El periodista de LN+ intentó comprender la interna del Frente de Todos en su clásico editorial
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En su habitual columna de opinión en La Cornisa, Luis Majul apuntó contra la cúpula del gobierno nacional y profundizó en la interna que atraviesan las principales figuras políticas del Frente de Todos. “Como se trata de un gobierno de irresponsables, cuyos máximos referentes se viven amenazando y se la pasan mintiendo, es imperioso comprender qué hay detrás de estas jugadas”, puntualizó el conductor de LN+.
A continuación, la columna editorial completa de Luis Majul:
Massa lo sabía. En algún momento, Cristina, lo iba a empezar a esmerilar. Lo que no esperaba es que la picadura del escorpión fuera tan temprano. Inmediatamente después de lograr que los productores de soja liquidaran mas de 8 mil millones de dólares.
El ministro todavía está enojado. Soñaba con que, al menos, Cristina reconociera que sus primeras decisiones sirvieron para una devaluación estruendosa, o un estallido social. Le pareció inoportuno que eligiera la publicación de los índices de pobreza e indigencia, que ya superaron a los que dejó el gobierno de Macri, para escribir su primer tuit de maestra ciruela.
Le molestó, en especial, el lenguaje elíptico, poniéndose por encima de un problema del que ella también es la principal responsable. “El ministerio de Economía ha trabajado duro en todas las áreas de su competencia, pero es necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia”, escribió.
Le sonó, al equipo de Massa, como el último reto o recomendación que le hizo a Alberto, en el medio del fuego cruzado de esta coalición de locos. Cerca de Massa juran que no lo mandaron a Rubinstein para responder a Cristina. Pero suscriben cada una de las palabras del viceministro, otro tuitero compulsivo.
Tuit Rubinstein: “Lo antes que podamos deberíamos volver a la macro del 2003-2005: superávit primario del 3% del PIB. Por ende superávit externo (cta cte del 2% PIB). Dólar único. Inflación del 5% anual (sin controles de precios). Tasa Lebac (Leliq) 6% anual. USD 40,000 millones de Reservas Netas”.
Como se trata de un gobierno de irresponsables, cuyos máximos referentes se viven amenazando y se la pasan mintiendo, es imperioso comprender que hay detrás de estas jugadas. Rubinstein castigó a Cristina con el argumento que más le duele: le dijo que sus dos gobiernos habían sido muy malos.
La traducción de su tuit lleno de cifras y porcentajes debería ser. “Tenemos que volver a los dos primeros años del gobierno de Néstor, cuando Lavagna y yo formábamos parte del equipo económico. Después llegaste vos, Cristina, e hiciste y dejaste un desastre”.
¿Es probable que el vice ministro se vaya, dando un portazo? Cristina ya le advirtió a Massa que será el último desplante de Rubinstein que va a tolerar. Ella está en el peor momento de su carrera política.
A punto de ser condenada en la Causa Vialidad- corrida por derecha, por una inflación que viaja al 100 por ciento anual y, por izquierda, por las organizaciones sociales que copan las calles y el Partido Obrero- se puso en modo alerta cuando verificó un leve crecimiento en la imagen positiva de Massa, y optó por matar varios pájaros de un tiro.
- Sacudió al ministro por derecha.
- Intentó fidelizar a su votante por izquierda.
- Y eligió otro enemigo perfecto: a las grandes empresas de alimentos y otros servicios.
De hecho, los voceros del Instituto Patria, le pasaron la listita a periodistas económicos, que la hicieron pública. Se trata de Molinos, Arcor, Ledesma, Down Chemical y Techint. Como siempre, Cristina borra con el codo lo que escribe con la mano en sus redes sociales.
Dos ejemplos concretos.
Uno: A la super renta que le achaca a las empresas debería conectarla con la super ganancia que viene obteniendo con sus dos jubilaciones de privilegio. Porque estaría cobrando cerca de 5 millones de pesos en la mano, y todavía pretende embolsar una indemnización retroactiva que superaría los 150 millones de pesos.
