Hay muchas dudas con Sergio Massa. Los argentinos tenemos muchas dudas porque hay muchas preguntas que hasta ahora no quiso, no pudo o no le convenía responder. Queremos saber si Massa, como sospecha la mitad del país, va a ser la continuación, maquillada, de este desastroso gobierno o algo distinto. Algo nuevo.
Si será la continuidad del ministro de Economía que se gasta entre dos y tres puntos del PBI en planes platita mientras alimenta la inflación. Si va a ser el presidente de un gobierno que coquetea con Irán y los terroristas de Hamás que matan bebés en la Franja de Gaza. Si Massa, como Alberto, seguirá abogando por la búsqueda de impunidad para Cristina Kirchner. O si seguirá convalidando la persecución a la Corte Suprema, como la enrostraron Roberto Lavagna y Juan Schiaretti.
Una vez más quiero hacer público mi categórico rechazo al pretendido juicio político a la Corte Suprema que impulsa el gobierno kirchnerista del ministro Sergio Massa.
— Juan Schiaretti (@JSchiaretti) November 3, 2023
A los #40AñosDeDemocracia, también la fortalecemos con más República, respetando la división de poderes.
Si…
Es decir: si va a encabezar un proyecto igual, parecido o diametralmente opuesto al que fracasó en todas y cada una de las áreas que gestionó, incluidas, por supuesto, y en especial, las de salud y seguridad.
Porque si Massa no responde, con nombre y apellido, ¿quiénes serán su ministro de Economía; su jefe de gabinete, su ministro de Relaciones Exteriores; su ministro de Seguridad; su ministro de Salud; su ministro de Educación; el presidente de la Cámara de Diputados; el presidente de la Cámara de Senadores; entre otros cargos estratégicos?
Nosotros nos sentiremos con derecho a dar por sentado que, si gana, hará algo igual o parecido a todo lo malo que él y sus aliados vienen haciendo desde que asumieron. O todavía algo peor.
¿Daremos por sentado que se repartirán, o que ya se repartieron, los cargos, los ministerios, las empresas del Estado y las cajas, con Cristina Kirchner, en partes iguales?¿Deduciremos que “Wado” de Pedro será su jefe de gabinete, que Máximo Kirchner será el presidente de la Cámara de Diputados, que Santiago Cafiero y Luana Volnovich, desde sus bancas de Diputados, nos impondrán su manera de ver la salud, el mundo, y la vida misma?
¿El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, terminará condicionando a Massa, con la venía de Cristina, y junto a los chicos grandes de La Cámpora y sus aliados, desde las principales intendencias de la provincia: La de La Matanza, con Fernando Espinoza; la de Quilmes, con Mayra Mendoza; la de Lanús, con Santiago Álvarez; la de La Plata, con Julio Alak y las de Hurlingham, Bahía Blanca, Suipacha, Mercedes, Colón, Carmen de Areco y Olavarría?
Hasta ahora, el operativo “Disimulemos” les está saliendo redondo. Y también les estaría funcionando al pie de la letra las maniobras de distracción. Un solo ejemplo: las encuestas que dan ganando a Javier Milei son música para los oídos del equipo de campaña de Massa. En especial la más “engañosa”. La que elaboró su cuñado, Sebastián Galmarini. La que coloca a apenas 1,2 puntos de diferencia.
Es más: el equipo de campaña de Unión por la Patria está repartiendo el trabajo de Galmarini, a cuatro manos, entre la militancia. Pero no lo hace por amor a la verdad, sino como una maniobra para que nadie se relaje. También para desalentar a los indecisos que podrían llegar a votar a Milei. No tienen complejos ni escrúpulos. No tienen problemas en hacer trampa.
Hacen trampa violando la veda electoral, porque los jueces de la Cámara extendieron el alcance del artículo 64 al balotaje, a través de una acordada. Lo hicieron con la “prohibición de actos públicos susceptibles de promover la captación del sufragio” a partir del 25 de octubre.
Massa violó la ley. Violó la ley con un anuncio la semana pasada. Hacen trampa al mostrar, en los dispositivos electrónicos donde se carga la SUBE, el dato falso de que con Milei, la tarifa de colectivo se va a $700 y la de tren a $1100.
Hace trampa el Massa candidato, el sábado, al acudir, siendo ministro de Economía y no de Seguridad, a un acto de la Policía Federal, usando a los agentes de la fuerza para hacer campaña proselitista.
MASSA DESHONRA A NUESTRAS FUERZAS DE SEGURIDAD
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) November 4, 2023
Nunca en la vida un ministro de Economía habló en el acto de la Policía Federal Argentina. La Policía se tiene que tragar el sapo del uso electoral de nuestras instituciones.
El 19 elijamos cambiar para que tengamos un país donde las… pic.twitter.com/DDGcuo18sy
Hace trampa Alberto Fernández al no modificar, por decreto, el feriado por el día de la soberanía nacional del lunes 20 de noviembre a una fecha posterior, como se lo reclamó la Cámara Electoral.
Y no trasladan el feriado porque están seguros de que así, Milei perderá miles de votos de personas pre dispuestas a elegirlo. Lo hacen, en fin, porque a los oficialistas no les importa cómo ganar, sino hacerlo de cualquier manera. Aunque a veces tengan que disfrazarse de alfonsinistas, a 40 años de la restauración democrática.
