El Presidente parece estar “preocupado” por la suba del dólar” y acusó a Sergio Massa de estar detrás de la inestabilidad
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El presidente Javier Milei está convencido que detrás de la suba del dólar y del riesgo país de la semana pasada estuvo “la mano negra” del expresidente Sergio Massa.
De hecho, el ministro del Interior, Guillermo Francos, lo puso negro sobre blanco, ante una pregunta concreta de Luis Novaresio. “Creo que hay actitudes que llevan a pensar que el excandidato está trabajando para generar inestabilidad en el Gobierno, porque le conviene en términos políticos”, dijo en LN+.
Es más: el viernes a la tarde, antes de subir al avión con destino a Camboriú, Brasil, para participar de la Conferencia de Política de Acción Conservadora, junto al expresidente Jair Bolsonaro, al propio Milei le escucharon decir ante un interlocutor que estaba preocupado por la suba del dólar: “Las turbulencias en el mercado no son culpa nuestra, sino de Massa y sus amigos. Mientras el lunes a la mañana ‘Toto’ [Caputo] estaba reunido con los bancos, el Macro se cortó solo, ejerció su puts, y ejecutó ventas por dos billones de pesos. ¿No te parece demasiada casualidad?”.
Los puts son una opción legal de venta de bonos. Otorga al comprador el derecho a ejecutar el activo a un precio acordado previamente con el vendedor.
Los bancos de la Argentina rebosan de puts emitidos por el Central. Hasta hace poco sumaban casi 18 billones de pesos. Milei dice que equivalen a cuatro puntos del PBI.
Massa encajó esos puts a los bancos, cuando era ministro de Economía y necesitaba platita.
Se trata de otra peligrosa bomba financiera, muy difícil de desarmar.
Si los bancos los “ejercieran” a todos juntos, provocarían, como mínimo, una corrida. Y obligarían al Central a emitir billones los pesos. Como resultado final, la inflación se dispararía, mal.
Por eso el ministro Luis Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, trabajan en un “plan desarme”.
Nos dijo alguien muy cercano a Caputo: “La buena noticia es que estamos a punto de lograr un acuerdo. Los bancos nos van a devolver los puts y no tendrán más la opción de ejercerlos”.
La gente de Macro explicó a Caputo que la razón por la que ejercieron los puts no fue “política”, sino de pura conveniencia. Es decir: el banco tenía bonos ajustados a la inflación, y los “ejerció” el lunes, porque sus directivos descuentan que el costo de vida bajará más todavía, y entonces sus papeles perderían el valor.
Todas estas ideas rondaban por la cabeza Milei mientras miraba por televisión junto a Bolsonaro la ronda de penales que sacó a Brasil de la Copa América.
El presidente es optimista sobre lo que pueda suceder la semana que empieza. Interpreta que durante el jueves y el viernes pasados el precio del dólar y el riego país bajaron porque el mercado entendió que el gobierno tiene “poder de fuego”, como producto del superávit fiscal.
De hecho, antes de subir al avión, Milei volvió a llamar a Caputo para felicitarlo. Ni siquiera él suponía que, en junio, por sexto mes consecutivo, se iba a lograr un nuevo superávit fiscal.
Milei entiende que tiene algo más para celebrar. Es que descuenta que el índice de inflación de junio, va a estar por debajo de lo que vienen pronosticando la mayoría de las consultoras. Calcula que tal vez no llegue a cinco puntos y medio.
El Presidente considera que la economía va a ir creciendo de a poco, no de manera uniforme, sino por sectores, pero “sin anabólicos ni devaluación”.
Caputo es igual o más optimista que Milei. Dice: “La economía, tarde o temprano, se va a recuperar. Eso ya nadie lo discute. Lo que se se puede discutir es la velocidad de la recuperación”.
Para eso, la subsecretaría de programación económica lleva una tabla semáforo. A principios de enero y hasta abril, era casi toda roja. Ahora, en la que se incluye mayo, el rojo se mezcla con el verde, aunque no sea para descorchar champagna.
Caputo también asegura que tampoco nadie discute, en su equipo, la necesidad de salir del cepo. Sí discuten cuándo y cómo. “Podría ser una cuestión de meses. ¿Pero que son esos meses comparados con los años en que se mantuvo absolutamente cerrado?”, dicen.
El ministro se enoja con los malintencionados que repiten una y otra vez que el Central, todos los días, se desprende de más dólares en vez de comprar divisas para acumular reservas.
Aclaró el ministro a un periodista: “En el mismo acuerdo con el Fondo estaba previsto, durante el tercer trimestre, el uso de entre 3 mil y 4 mil millones de dólares para la adquisición de energía. Es una cuestión estacional”.
Y agregó: “Como también está previsto, para el cuarto trimestre, la compra de entre 3 mil y 4 mil millones de dólares, que aumentarán las reservas del Banco Central”.
Mientras tanto, “la jefa”, Karina Milei, sigue con su trabajo de hormiga de juntar fichas de afiliación para La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires.
Pero esta campaña es una de las cosas que más le preocupan al expresidente Mauricio Macri. Dice, en privado, que se siente muy incómodo y muy decepcionado.
Que el gobierno le está poniendo más energía a las legislativas del año que viene, que a la gestión y la implementación de las ideas.