Dos: Como bien apuntó @traductorfandeTalleres, a su libro Sinceramente, Cristina le aplicó un super aumento que excede largamente el índice de inflación. El libro salió a la venta a 598 pesos en mayo de 2019. En septiembre de 2021 ya lo aumentaron a 2500 pesos. Y ahora lo pusieron a 4400 pesos.
Es decir: incrementó el precio de tapa en 636 por ciento. Muy por encima de la inflación acumulada, de más del 250 por ciento. ¿Cuánto militantes habrán sacado la plata de su bolsillo para pagarlo? ¿Cuántos sindicatos y organizaciones políticas vinculadas al kirchnerismo habrán comprando cientos o miles de ejemplares para repartirlos, gratis, entre sus adherentes?
Hablando de millonarios y de mentiras, ayer Máximo Kirchner, en Morón, no habló de pobreza ni de inflación, ni del acuerdo con el Fondo que logró Massa, ni de la pobreza ni la inseguridad en la provincia de Buenos Aires, ni del desastre que son las escuelas allí, sino de la disparatada toma de colegios en la Ciudad y la actitud de Rodríguez Larreta, a quien le dedicó un enrevesado análisis psicológico.
Hay 15 escuelas y colegios porteños que siguen tomados. Pero es imperioso dejar en claro que la base del reclamo está atravesada por la mentira, la exageración, y el disparate. Ni los chicos pasan hambre ni las pasantías son sesiones de tortura. Y no solo por parte de los ciertos estudiantes. También de algunos padres.
Hay un ambiente autoritario, donde el que quiere estudiar y se opone a las tomas, es objeto de bullying y maltrato. Hoy, como todos los domingos, leí con detenimiento las columnas de opinión de nuestros colegas. Y me llamó la atención una que firma Fernán Saguier, director de la Nación, titulada “El periodismo se reinventa en la era digital”. Fue en el marco del Congreso Mundial de Editores de Noticias, que se celebró en Zaragoza, España.
Entre las nuevas tendencias, Fernán habló de una “luz colorada”. Lo que llamó “carga de negatividad que transmitimos los medios” a los lectores en particular y las audiencias en general, como una derivación de la polarización política que hay en el mundo. Planteó como alternativa, la difusión de otro tipo de noticias, sobre salud, deportes, entretenimiento e historias inspiradoras.
Es probable que ese sea un camino. Sin embargo, la voz de pibes como Franco nos pareció, también, muy refrescante. Así como nos resulta sumamente tóxico y dañino que las reivindicaciones estén sostenidas en mentiras históricas. Y que sea el gobierno el que les aliente y las convalide.
La quema del puesto de Gendarmería por parte de falsos mapuches en Villa Mascardi es el último ejemplo de la semana. Hoy a la tarde hubo una marcha. Y hasta allí viajó Patricia Bullrich.
Y ya que estamos tan movilizados por el estreno de Argentina, 1985, la película, es bueno que recordemos el día en que Néstor Kichner manipuló la verdad histórica al decir: “Vengo a pedir perdón en nombre del Estado por la vergüenza de haber callado tantas atrocidades durante 20 años”.
Lo hizo el marzo de 2004, en la ESMA, en el medio de un contexto emocional irrepetible. Así que primero te invitamos a ver la película. Y después te recordamos una vez más, el alegato final del fiscal Julio César Strassera, cuando las papas quemaban de verdad.
Strassera vivió lo suficiente como para quitarle las máscaras a la mentira. El 21 de febrero de 2014, en el marco de una entrevista a Silvia Mercado y Ceferino Reato, el ex fiscal criticó la política de derechos humanos del kirchnerismo puso las cosas en su lugar: así que, Cristina, Alberto y Massa, nunca más nos vuelvan a mentir. Porque ya estamos grandes y nos damos cuenta de todo.