Para este tipo de fullerías, el antídoto es uno solo: olvidarse del “finde largo” para ir a votar. Votar, como un acto sagrado. Votar incómodo, enojado, y aunque sea con la nariz tapada. Y recordar, por ejemplo, que la dictadura, en Venezuela, se encaramó en el poder aquel día de 1998, es decir, de hace 25 años, en que Hugo Chávez ganó, con 3.600.000 votos, gracias a los 4.500.000 votos nulos y en blanco que se registraron, frente a los 2.900.000 votos de la oposición.
Es más: ya que hablamos de encuestas engañosas, me animaría a apostar a que en cualquier momento van a aparecer, como por arte de magia, otros pronósticos diciendo que Massa ganará por mucho. Eso, siempre y cuando, le convenga al candidato de la alianza oficialista. Porque Unión por la Patria es una alianza. Por más que Massa ahora aparezca en las fotos y los videos absolutamente solo.
A propósito: dicen los expertos que la desaparición en campaña de Cristina y de Alberto fue decidida por el consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubí y los brasileños amigos de Lula.
Se trata de los mismos brasileños que atacaron a Jair Bolsonaro de manera sutil e inteligente, y le terminaron ganando la elección. Es más: dicen que Gutiérrez Rubí les echó flit a “los Gordos” de la CGT, quienes le habían preparado a Massa un acto pipí cucú para homenajearlo y pasarle la factura. Por eso el jefe de campaña mantiene escondidos a todos y cada uno de los impresentables del kirchnerismo en el poder.
Como decía Silvio Soldán en Feliz Domingo, “sin repetir y sin soplar” y empezando por Cristina Kirchner, Alberto Fernández, Máximo Kirchner, Hugo Moyano, Pablo Moyano, Roberto Baradel, Gildo Insfrán, Juan Grabois, Luis D’Elía, Guillermo Moreno, Martín Insaurralde, Julio “Chocolate” Rigau y el concejal del Frente Renovador, Facundo Albini, quien también desapareció de los lugares que solía frecuentar. Y hasta Ezequiel Guazorra, preso por abuso de una menor, y fan de Cristina, de Alberto, de Moreno y de D’Elía.
Como contrapartida, los mismos cráneos de la campaña de Massa apuestan a destruir a Milei, exponiendo y potenciando sus rasgos personales más controvertidos y sus propuestas más radicales. Pero también subiendo a las redes y los medios materiales y videos muy bien diseñados.
Ediciones que son constituyen una obra maestra de la manipulación. Piezas repletas de golpes bajos y con un mensaje subliminal. Como un video que se lo atribuyen a Tristán Bauer en donde concluye con la frase “señores jueces, nunca más”... O sea que colocan a Massa en la zona de la democracia, y a Milei en el campo de la dictadura.
Lamentamos que gente tan moderada y ubicada en la vida real como Ricardo Darín se haya sumado a semejante maniobra.
Por otra parte, los del ministerio de Cultura ¿le habrán pedido autorización a Luis Brandoni, Guillermo Francella, Oscar Martínez o Leo Messi, para usar sus imágenes de manera tan equívoca?
Todo este ruido también le sirve a Massa para dominar la conversación pública. Para que muchos votantes indecisos no puedan enterarse de las respuestas a las preguntas que el candidato hasta ahora no contestó:
Desde que asumió, se duplicó la inflación, se triplicó el precio del dólar, se sumaron mas de 2.000.000 de nuevos pobres, el salario de los trabajadores informales cayó un 40 por ciento, casi se duplicó el déficit fiscal, las reservas netas cayeron 15 mil millones de dólares y las reseras brutas 20 mil millones de dólares.
- ¿Por qué, si no pudo revertir este desastre habría que volver a votar la continuidad de este gobierno?
- ¿Por qué no hizo un plan económico serio, cuando se hizo cargo, hace ya 16 meses?
- ¿Pondría las manos en el fuego por la inocencia de Cristina Kirchner en el caso por el que fue condenada?
- ¿Le va a seguir pagando a Cristina una jubilación de privilegio de 14 millones de pesos?
- ¿Va a propiciar el juicio político a los jueces de la Corte, como ahora lo agitan sus aliados en Diputados y Senadores?
- ¿A quien va a proponer como jefe de los fiscales?
- ¿Usted ignoraba lo que pasada en la Cámara de Diputados bonaerense?
- ¿Chocolate Rigau, Claudio y Facundo Albini pertenecen o no a su estructura política?
- ¿Podría asegurar que no va a ver una devaluación después del balotaje?
- ¿Cuándo y cómo va a levantar el cepo?
- ¿Cómo va a evitar una suba adicional de la inflación después de las medidas que tomó durante los últimos meses de la campaña?
- ¿No le parece que el gobierno que usted integra debería tener una posición más clara a favor de Israel contra los terroristas de Hamás que matan gente inocente y decapitan bebés?
- ¿Tratará a los medios y los periodistas críticos de la misma forma que a los periodistas y medios que lo estuvieron apoyando en esta campaña? ¿O hará algo parecido a lo que hicieron Néstor y Cristina cuando estuvieron en la presidencia, incluidas persecuciones, investigaciones caprichosas de la AFIP y carpetazos de, algunos de los cuáles fueron incluso contra usted mismo?
Durante las últimas elecciones presidenciales de 2019, Massa, después de arreglar con Alberto y con Cristina, se manifestó “harto” de la extorsión con la, que, decía, jugaba el gobierno de Macri, al comparar su fracaso con el pasado. ¿No deberían ahora, millones de argentinos, de manifestarse, hartos, por lo que está haciendo Massa, con los mismos argumentos?