Macri estuvo evaluando, hasta último momento, no asistir a la ceremonia del Pacto de Mayo en Tucumán, que arrancará con una vigilia, este lunes por la noche.
Lo terminaron de convencer sus asesores, y la insistencia del ministro del Interior, Guillermo Francos.
Esta es una lista incompleta de las incomodidades y decepciones de Macri:
- Estaba ansioso por empezar a trabajar en una hoja de ruta que habían acordado con Milei y su asesor más importante, Santiago Caputo.
- Incluía una estrategia parlamentaria conjunta, un tratamiento fluido con los gobernadores de Juntos por el Cambio y la designación de cuadros técnicos del partido en las segundas y terceras líneas de la administración.
- El final de la hoja de ruta debía desembocar en un acuerdo entre Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza para las legislativas de 2025.
Pero nada de eso sucedió. En el último encuentro cara a cara que mantuvieron Milei y Macri, hace ya casi dos meses, el Presidente le había echado la culpa a su exjefe de gabinete, Nicolás Posse, por la demora en atender a los pedidos del jefe del PRO.
Pero ahora Macri cree que es el propio Milei el que no tiene ningún apuro.
Alguien que lee todas las encuestas que recibe el Gobierno dijo: “Casi el 95 por ciento de quienes apoyan a Macri bancan a Milei. ¿Para que necesitaría el Presidente hacer un acuerdo de cúpulas con Mauricio si ya tiene sus votos adentro?”.
Entre las encuestas que le llegan al Presidente, hay una de Opina Argentina, recién “salida del horno” exclusiva para sus clientes, con las siguientes conclusiones:
- La imagen de Milei sigue estable desde que asumió la presidencia, muy por encima del 50%.
- Los votantes de la Libertad Avanza y el Pro lo siguen apoyando en forma casi unánime.
- Entre los opositores, Axel Kicillof es el de mejor imagen, seguido por Martín Llaryora, el único con diferencial positivo.
- La mirada crítica sobre el presente es mayoritaria. Sin embargo, de cara al futuro, prevalece el optimismo.
Hay otra, de Aresco, que revela la misma tendencia:
- La gestión de Milei está siendo bien vista por el 56 por ciento de los consultados.
- Su imagen se mantiene en el 55 por ciento.
- Se percibe la misma y constante expectativa negativa sobre el país que se viene arrastrando desde hace años.
- El dato nuevo es que aumenta cada vez más la expectativa favorable.
Incluso hay otro par de datos muy interesantes:
- El 21.5% cree que habrá una recuperación económica antes de fin de año.
- Y el 27.4% dice que la espera para 2025.
- Y el 25.3%, después del 2025.
Es decir: solo el 20.8% descuenta que la economía no se va a recuperar.
Lo que no estarían calculando los asesores de Milei es la eventual capacidad de daño del expresidente. ¿Fue la última carta de Macri reclamando al Gobierno que cumpla con el fallo de la Corte y le devuelva a la Ciudad el dinero de la coparticipación que -le quitó Alberto Fernández para dárselo a Axel Kicillof -un aviso de alerta al gobierno nacional?
¿Le estaba sugiriendo Macri a Milei que a partir de ahora se termina la adhesión incondicional y comienza el apoyo crítico?
En cuanto Milei leyó la carta de Macri, le pidió a Manuel Adorni que saliera a decir que a la Ciudad se le devolvería la coparticipación que le corresponde.
Sin embargo, para el jefe del gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, ese gesto no sería suficiente. De hecho, quiere reunirse con Caputo mucho antes de la fecha que el ministro le propuso, durante la última semana de este mes. Si fuera posible, lo vería, cara a cara, ahora mismo.
Jorge Macri desea dejar en claro que el monto total que le corresponde recibir a la Ciudad no es por el equivalente dos mil millones de dólares sino de cuatro mil millones de dólares. Porque eso incluye el retroactivo.
De cualquier manera, hay algo en lo que Milei y Mauricio Macri coinciden. Los dos consideran la incorporación de Federico Sturzenegger al gabinete como un acierto. En especial, por su capacidad de comunicar la necesidad de que el Estado sea eficiente y no esté al servicio de la militancia de turno.
El nuevo ministro de Desregulación y Transformación todavía no se terminó de acomodar, pero ya empezó a generar el tipo de ruido que le gusta a Milei. Por un lado, anunció que a partir de ahora los nuevos empleados del Estado deberán cumplimentar un examen de ingreso. Y por el otro, dejó filtrar que desregulará el mercado de la aeronavegación, lo que está siendo muy bien recibido las empresas privadas y públicas nacionales e internacionales.
Quiénes todavía no se pusieron de acuerdo son la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el nuevo responsable del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), Sebastián Pareja. Pettovello quiere seguir denunciando a Juan Grabois ante la justicia porque cree que tiene muchos elementos concretos para hacerlo. Y Pareja sigue insistiendo con la idea de que no hay pruebas que involucren a Grabois.
El Presidente, esta semana, le dijo a Pettovello: “Si consiguen los documentos y las evidencias que involucran a Grabois vayan para adelante”.
Al mismo tiempo, Milei entregó la llave del FISU al ministro Caputo, quien redujo la estructura a su mínima expresión y ya anticipó que para las nuevas obras “no habrá plata”.