En su editorial de LN+, el periodista destacó algunos puntos de la entrevista que le realizó al precandidato presidencial y recordó algunas propuestas de su proyecto político
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En su clásica columna editorial de LN+, Luis Majul recordó varios fragmentos de la entrevista que le realizó el domingo por la noche a Javier Milei en La Cornisa. Durante su resumen, el periodista presentó las respuestas del candidato referidas al recorte del gasto público, a la conformación de su espacio y a la manera de llevar a cabo la dolarización, entre otros temas.
A continuación, la editorial completa de Luis Majul:
¿Qué país quiere Milei? Ayer, en una entrevista larguísima y muy interesante, Javier Milei reconoció que no tocará el 45.1 por ciento del presupuesto que hoy está destinado al sistema previsional, ni el 6.1 por ciento que se va para Educación y Cultura, ni el 4.8 por ciento que se dedica a asistencia social, ni el 4.1 por ciento que se gira para Salud, ni el 4 por ciento que se llevan los subsidios al Transporte.
Solo aclaró que aplicará la motosierra en el área de obra pública, y en el de transferencias a las provincias, lo que, según sus cálculos, determinará un recorte del gasto de unos 13 puntos del PBI. Y así lograría, entonces, que la Argentina se vuelva a convertir en potencia mundial, pero que recién lo lograría en los próximos 35 o 40 años.
Con la limitación de tener que explicar ideas muy complejas en los tiempos de televisión, Milei también habló de cómo aplicaría la dolarización y de dónde sacaría los 43 mil millones de dólares extras que necesita el Estado para mantener la paridad, y no llevar cada dólar a casi 10 mil pesos.
Creí entender que al Banco Central distintos organismos del Gobierno le deben 45 mil millones de dólares y que, a partir de esa deuda, se podría emitir un nuevo bono con el que se debería financiar el programa de dolarización.
A pesar de los esfuerzos que ambos hicimos para que se entendiera, Milei no pudo explicar por qué incorporó a las filas de su fuerza, La Libertad Avanza, a dirigentes que antes pertenecían o habían hecho alianza con partidos de “la casta” o habían tenido políticas populistas o se mostraban autoritarios. Como Carlos Eguía, ex Coalición Cívica, en Neuquén, y Ricardo Bussi, en Tucumán. Solo se limitó a decir que sus adversarios eran peores. También se defendió de las acusaciones de haberse ausentado a la mitad de las sesiones en Diputados en las que debía estar presente.
Milei prometió que reduciría los actuales ministerios, aunque no llegó a explicar qué haría con los miles de empleados públicos que quedarían sin trabajo. Por falta de tiempo, no le pude preguntar cómo iba a hacer semejantes reformas sin una mayoría en Diputados y Senadores, y teniendo en cuenta que, para llamar a una consulta popular, necesita la aprobación del Senado.
Milei sigue creciendo en las encuestas. Algunas de ellas lo proyectan para competir en el ballotage. Por eso es necesario preguntarle, igual que a los demás, cómo va a hacer lo que dice que va a hacer, por más que a algunos de sus seguidores les moleste.