El periodista de LN+ analizó la difícil situación socioeconómica del país y responsabilizó al Frente de Todos
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En medio de una inflación creciente y un contexto económico complicado para los argentinos, Luis Majul abrió La Cornisa con una contundente columna editorial en la que analizó la actualidad de la Argentina. La suba de precios, los procesos penales, la partida de cientos de ciudadanos del país, entre otros puntos, tuvieron la mirada del conductor de LN+, quien afirmó: “Los muy ricos ya no lo son tanto. La clase media se transformó en media baja. Y la clase baja se convirtió en indigente”.
A continuación, la columna de opinión de Luis Majul:
¿No estás verdaderamente harto, de que todas las semanas, por H o por B, Cristina nos imponga su agenda egocéntrica, personalísima, mientras tus ingresos se deprecian cada vez más, tus hijos se van del país porque sienten que aquí no tienen futuro. Todavía estás asimilando el impacto de la cuarentena eterna y, encima, cuando salís de tu casa tenés que mirar hacia los cuatro costados para evitar que te roben el celular, o lo que es peor, ¿que te peguen un tiro para robarte el celular?
¿No estás harto de un Gobierno, que, en vez de focalizarse en bajar la inflación, busca, cada dos por tres, una teoría conspirativa nueva, para darle épica al fallido atentado de los copitos contra Cristina? Durante las tres primeras semanas de septiembre, la inflación ya alcanzó el 8 por ciento. Esto quiere decir que cuanto termine el mes, el costo de vida le empatará al de agosto, que fue del 7 por ciento. Y nuestro poder adquisitivo será, una vez más, 10 veces más bajo que hace 30 días.
¿Cómo se puede explicar entonces que Cristina no se dé cuenta en qué país vivimos, si ella es parte y beneficiaria del Gobierno? ¿Cómo se puede entender que monte semejante teatro solo para atacar a los jueces, los fiscales, la oposición y los medios de comunicación y no se arremangue, por ejemplo, para combatir la pobreza?
Lo escuchaste ¿no? Cristina se dirigió al juez Jorge Gorini, al que le habían dejado un artefacto no explosivo en la puerta de su casa. Y le habló con el lenguaje de los mafiosos. “Si a mí, que ni siquiera soy mortal, casi me matan. ¿Te imaginás lo que te pueden llegar a hacer a vos, no?”, pareció que le estaba diciendo.
Pero en medio de toda la tensión, y mientras se preparaba para hacer su alegato, Cristina casi obligó a José Mayans a sacar la media sanción de una disparatada ley para ampliar la Corte hasta 15 miembros. Y decimos disparatada, con fórceps, porque ni siquiera se tomaron el trabajo de reemplazar, en la primera versión original, que decía 25 miembros, el cambio en el texto.
Vamos de nuevo: como Cristina presentó media docena de recursos ante la Corte para evitar el juicio de Vialidad, y fueron rechazados, ella ahora amenaza al tribunal supremo con pasarlo por encima. Si me lo permiten, yo recomendaría a la oposición que mantengan los ojos bien abiertos. Por ahora nada hace suponer que puedan lograr la sanción en Diputados. Sin embargo, solo se necesitan 129 legisladores para obtenerla.
Es decir: Habrá, en las próximas horas, en el Congreso, mucha billetera mata conciencia. Mucha billetera mata valores. Dinero que rompe corrompe y divide. De hecho, el senador Luis Juez, la semana pasada, se plantó frente a sus pares y preguntó: “Si decimos que esto es un disparate ¿para qué bajamos al recinto al discutir la ley de ampliación de la Corte?”.
Y sobre la posibilidad de eliminar las PASO, ojos más abiertos, todavía. El presidente había jurado que no las tocarían. Pero también había asegurado que no tocaría a la Corte ¿no? Por eso a nadie sorprende que él mismo haya dado por abierto el debate. Cristina no está muy convencida.
Teme que, si se eliminan, no podrá imponer su criterio de elegir los candidatos, con la amenaza de armar una interna donde no la dejen, como hizo en anteriores oportunidades. Alberto tampoco parece muy convencido. Aunque parezca mentira, todavía tiene la expectativa de competir y ganar. Y Sergio Massa, para ser competitivo, necesita transformar el plan “llegamos como podemos” en un programa de estabilización, cosa que parece bastante lejana.
