue convalidando y ampliando el cepo? ¿Por qué insiste con la cantinela del control de precios mientras continúa fracasando, mes a mes? ¿Por qué no impusó un verdadero ajuste y una devaluación, como le propuso su viceministro, Gabriel Rubistein?
Si la respuesta es porque Cristina no lo dejó, la pregunta correcta sería ¿Y por qué razón lo dejaría actuar con libertad en el caso de ganar las elecciones presidenciales?
Si se presta atención a la mayoría de las encuestas que manejan los candidatos- encuestas cuya credibilidad está sumamente dañada por las pifiadas de los últimos años, y porque la mayoría son usadas para operar en el resultado final- se podría decir:
- Que la suma de los candidatos de Juntos por el Cambio superaría a la suma de los candidatos de Unión por la Patria.
- Que Sergio Massa podría resultar el candidato individualmente más votado, y que Javier Milei podría seguir perdiendo votos, por efecto de la polarización.
- Que entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bulrich habría un empate técnico, aunque en los últimos días se estaría consolidando una eventual victoria de la exministra de Seguridad.
- Que, durante la campaña, cualquier error puede pagarse muy caro.
En el caso de Patricia, todavía le están facturando el hecho de que haya dicho que, en la Argentina la mitad de los estudiantes universitarios eran extranjeros. Los datos oficiales demuestran que solo son extranjeros el 5%. Y periodistas que se jactan de ubicarse por encima de la grieta, como Ernesto Tenembaum, ya empezaron a revisar otras metidas de pata, bajo el título de: “Esos reveladores momentos en que Patricia la pifia”.
Tenembaum, para demostrar que Bullrich, en asuntos de política económica, no está suficientemente preparada, citó primero una pregunta que le hizo Jony Viale sobre subsidios y tarifas y otra que le hicimos en La Cornisa, sobre la salida del cepo. A nosotros, Patricia nos respondió que levantaría el cepo el primer día, pero es cierto que no fue suficientemente clara cuando le repreguntamos si no tenía miedo de que una salida abrupta provocara una hiperinflación.
Días después, Bullrich pareció corregirse, al afirmar que del cepo hay que salir “lo antes posible”, aunque no le puso fecha.
En campaña, así como Patricia y su equipo cargarán las tintas sobre la supuesta tibieza de Horacio para gestionar, Larreta y Morales dirán que son los únicos capaces de gobernar de manera “sustentable”. Y pondrán en duda la independencia de Bullrich, sugiriendo que a la exministra la manipula Macri.
Con las chicanas internas de Juntos por el Cambio, los chicos grandes de La Cámpora están haciendo casi una película. Porque calculan, y con razón, que la pelea entre los dirigentes de la oposición es lo que espanta más a sus eventuales votantes.
Pero el suceso de la semana que se inicia, quizá no sea ni la salvaje interna de Unión por la patria ni las nuevas chicanas de los presidenciables de Juntos por el Cambio, sino los detalles de un nuevo libro sobre Javier Milei, titulado “El loco”.
Su autor, el periodista Juan Luis González, lo presenta como una biografía pública y privada, donde se develarían “los secretos mejor guardados” del líder de La Libertad Avanza. ¿Qué secretos?
- Las tres veces que habría asegurado haber visto la resurrección de Cristo.
- El supuesto ocultamiento de la muerte de su “perro-hijo” Conan.
- Las charlas con el perro muerto a través de médiums.
- La compra de clones de Conan.
- Y la “trama prohibida de un movimiento que vende sus cargos”.
La pregunta es si este tipo de trabajos desinflarán aún más al candidato Milei o lograrán el efecto contrario: alimentarlo con más votos.