El Presidente tiene en su teléfono marcados a los legisladores que no le darían el voto durante el debate por la Ley Bases; ¿Milei está cambiando? ¿Negocia con la casta porque entendió que de otra manera el gobierno no arranca más?
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Javier Milei volverá a descalificar en público, con nombre y apellido, a los senadores nacionales que intenten, “con argumentos tirados de los pelos” voltear la Ley Bases y el Capítulo Fiscal.
El Presidente se lo confesó hace horas a un ministro que le preguntó cómo iba a reaccionar si el paquete regresaba a Diputados con modificaciones.
Milei tiene en su celular una “lista negra” de legisladores que, según el gobierno, parecen estar queriendo “vender caro” su voto en el recinto.
Por supuesto, primero, en la nómina, aparece Martín Lousteau. No es el único. Solo el más visible.
Hay peronistas, radicales y “líberos” que no responden ni a los partidos políticos ni los gobernadores. Como la senadora por Catamarca Lucía Corpacci, quien profirió declaraciones consideradas antisemitas contra el rabino Axel Vahnish, propuesto y finalmente aceptado como embajador argentino en Israel.
El Presidente cree, una vez más, que tiene, de su lado, a “las fuerzas del cielo”. Que todavía está fresca la memoria de los argentinos la escena de la manito alzada de manera vergonzante por Lousteau, votando un escandaloso aumento de las dietas. Una imagen tan viralizada como la caricatura del gesto que hizo Esteban Trebucq, en el medio de la masiva indignación.
Si, por el contrario, Bases y capítulo fiscal se convierten en ley, Milei volverá a usar su cuenta de X para elogiar a quienes considere que lo hayan ayudado. Será parecido a que lo hizo con Cristian Ritondo y Silvia Lospenatto el martes pasado.
¿Milei está cambiando? ¿De repente se volvió pragmático? ¿Negocia con la casta porque entendió que de otra manera el gobierno no arranca más?
El Presidente se niega a dar la razón a los analistas clásicos que sostienen que tuvo que ceder para obtener su primera victoria política. Dice, cada tanto, en la intimidad: “Soy liberal libertario, pero no boludo”. Y repite, como un mantra: “Lo único que no voy a negociar es el déficit cero”.
Mientras tanto, mantiene entretenidos a “los pibardos” con la expectativa de una “nueva cumbre” con Elon Musk. Sucederá este lunes, a las 15:30, hora de Los Angeles, en el marco de la invitación que le hizo el Instituto Milken, como principal orador, junto a Kristalina Georgieva.
Milei se sentará a conversar con Musk sobre inteligencia artificial. También se encontrará con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, para hablar de otra de sus obsesiones. La que comparte con el expresidente Mauricio Macri: la conversión de los clubes de fútbol en sociedades anónimas.
Y todo eso, lo hará sin dejar de hacer funcionar, la “máquina de comunicar buenas noticias”, conducida por él mismo, y que en las últimas horas no paró de arrojar datos positivos. Algunos ejemplos:
-Posible inflación de un dígito para el mes de abril.
-Deflación de los siguientes productos, también durante abril:
- 2.9% mermeladas
- 0.4% pastas frescas
- 0.9% arroz
- 1% lavandina
- 1.8% puré
- 2.2% rollos de cocina
- 2.3% harina
- 3.6% gaseosas
- 3.8% papel higiénico
- 4.2% desinfectantes
- 4.3% aceites
- 4.3% café
- 4.3% flanes
- 5.6% azúcar
- 6.2% toallas femeninas
- 6.3% enlatados de pescado
- 7.5% cremas dentales
- 10.5% detergente para ropa
-Arranque de mayo con una fuerte deflación en alimentos.
-Expectativa de que la inflación de mayo termine en un 6 o un 7 por ciento, algo impensado poco tiempo atrás.
-Postergación del Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) para evitar el impacto en el precio de la nafta.
