Los chicos grandes de La Cámpora, con Máximo a la cabeza, están confundidos, decepcionados y furiosos. Con (mucha) sed de venganza. Es más: algunos, todavía, no lo pueden creer. Se preguntan: ¿Fue un papelón o una jugada magistral el desplazamiento de la fórmula Wado/Manzur, por la de Massa/ Rossi? Y si fue así ¿por qué mandaron “al muere” a Wadito, uno de los máximos representantes de “la generación diezmada”, y encima le permitieron hacer el anuncio oficial, el jueves pasado, 48 horas antes del cierre de las listas?
No demoremos la respuesta.No fue ninguna jugada de alta política. Fue un papelón. Uno bien grande. Quizá el más grande de la historia del cierre de listas. Por lo menos desde 1983 para acá. Una decisión terminal, tomada a las apuradas, con fórceps, entre gallos y medianoche.
Y fue también el resultado de una triple alianza oportunista de poder, entre Massa, Alberto y media decena gobernadores, comandados por el de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, a quien la vice escucha más que a nadie.
Cristina ahora está probando el fruto amargo de la trampa en la que ella misma se metió. La encerrona en la que se colocó, al anunciar, con demasiada anticipación, el 6 de diciembre del año pasado, su renuncia a cualquier candidatura.
Por eso, entre otras razones, tres dirigentes distintos le dijeron el jueves y el viernes a Cristina, según fuentes muy seguras:
- “Si vos no jugás, no podés pretender imponer una fórmula que no tiene consenso”.
- “Si seguís sosteniendo a Wado, Sergio no aceptará la candidatura a senador y se irá de Economía dando un portazo”.
- “Los gobernadores no vamos a hacer campaña por la fórmula que vos proponés”
- “Las PASO de Unión por la Patria van a ser una carnicería, y muchos vamos trabajar para que Daniel (Scioli) le gane a Wado”.
- “Los intendentes queremos a Massa, porque es más competitivo y nos arrastra más votos”.
Uno de los intendentes que más insistió con la candidatura de Massa fue el de José C Paz, Mario Ishi, quien visitó la semana pasada el despacho de la vice en el Senado.
Para que se entienda bien: es la primera vez que Cristina, la reina de la “extorsión política”, fue extorsionada con más política, con argumentos de peso, y tuvo que ceder. A cambio, pidió los mejores lugares en las listas para los chicos grandes de La Cámpora. Y también pidió que lo dejen jugar a Juan Grobois, una franquicia de Máximo Kirchner.
Más chanta que Grabois no se consigue ¿no? Porque va a ir como precandidato a presidente de una boleta corta. Pero al mismo tiempo dejará que su gente integre la lista de unidad de Unión por la Patria. Para muestra basta un botón: la de su amigo, Itaí Hagman, yendo de candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, colgado de la lista de Massa, Agustín Rossi y la de Leandro Santoro como jefe de gobierno.
¿Y qué más, a esta altura, se podría decir, sobre la devaluación política y personal de Daniel Scioli, quien el 16 de junio le había dicho a Novaresio que a él no lo bajaba ni Dios?
¿En serio creen que Massa, el ministro de Economía que no pudo, no quiso o no lo dejaron, de repente va a militar el ajuste y la devaluación, en el hipotético caso de se transforme en presidente?
Prestá atención a la curva de la inflación Massa. Desde agosto del año pasado hasta ahora:
- Agosto 2022: 7.4%
- Septiembre 2022: 6.2%
- Octubre 2022: 6.3%
- Noviembre 2022: 4.9%
- Diciembre 2022: 5.1%
- Enero 2023: 6%
- Febrero 2023: 6.6%
- Marzo 2023: 7.7%
- Abril 2023: 8.4%
- Mayo 2023: 7.8%
Y ahora recordá que, hasta agosto del año pasado, el dólar blue valía 291 pesos. Que en diciembre ya había trepado a 346 pesos. Y que ahora está tocando los 500 pesos.
También te recuerdo que la pobreza no dejo de subir. Desde casi el 37% al 40%, y contando hacia arriba.
