El análisis del periodista en La Cornisa, por LN+
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Lamento desilusionar a los prejuiciosos. Todos los ataques, premeditados o espontáneos, que hemos recibido, desde el pasado viernes 6 de mayo, tienen como origen una noticia falsa. Es falso que haya dicho: “Alberto Fernández tiene algo de Mandela”.
Vamos de nuevo: jamás lo dije, ni lo insinué ni lo pienso. Fue un Graph, un zócalo inventado. Hace casi tres años, ante la fuerte viralización de la misma noticia falsa. El sitio “Chequeado” verificó que era mentira.
Pero hay algo más oscuro todavía. ¿Sabés quiénes se encargaron, entonces, de viralizar la fake? Uno de los medios que, desde que LN+ empezó a crecer, viene perdiendo audiencia. Mucha audiencia. También se ocupó de hacer viral la falsa noticia gente muy oscura que responde a Cristina Kirchner y a La Cámpora.
Se por qué lo hicieron. Cristina no nos perdona que hayamos publicado “El dueño”, uno de los primeros libros que desenmascaró la corrupción K. Fue en 2009 cuando, los que hoy gritan, callaban. Pero menos nos perdona la divulgación de sus conversaciones impúdicas con su mayordomo político, Oscar Parrilli.
Se trata de los mismos diálogos que hoy siguen usando una y otra vez quienes ahora gritan basta.
La dinámica de la última escalada contra nosotros es muy parecida no solo a la que tuvimos que enfrentar con la publicación de aquella noticia falsa. También es sospechosamente parecida al desproporcionado ataque que recibimos en julio de 2021, cuando Cristina y Máximo, aliados a Hugo y a Pablo Moyano, se tiraron el lance de convencer a un juez de Lomas de Zamora, para que nos metiera presos, adjudicándonos la identidad de un tal “Pirincho”.
Como lo demostramos acá, ese tal “Pirincho” no era yo, sino un productor de América TV. Es decir: otra noticia falsa, viralizada por personas sin escrúpulos.
Desde la desproporcionada reacción de los repetidos golpes a la mesa, hemos comprobado fenómenos interesantísimos. La mayoría de la gente no entiende que pasó. Algunos interpretaron que fue por el tono de voz que usamos para intentar bajar la tensión. Quizá nuestro error haya sido dar por sentado que un humorista de vasta trayectoria podía diferenciar una ironía de una burla. Quien lo expresó mejor fue Mario Pergolini:
- Hay muchas personas y personajes que pretendieron sobre interpretar el hecho, por miedo a ser escrachados.
- Señales de noticias y programas le dieron al asunto un “inflador” inusitado. Son ¡oh, casualidad! Los mismos a los que le venimos quitando audiencia, desde temprano, a la mañana, hasta la noche, tarde.
- También le dieron un “inflador” inusitado los sitios y las cuentas vinculadas a Cristina, Máximo y otros.
- En la misma dirección operaron cuentas que lo siguen a Javier Milei y personas auto percibidas como “libertarios”.
Y esto se conecta con mi comentario de hoy, titulado: “Cortinas de humo”.
Nos quieren distraer con golpes en la mesa y golpes de efecto. Nos quieren distraer con gritos de gente que puede ser bien intencionada, pero que termina siendo funcional. ¿Funcional a quién? ¿A que grupos de interés? A Cristina, La Cámpora y este Gobierno que te enloquece y te descuajeringa la vida.
Al exgobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, ahora ocupado en voltear a la fiscal anticorrupción, Cecilia Goyeneche, la mujer que tuvo el coraje de investigarlo para que se lo condenara, en primera instancia, a ocho años de prisión e inhabilitación profesional para ejercer cargos públicos.
Funcionales al clan Moyano. Es decir: a los sindicalistas presos en San Nicolás, acusados de extorsión, Maximiliano Cabaleyro y Fernando Espíndola, quienes festejaron el reciente pedido de licencia por estrés de María Eugenia Maiztegui, la jueza que debía confirmar las prisiones preventivas de ambos.
La magistrada, a su vez, fue apretada por el titular de la comisión de inteligencia, Leopoldo Moreau, quien le pidió el expediente para lograr la impunidad de los mafiosos.
¿Se entiende adónde vamos? Queremos advertir que existe gente, bien intencionada o no, que termina siendo funcional a los corruptos. Y también terminan beneficiando a los extremistas que te venden soluciones mágicas.
Indignados que terminan alimentando a periodistas que matarían por un punto de rating. O a colegas que intentan desmarcarse para evitar que algún acusador indiscriminado los escrache a ellos también.
Nos quieren distraer, te quieren distraer, colocando en primer plano lo anecdótico. Lo superficial.
Por supuesto: nosotros también estamos hartos. Hartos de las peleas entre Alberto y Cristina. O entre Máximo vs. Guzmán; Entre Massa y Guzmán; O entre Guzmán y los funcionarios del área de energía.
¿Y para qué nos quieren distraer? Para que no hablemos de lo que importa. Para que no hablemos, por ejemplo:
- De la condena política que debería caer sobre máxima responsable de esta debacle, Cristina Fernández, quien, está llevando al país, como dice hoy Joaquín Morales Solá, a la crisis institucional más profunda desde 1983.
- De la irremontable administración de Alberto Fernández, con la gestión más inflacionaria desde 2003.
- De por qué el kilo de asado en el gran buenos aires pasó de 317 pesos a 918 pesos en los últimos dos años.
- De por qué la canasta básica de alimentos en el gran buenos aires aumentó, en los primeros tres meses de este año, el 21 por ciento, cuatro veces más que en los primeros tres meses del segundo semestre de 2021.
- De por qué un mes de inflación en argentina equivale a un año de inflación en Bolivia, dos años en Colombia, a tres años en Jordania y a cuatro años en Costa Rica.
- De por qué, desde que asumió, la deuda pública aumentó 40 mil millones de dólares, con el mayor ritmo de endeudamiento de la Argentina en la historia.
- De por qué el año pasado, los subsidios a la energía fueron más que todo el gasto social combinado.
- De cómo el plan platita para evitar la catástrofe electoral del año pasado provocó la inflación descontrolada de este año.
- Una inflación que podría alcanzar el 58 anual, o a más del 80 por ciento anual, e incluso al 101 anual, depende de los trimestres que elijas proyectar.
- De cómo los impuestos que recaen sobre las empresas representan el 106 por ciento de sus ganancias netas.
- De cómo la última gira de Alberto por Europa para tomar distancia del brutal ataque de Andrés Larroque y Cristina le costó a la Argentina 445 mil dólares, el equivalente a 1.673 jubilaciones mínimas.
Eso es lo que importa. Y de todo esto estamos cansados. Como estamos hartos, los que laburamos todos los santos día de la semana, de las marchas de protestas por un lado y de los planes sociales como respuesta demagógica por el otro.
Como estamos hartos, por supuesto, de las medidas de este gobierno populista que tanto daño provoca al sector productivo.
Pero esto no lo vamos a solucionar ni con gritos ni con golpes de efecto. Ni con mentiras u operaciones berretas como las que dirigieron hacia Franco Rinaldi y Martín Tetaz.
Ni con la amansadora que les hacen vivir a los jubilados con sentencia firme mientras cristina cobra en tiempo récord sus dos jubilaciones de privilegio. Ni con la propaganda electoral que te vende el sueño de la casa propia y que puede terminar en una verdadera pesadilla.
Esto lo vamos a solucionar con más y mejor información, y no justificando los golpes y los gritos.
LA NACION