-No aplicación del aumento de las tarifas de luz y de gas que se había anunciado en mayo.
-Presión sobre las prepagas para que dieran marcha atrás a las subas.
-Anuncio de la baja de aranceles para importar heladeras, lavarropas, neumáticos e insumos plásticos.
Milei continuará, durante las próximas horas, su combate, cara a cara, contra los que sostienen que el superávit financiero no es sustentable. Y también contra los que denomina: “Los fundamentalistas del atraso cambiario”.
Esta semana, en El Observador 107 9, el Presidente le respondió, con lujo de detalles a Cristina, quien, en su última aparición, lo acusó de lograr un superávit de mentirita.
Lo hizo diciendo que no va a haber más obra pública tal como la conocimos gracias a los Cuadernos de la Corrupción, ni más transferencias discrecionales a las provincias, ni más gobernadores pidiéndole limosna a los funcionarios en Buenos Aires.
Además, en las últimas horas, antes de subirse por primera vez al avión oficial de la presidencia ARG 01 que lo llevó hasta Los Angeles, Milei les propuso un debate a quiénes sostienen que el tipo de cambio está atrasado.
Y todo eso, mientras su equipo de comunicación se encarga de “bajar línea” sobre los logros de la semana, tarea en la que se destacó Javier Lanari, con dos tuits de alto impacto.
Uno, con un claro epicentro en el cierre del 40% de los registros del automotor. El otro, con breve resumen de las últimas 24 horas, hecho hace solo un día.
Pero no solo las buenas noticias, sino su manera de presentarlas, es lo que la oposición le cuestiona a Milei. ¿Era necesario, por ejemplo, decir que la economía, en un momento determinado, iba a empezar a crecer como “pedo de buzo”?
En la entrevista que le hicimos junto a Trebucq, Pablo Rossi, Luis Gasulla, Camila Dolabjian y Horacio Cabak le preguntamos, si semejante frase no había sido una exageración. Y él pareció admitirlo al responder: “La economía ya está teniendo una recuperación y los salarios le están ganando a la inflación, pero esto no es magia y demanda tiempo”
Rossi también le preguntó sobre su decisión de proponer a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como nuevos miembros de la Corte Suprema de Justicia. Entonces Milei se hizo cargo de las sospechas y sentenció: “Tengo el culo limpio”
Lo mismo le dijo a un periodista que en las últimas horas le preguntó por qué los diputados de la Libertad Avanza no habían votado a favor de cobrar a Pablo Otero el mismo nivel de impuestos que se le cobra al resto de las tabacaleras. Recordemos que el propio Milei se había referido a Otero como “el señor Tabaco”. Contestó, palabra más, palabra menos: “Como tengo el c... limpio, estoy a favor de que nadie deje de pagar impuestos por un arreglo o una situación particular”
Al mismo tiempo, Milei, ante una pregunta de Gasulla, quiso dejar en claro que, más allá del respeto por la división de poderes, el Ejecutivo no iba a dejar de presentar ante la justicia todas las denuncias sobre casos de presunta corrupción, como el de los alimentos que no llegaban a los comedores populares.
En este sentido, Juan Grabois debería dejar de enviar cartas documento a periodistas y dedicarse a responder, punto por punto, las imputaciones que pesan sobre él y sus amigos por los presuntos delitos de abuso de autoridad, fraude, malversación de caudales públicos e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Por haber recibido el equivalente a mil millones de dólares a través del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), para hacer 6517 casas, de las cuales solo se habrían terminado 400.
También Grabois debería preocuparse, y mucho, por explicar como fue que se “apropió” del enorme predio de Pedro Echague 1265, violando normas y disposiciones, sin que sus socios políticos lo denunciaran ante la justicia.
Quizá así, los que todavía lo ven como una mezcla del Che Guevara y un enviado del Papa, al final, se den cuenta, que Grabois no es pobre, sino que “trabaja” de pobre. Y que todo lo que hace, lo hace por plata.