Comenzó una nueva etapa para el Gobierno en donde busca limar asperezas internas, barajar de nuevo con la oposición dialoguista y anticiparse a las elecciones de 2025 con un desembarco en la provincia de Buenos Aires que se disputa con Río Negro una inversión millonaria
- 8 minutos de lectura'
Cuanto todavía no se cumplen nueve meses de gobierno, a Javier Milei lo vienen acechando una serie de presiones cruzadas, de diferente envergadura. Entre otras: la fuerte presión de ciertos analistas para que salga del cepo; la constante presión del mercado sobre el tipo de cambio y de los economistas para que el Banco Central acumule reservas; la renovada presión para bajar las retenciones del campo; la nueva presión del expresidente Mauricio Macri, quien el próximo jueves le dará un apoyo no irrestricto, sino un apoyo crítico y la cada vez menos sutil presión de la vice, Victoria Villarruel, quien, cada tanto, hace todo lo posible para diferenciarse del Presidente.
Cómo si esto fuera poco, por debajo del radar de los medios, también lo vienen presionando decenas de lobistas de diferentes sectores de la economía, quiénes pugnan por entrar al Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI).
Este domingo en La Rural, a la mayoría de los grupos de presión, incluido el campo, Milei, les pidió paciencia. Como diría Winston Churchill: “Más sangre, más sudor y más lágrimas”. Pero sobre todo un poco más de tiempo, el insumo que más necesita y del que más carece.
Porque Milei volvió a prometer, en primer lugar, que iba a terminar de levantar el cepo, pero no ahora. Y no abominó de su original promesa de quitar las retenciones al campo, pero no ya.
Sin embargo, al mismo tiempo, reclamó que le reconocieran que estaba haciendo el ajuste más importante de la historia de la humanidad. Y también pidió que prestaran atención a otro dato que, según él, el mercado y parte de la sociedad minimizan: el haber logrado, desde enero hasta junio, al tan ansiado superávit fiscal.
El Presidente no vaticinó cuando la economía empezará a crecer de manera notable y sostenida. Sin embargo, no se privó de hablar del efecto rebote y de cómo, en algunos sectores, el salario se estaría recuperando por encima de la inflación.
Se puede estar de acuerdo o no con lo que dice y lo que hace Milei. De hecho, los analistas clásicos están subiendo el tono de sus críticas sobre cuestiones muy sensibles. Desde las descalificaciones a periodistas hasta las demoras en la implementación de decisiones anunciadas con bombos y platillos.
Desde la acusación de entregar a la nueva SIDE 100 millones de dólares anuales hasta la insistencia en proponer a Ariel Lijo como un nuevo integrante de la Corte Suprema de Justicia, para ocupar la vacante que tenía una mujer, Elena Highton de Nolasco.
Desde la búsqueda de supuestos chivos expiatorios para explicar la última suba del dólar hasta la acusación de que solo le importa la macro y desatiende cuestiones relevantes, como los negocios que estarían haciendo a sus espaldas en nombre de la Libertad Avanza.
Desde el alquiler de un avión privado para viajar a París para la apertura de los Juegos Olímpicos hasta la invitación que le hizo a Amalia “Yuyito” González para disfrutar de la ópera Carmen, en el Teatro Colón.
Lo que parece indiscutible es que Milei no está dispuesto a resignar su objetivo de llegar a la inflación cero, porque sabe que de eso depende el apoyo popular que todavía mantiene. De hecho, todo parece indicar que la inflación se julio se ubicará cerca del 4%, y será la más baja de la era Mili.
Es más: para que no impacte en el índice de precios al consumidor, el ministro Luis Caputo terminará de decidir en las próximas horas una nueva postergación de los aumentos previstos para agosto de la luz, el gas, el transporte y los impuestos a los combustibles. “Estaríamos muy cerca de alcanzar la inflación cero o incluso llegar a la deflación, antes de fin de año”, le escucharon decir al propio Caputo dirigentes rurales que forman parte de la Mesa de Enlace.
En las últimas horas, desde su cuenta de X, Milei llamó varias veces dictador a Nicolás Maduro, abogó por un triunfo de la oposición en Venezuela, y repudió un nuevo ataque de Hamas a 12 personas, en su mayoría niños y adolescentes, que jugaban al fútbol en una plaza, en el norte de Israel.
