En LN+, el periodista analizó la cumbre secreta que hubo con Sergio Massa; los tironeos del poder y la próxima aparición pública de la vicepresidenta
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El deterioro de la situación política y económica se acelera cada vez más.
Las declaraciones de la ministra Silvina Batakis, lejos de calmar a los mercados y a la gente, tuvieron el efecto de una bomba de profundidad.
La irritación de la sociedad ante la doble vara se incrementó, después de la noticia de que un hijo adolescente de la ministra está en Londres y que ella misma ahorra en dólares, según la declaración jurada de 2021.
Mientras, por fuera de la comunicación oficial, arrecian los rumores sobre un encuentro presencial entre el Presidente, la vice, y Sergio Massa, ayer por la noche.
¿Y por qué se habrían reunido?
Se supone que sigue abierta la posibilidad de más cambios en el gabinete, ante la sospecha de que el gobierno se desmorona: falta café, comidas para perro, neumáticos, papel higiénico, no hay precios de referencia y la inflación de julio se calcula entre un 8 y un 11 por ciento, depende de a que encuestadora la preguntes.
Por supuesto, ni Alberto, ni Cristina, ni Massa, no Batakis, ni nadie se hacen cargo de la responsabilidad que tienen en el desastre.
De hecho, hace un ratito, el ministro del Interior, Wado de Pedro, volvió a echarle la culpa a Ah Pero Macri, y de paso, ya que no está, también atacó a Martín Guzmán, que ya no puede defenderse.
Pero mientras se esperan las repercusiones sobre las palabras de Máximo en Escobar, la gran pregunta del momento es si Cristina, con el discurso de mañana a las 16, en el Calafate, terminará volteando a otro ministro, como ya sucedió con Guzmán y Matías Kulfas, en esta maratón destituyente que empezó el 18 de diciembre 2020 con la frase “búsquense otro laburo”. O si terminará volteando al mismísimo Presidente.
Desde entonces, hasta ahora, cada vez que Cristina habló, escribió o gritó volaron ministros, la autoridad de Alberto se fue diluyendo hasta transformarse en un meme, y eso, sin tener en cuenta que faltan un año y siete meses para entregar el gobierno.
Un breve y rápido repaso:
- Septiembre de 2021: Alguien filtró los audios de Vallejos y ardió Troya.
- Después de eso, presentaron la renuncia de Pedro, Martín Soria, Juan Cabandié, Victoria Donda, Filmus, Tristrán Bauer y unos cuantos más. Solo se la terminaron aceptando a Roberto Salvarezza.
- Casi al mismo tiempo, Cristina escribió la “carta bomba”. Como consecuencia de su publicación, Alberto tuvo que entregar a su secretario de Medios y amigo, Juan Pablo Biondi.
- También se fueron Felipe Solá y Sabrina Frederic, Juan Manzur fue designado en la jefatura de gabinete y Santiago Cafiero pasó a cancillería.
- 2 de abril de 2022: Cristina le regala Alberto, para su cumpleaños, el libro de Juan Carlos Torre, “Diario de una temporada en el quinto piso” comparando su gestión con la de Alfonsín, quien no pudo terminar su mandato constitucional, en el medio de la hiperinflación.
- 3 de junio de este año: después de no verse ni hablar durante más de tres meses, Alberto y Cristina se encuentran en el acto de los 100 años de YPF. Ella, además de atacar al ministro de la Producción, Matías Kukfas, vuelve a la carga y le insiste al Presidente para que use la lapicera. Kulfas reacciona, sugiere que son los funcionarios de La Cámpora en Energía los que pudieron haber cometido un acto de corrupción, Cristina le da retuit a la queja de los sospechados y el presidente le pide la renuncia al ministro de Desarrollo.
- · Sábado 2 de julio: En el medio del último discurso de Cristina en Ensenada, Martín Guzmán presenta su renuncia de siete carillas desde su cuenta de tuit. Al mismo tiempo Cristina carpetea al presidente, diciendo que ella puede mostrar a todo el mundo a quien llama y quien la llama, alimentando los rumores de que Alberto chatea de manera informal y una las redes y el WhatsApp de manera inapropiada.
El domingo a la noche hablaron por teléfono, por lo menos una hora. Al final del contacto, acordaron designar a Batakis, la ministra que acaba de decir la barbaridad de la que se sigue burlando todo el mundo.
- Hoy a las 17, la portavoz Gabriela Cerruti dio una inusitada conferencia de prensa para decir que el festival de crecimiento sigue viento en popa, antes de retar a Silvia Mercado, una colega con la que trabajaron durante años.
El gobierno es un cabaret y su debilidad política es más que evidente. ¿Con que objetivo va a volver a hablar Cristina desde su lugar en el mundo? ¿Acaso no se da cuenta que cualquier palabra de más puede terminar poniendo al presidente al borde del precipicio? ¿O en realidad lo querrá mandar al precipicio y al mismo tiempo convencer a los argentinos que ella no tuvo ni tiene ni tendrá nada que ver?