Los gobernadores sí quieren eliminarlas. El de San Juan, Sergio Uñac, ya lo consiguió. En Salta, lo mismo. ¿Y qué hará Javier Milei? A Axel Kicillof, eliminarlas, le vendría muy bien. Porque cada día que pasa, aparecen encuestas que aseguran que Juntos por el Cambio le va a terminar ganando. Porque al gobernador, la mayoría de la gente, lo percibe como cómplice del desastre. Y porque su desconexión con las cosas que preocupan de verdad, cada vez se nota más.
Sin ir más lejos: ayer -como la provincia de Buenos Aires es una mezcla de Disneylandia y Suiza- el gobernador se dio el lujo de participar en un acto en apoyo a Lula. Pero ahora hablemos de las cosas que importan.
Se llenaron la boca diciendo pero Macri, pero la pandemia, pero la guerra y no se que más. Pero seguimos rompiendo récord de inflación 2022 entre los países de América del Sur. Solo nos supera Venezuela, con una inflación anual proyectada de 153 y después venimos nosotros, a toda velocidad, con una inflación de casi 80 por ciento.
Según Focus Market, la consultora de Damián Di Pace, estos son los 10 productos de consumo masivo que más aumentaron en un año.
- Pañales: 146.8 por ciento.
- Huevos: 131, 5 por ciento.
- Azúcar: 129,2 por ciento.
- Rollo de cocina: 109,8 por ciento.
- Papel higiénico: 98.7 por ciento.
- Yogures: 85.8 por ciento.
- Cereales: 83.1
- Aceite: 80.3.
- Hamburguesas: 80.2
- Harina: 79.3 por ciento.
Otra catástrofe. ¿Querés más números para documentar el desastre? Mirá cómo perdió la jubilación mínima frente a la inflación. Y compará la jubilación mínima, que no llega a 50 mil pesos, con la suma de las dos jubilaciones de privilegio de Cristina Kirchner, que casi alcanza los 5 millones de pesos.
Es decir 100 veces más. Y encima ahora nos quiere convencer a todos que Lázaro Báez, su socio….
- Con condena firme por haber lavado 60 millones de dólares.
- El que le regenteaba sus hoteles y le pagaba por eso un monto desproporcionado.
- Al que Néstor le cedió las mejores áreas petroleras, junto con Cristóbal López
- El que pasó de cajero de banco a manejar una constructora a la que le dieron más del 80 por ciento de la obra pública en Santa Cruz, entre 2003 y 2015
No es ni su amigo ni tiene nada que ver con ella. Vamos, Cristina. Su militancia incondicional dice que a usted, la economía de bolsillo, le importa y mucho. Y que se jacta de saber hacer cuentas. ¿Sacó la cuenta de cuántos salarios mínimos se necesitan en Argentina para comprar un IPhone 14?. ¡5.3!
Si. También en esto somos casi campeones. Solo nos supera Venezuela, Nicaragua y República Dominicana. Va otra cuentita sencilla: para igualar su poder de compra a la fecha de su lanzamiento, diciembre de 2017, el billete de 1.000 tendría que ser de ….¡10.0000!
No fue magia, señores del Frente de Todos. Fueron ustedes, Alberto, Cristina, Massa y todo el peronismo que lo acompañó. Los muy ricos ya no lo son tanto. La clase media se transformó en media baja. Y la clase baja se convirtió en indigente. Hace 40 años que gobiernan en la mayoría de los distritos del país, y no hay red de agua potable en la mitad del territorio.
Los chicos del primer trabajo no pueden comprarse ni un par de zapatillas, un auto, o irse de vacaciones con su plata. Y menos juntar plata para comprar un departamento.
Si en algún momento la vida me permitiera entrevistar a Cristina o a Máximo, les preguntaría por la codicia. Y le pondría este tape de Darín respondiéndole a Fantino cuánta plata se necesita para vivir.
Y? ¿El dinero para qué sirve? ¿Para vivir mejor? ¿Mejor de lo que yo vivo? Me pego dos duchas calientes por día. Me estaba yendo bien en el teatro, estaba trabajando genial, nos iba la gente, nos besaba y abrazaba en la calle... La ambición te puede llevar a un lugar muy oscuro, muy desolador. A mí no me moviliza. No es que no me guste la guita o no me guste ganar guita o estar en una situación de estabilidad y tranquilidad económica. No estoy hablando de eso. Pero, ¿cómo me van a poner por delante la carta de “si es un tema de dinero...”, si yo dije “no puedo hacer esto, me quiero ir a mi casa, no me interesa”? No era una cuestión de dinero, pasaba por otro lado, pero algunos no lo logran entender.
Y también le recordaría la respuesta que le dio Máximo a Alejandro Bervocich, cuando el periodista le preguntó cuántas propiedades tenía.
LA NACION