Pero además, celebró la suba del 5% en el índice de Indicador de Confianza de la Universidad Di Tella. Destacó de que se trata de la variación mensual más positiva del año y que es más alta, todavía, para los hogares de menores ingresos.
¿Por qué el apoyo a Milei se viene manteniendo casi intacto, después de tantos meses? Una respuesta rápida e indiscutible, es porque la oposición, ahora mismo, no existe. Y que cada vez que algunos dirigentes enfrentados a Milei sacan la cabeza, se fortalece más la idea de que no existe una alternativa mejor.
El vergonzoso e incalificable comunicado de las Madres de Plaza de Mayo de apoyo a la dictadura de Maduro es el ejemplo más burdo. Es como si los desaparecidos de la sangrienta dictadura que gobernó la Argentina ostentaran superioridad moral por sobre los más de 1.400 desaparecidos que la ONU registró bajo el régimen chavista.
¿Y que hacen Roberto Baradel, Hugo Yasky y Carlos Raimundi, entre otros, invitados a presenciar las elecciones por el dictador que todavía gobierna Venezuela? ¿No se les cae la cara de vergüenza? ¿Son tan miserables que lo hacen por plata? ¿O para defender sus intereses políticos? Ese contraste es el que favorece a Milei.
Igual que el contraste entre los negocios del clan Moyano no solo benefician a la imagen del presidente, a quien Pablo El Salvaje, cada cinco minutos, le falta el respeto, sino también a la del jefe de gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, quien les acaba de mandar para atrás, a los sindicalistas, la pre adjudicación del sistema de acarreo de los autos.
A dos de esas tres concesionarias, Ashira-Ecoba y Transporte 9 de Julio, la administración anterior les había pre adjudicado un negocio con las siguientes irregularidades: le anticipaban, antes de empezar a hacerse cargo, 8 millones de dólares; les garantizaban 3 millones de dólares mensuales, aún en el hipotético caso de que no tuvieran que acarrear ningún vehículo.
Una especie de Austral Construcciones y Lázaro Báez, pero con el negociado de las grúas. El otro que anda, como diría Cristina Kirchner, más perdido que turco en la neblina, es el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
¿Qué hace tratando de armar una mesa de presuntos negocios con China, cuando YPF y Petronas están a punto de decidir si será Bahía Blanca o la provincia de Río Negro la que se beneficiará con una inversión de más de 30 mil millones de dólares de para instalar una planta procesadora de gas?
El gobernador Río Negro, Alberto Weretilnek, madrugó a Kicillof al transformarse en la primera provincia que adhirió al RIGI. Su vecino, Ignacio Torres, de Chubut, acaba manifestar su apoyo a la radicación de la planta de gas licuado en Rio Negro.
Y hasta el presidente Milei le dio a entender Fantino, la semana pasada, que Kicillof no tenía ninguna posibilidad de lograr que fuera en la provincia, por su ideología anti negocios y anti inversión privada. Sin embargo, aunque las expectativas favorables al oficialismo se mantienen, la mesa chica del presidente no debería subestimar los futuros movimientos de Mauricio Macri.
El expresidente se siente poco considerado por el propio Milei y directamente ninguneado por el asesor Santiago Caputo. Es curioso, porque cerca de Macri le endilgan a Caputo ser súper ambicioso. Dicen que pretende concentrar demasiado poder. Pero cerca de Santiago Caputo dicen algo parecido: que Mauricio Macri quiere desembarcar con su gente para copar el gobierno de Milei y que no se conforma con haber puesto a por lo menos 200 personas en el organigrama de la administración.
¿Y qué es lo que piensa y dice el Presidente? “Si dependiera sólo de mi, yo haría un acuerdo con Macri ya. Y no solo para trabajar juntos en el congreso. También para ganarle, el año que viene, al kirchnerismo en todas sus variantes, tanto en la provincia, como en la Ciudad”, dijo.
Para desembarcar en la provincia Milei prepara un acto partidario en La Plata, junto a José Luis Espert, durante la tercera semana de agosto. Será 15 días después del acto del próximo jueves de Mauricio Macri en la Boca. Allí el expresidente apoyará el rumbo y las ideas de Milei. Pero criticará las formas, algunos aspectos de la gestión, y la implementación de los anuncios. Es decir: le marcará la cancha. A menos que antes Milei le vuelva a enviar un mensaje.