Tras la polémica por el escandaloso aumento que se otorgaron los senadores, el Presidente no le da ninguna importancia a los argumentos de quienes lo equiparan con una recategorización
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Este lunes, a partir de las 21, el presidente Javier Milei hablará en cadena nacional durante más de media hora sobre “la desastrosa herencia” que recibió, cómo logró el tercer superávit fiscal consecutivo y los “multimillonarios pufos” que viene “desarmando” desde diciembre de 2023.
Lo acompañarán el ministro de Economía, Luis Caputo, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. Además, Milei acusará a las autoridades de la UBA de movilizar para defender sus curros. Y anunciará que sus fondos van a ser auditados por el gobierno, aunque griten y pataleen.
Es probable, también, que el jefe de Estado vuelva a hacer alguna referencia sobre el escandaloso aumento que se autootorgaron los senadores, el jueves pasado. Alguien le sugirió que no deje de mencionar el “cobarde” gesto del senador Martín Lousteau, levantando la mano de “queruza” en apoyo del incremento de las dietas.
Es “la mano que mece la casta”, le comentaron este fin de semana al presidente. A Milei le encantó la ocurrencia. Se trata de una versión extravagante del título de la película de suspenso estrenada en 1991 y titulada: “La mano que mece la cuna”.
¿Milei sabía que la mayoría de los senadores se iban a incrementar la dieta? Si. Se lo había anticipado el ministro del Interior, Guillermo Francos, pero como una posibilidad remota. ¿Milei conocía de antemano que iban a pasar a ganar de 1.7 millones a 4.1 millones de pesos y que lo iban a convalidar de esa manera tan oscura? No. ¿Y que le respondió el Presidente al ministro? “Deciles a los senadores nuestros que ni se les ocurra votar a favor de ningún aumento. Es más: si lo hacen, que se consideren afuera de La Libertad Avanza”.
La mayoría de las encuestas online sobre la imagen de los senadores, después del jueves, supera el 95% de negativa. ¿Y la imagen de la vicepresidente, Victoria Villarruel? Es probable que haya sido afectada, por haber participado, como presidente de la Cámara, en la oscura instrumentación de la jugada. Es decir: Por haberla convalidado en un trámite ultra rápido, sin debate y usando la mano alzada, para evitar que cada uno, con nombre y apellido, se pronunciara sobre la cuestión.
Por eso ahora Luis Juez le pide a Villarruel que llame a otra sesión especial. Y le exige que aclare que él, como presidente del bloque de senadores de Pro, no acordó nada. Ni con ella ni con nadie.
El Presidente no le da ninguna importancia a los argumentos de quienes equiparan el “aumentazo” de los senadores con la recategorización de Eduardo Serenellini, Manuel Adorni o Karina Milei. Dice: “Es un reordenamiento de escalas y de rangos. No es que volvimos a montar tres o cuatro ministerios.”
También explica porque, a partir de ahora, evitará usar aviones de línea. En especial cuando tenga que viajar a otros países del mundo: “Antes de mi viaje a Dinamarca para subirme y pilotear un F-16, y en el medio del ataque de Irán contra Israel, desde el ministerio de Seguridad me hicieron entender que podía correr riesgo mi vida y la de los demás”.
Milei comenta: ” También Karina me ayudó a comprender que mi deseo de tener contacto y no aislarme como si viviera en un muro de cristal no puede estar por encima de otras urgencias”.
Sin embargo, el Presidente no está tan convencido de empezar a usar el ARG-01, un Boing 757-256 adquirido durante la presidencia de Alberto Fernández, por 25 millones de dólares: “Hay que llevarlo a los Estados Unidos, dejarlo en el service y volverlo a traer, en el caso de que se pueda arreglar de manera óptima. Toda esa operación sale carísima.”.