Entonces, ¿con que lógica pronostican que la misma persona que llevó la inflación anual del 75% al 140%, y que hoy tiene el dólar maniatado, a fuerza de más cepos, un día se va a levantar, va a hacer un ajustazo, va a dejar de emitir y va a equilibrar el gasto?
Ya les estoy viendo la cara. Son los mismos gurúes que decían que Cristina Kirchner sería una suerte de Angela Merkel, en 2007. Que le aportaría calidad institucional a la Argentina. Los mismos que nos vendían a Alberto como el moderado que mandaría a Cristina a tejer escarpines para sus nietitos. Los mismos que nos vendieron a Massa como un ministro súper poderoso que encarrilaría la economía a golpes de autoridad. Los mismos que ahora cambiaron la lectura y lo presentan como el hombre que evitó que Alberto y Cristina se tuvieran que ir en helicóptero antes de diciembre de este año.
A todos ellos, tengo una mala noticia para darles. Massa, Alberto, Cristina, Máximo, Kicillof y hasta Grabois son lo mismo. Y todos tienen la naturaleza del escorpión que pica a la rana.
Cristina, por ejemplo, ya empezó a militar para que Massa sea derrotado, porque su desprecio y su desconfianza contra el exintendente de Tigre siguen intactos, igual que se mantiene intacta su inquina contra Alberto Fernández, al que insulta en privado, cada vez que se presenta la ocasión.
Para eso se aseguró que las listas de diputados y senadores nacionales, una vez más, estén superpobladas por gente como su hijo, Wado, o el exbuchón de la ex-SIDE, Rodolfo Tailhade. Es decir: incondicionales a Cristina, y con mucho poder de daño. El tipo de dirigentes que renuncian o se ausentan de sus bancas antes de firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Por eso Cristina se refugiará en la provincia de Buenos Aires. Y hará campaña fuerte para apoyar a Kicillof. Y no moverá un dedo para facilitarle las cosas a Massa, el hombre que, en 2009, horas después de perder contra la lista de De Narváez, se agarró a trompadas con su marido, porque Néstor lo consideraba un traidor.
Por eso, como dijo Santiago Kovadloff, el viernes, en Mas Nación, quizá, la reina en retirada, le haya entregado a su ministro una corona envenenada.
Pero este cierre de listas sigue atravesado por una serie de preguntas.
Massa candidato a presidente ¿afectará a Larreta, a quien se lo presume de centro y favorecerá a Patricia Bulrich o a Javier Milei, a quienes se los ubica más a la derecha?
- La reacción de Gerardo Morales ante la violencia extrema con la que protestaron activistas de la Tupac Amaru, funcionarios y dirigentes que vinieron de Buenos Aires, como el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla y Nicolás del Caño ¿no terminará aportando a la fórmula que encabeza Larreta el coraje y la firmeza que le adjudican Patricia Bullrich?
- El armado de Larreta, que a primera vista parece mejor que el de Bullrich ¿terminará equilibrando la fuerza con la que Patricia comunica la idea de cambio que quiere liderar?
- ¿Cómo influirá en la interna de Juntos por el Cambio el resultado final de la elección para gobernador en Córdoba?
- Las idas y vueltas en el armado de La Libertad Avanza ¿no está afectando, para mal, la intención de voto de Javier Milei, a quien algunos encuestadores lo dan desinflándose, desde hace poco más de un mes?
A todos lo que hacen apuestas para tratar de adivinar quién ganará, nos permitimos hacerles dos recomendaciones. Una: cuando las diferencias parecen tan pequeñas, lo que termina definiendo el resultado es el tono de la campaña. Y dos: los niveles de hartazgo social se parecen bastante a los de diciembre de 2001. Eso, sin contar que algunos indicadores socio económicos de entonces todavía no habían llegado al desastre que atravesamos ahora.
Sigamos atentos. No vaya a ser cosa que la bomba que este gobierno le pretendía dejar al que sigue explote antes, mientras la rosca de la política sigue ajena a casi todo.