Quizá Milei vuelva a insistir este lunes con las siguientes ideas:
- Que evitó una hiper que se proyectaba al 15.000%
- Que el ritmo de la desaceleración de la inflación es constante
- Que levantará todo el cepo cuando el Banco Central se termine de sacar de encima los “pasivos remunerados”
- Que hay sectores de la economía como la minería, el gas, el petróleo y la agricultura que ya están creciendo fuerte
- Y que la recesión y la caída de las ventas también se están desacelerando
O para que se entienda mejor, están tocando el punto más bajo de la V corta para volver a subir. Milei sigue con obsesión lo que pronostican decenas de economistas que “no la ven”.
En Bariloche les envió un potente misil dialéctico a quienes lo acusan de haber exagerado la posibilidad de ir hacia una hiper. Lo hizo comparando a las críticas que le hacían a Moisés, el profeta.
También les dedicó una crítica a los consultores que vaticinaban que no podría volver a anunciar el tercer superávit financiero consecutivo.
Este fin semana, el Presidente volvió a rechazar las sugerencias de quiénes sostienen, como nosotros, que sus reacciones, frente a las críticas de los periodistas, son desmesuradas. O desproporcionadas. O injustificadas. Que muchos otros presidentes de la Argentina, igual que ahora le pasa a él, también se confiaron demasiado en la foto momentánea de las encuestas favorables para atacar a determinados periodistas y medios de comunicación. Y que así les fue. Meli escuchó.
Pero de inmediato recomendó a quienes le pidieron que dejara de atacar a periodistas que revisen el nivel de desconfianza de la sociedad hacia los medios de comunicación. En efecto, hay una encuesta, de Zuban Córdoba, que coloca a los periodistas y a los medios con un nivel de desconfianza de alrededor del 80 por ciento.
Milei dice que los tiempos cambiaron. Que ni Carlos Menem, ni Néstor Kirchner ni Cristina Fernández contaban con la potencia de las redes sociales, donde un posteo del propio Milei, a veces, tiene más impacto y alcance que cualquier editorial del periodista más prestigioso y con más audiencia.
De hecho, antes de la marcha de próximo martes en defensa de la universidad pública, la narrativa oficial instalará, a través de sus cuentas asociadas, algunos tópicos muy interesantes. A saber:
- Que en el primer trimestre de este año las transferencias a universidades no estuvieron congeladas, sino que aumentaron cerca de un 180 por ciento.
- Que entonces la marcha no tiene como fin la suba del presupuesto sino el intento de proteger privilegios y curros de sus autoridades.
- Que algunas universidades, como las de San Martín, cuyas autoridades ahora se quejan, en su momento le pagaron a Andrea del Boca 715 mil dólares por una telenovela que nunca salió al aire.
- Que a algunos profesores presionan a los estudiantes para asistir a la marcha, igual que los sindicalistas hacen con los trabajadores o los gerentes de la pobreza hacían con los beneficiarios de planes sociales.
Es más: en las redes de los pibes libertarios están empezando a aparecer viejas investigaciones contra Franja Morada y sus socios progresistas que hoy manejan la UBA y el presupuesto. Es muy probable que Milei les de un me gusta, o las suba a su cuenta, para potenciarlas aún más.
Y es muy probable que se reproduzcan hasta el hartazgo, burlas sobre las argumentaciones que se usan en los claustros universitarios, para defender ideas que atrasan, como las que expone Rodrigo Noya, en la serie “Nada”.
El presidente todavía confía en obtener los dos tercios de los votos para designar a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla en la Corte, aunque espera, antes de eso, una nueva señal del máximo tribunal. Quiere terminar de comprender si van a apoyar u obstaculizar los cambios que ya viene anunciando.
Al mismo tiempo, Milei Caputo y Francos consideran ahora muy posible que se logre la media sanción de la ley de Bases, el Capítulo fiscal, las cuatro leyes sobre Seguridad que presentó Patricia Bullrich y el paquete de leyes laborales que, en parte, propuso la Unión Cívica Radical.
El Presidente sigue en modo super optimista. De hecho, en su intervención final en Bariloche, invitó a los empresarios para que dejen de especular y se metan en las aguas del Mar Rojo antes de que empiecen a abrirse, tal como se lee en La Biblia.