En su columna de LN+, el periodista reflexionó sobre el lugar que ocupa la vicepresidenta en la escena política hoy y el deseo de muchos funcionarios de que no se presente a ningún cargo en 2023
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En su clásica columna de LN+, Luis Majul analizó la actualidad política de la vicepresidenta Cristina Kirchner y el pedido de Gerardo Morales, gobernador de Jujuy y una de las principales figuras del radicalismo, de que se retire de la escena para las elecciones que se llevarán a cabo en este 2023.
A continuación, la columna completa de Luis Majul:
¿Es hora de que Cristina se vaya a su casa? Muchos lo piensan, pero uno de los pocos que lo acaba de decir en voz alta fue Gerardo Morales. Fue ayer, en el lanzamiento de su precandidatura a presidente, con la presencia de Lilita Carrió, Martín Lousteau y Mario Negri, entre otros.
También quieren que se vaya Alberto Fernández, Aníbal Fernández, Sergio Massa y la mayoría de los gobernadores y los intendentes peronistas, excepto los que dependen de ella para seguir instalados en su feudo, como el de Formosa, Gildo Insfrán, entre otros.
La diferencia entre unos y otros es que nadie se lo dice en la cara, porque, hasta hace poco, su poder de daño seguía intacto, y los machos del peronismo no le querían enfrentar. Me acuerdo cuando cerca de Alberto y de Massa juraban que Cristina se iba a ir a su casa a tejer escarpines para su nietita Helena y que el presidente solo la iba a molestar para consultas específicas.
Pasó todo lo contrario. No solo no se fue, sino que volvió loco a Alberto, a medio gabinete y a todos los argentinos, al mismo tiempo que se lavaba las manos, como Poncio Pilatos, y le echaba la culpa de todos los males al hombre que ungió como presidente, usando a sus ventrílocuos más picantes.
Sin embargo, después de lo de Aníbal Fernández, llamando vago a Máximo Kirchner e invitando a Cristina a bajarse del pedestal y competir en las PASO, algo parece estar cambiado en el peronismo. Parece que, por fin, alguien recogió el guante y aceptó el desafío que allá, por 2014, lanzó el hijo de Néstor y Cristina, en su primer discurso en público, en octubre de 2014, cuando le propuso a los principales dirigentes de su partido y de la oposición que enfrenten a su mamá, porque la consideraba invencible.
Pero ahora Cristina no quiere o no se puede dar el lujo de competir en unas PASO. Sigue afectada emocionalmente y su calvario judicial no le deja pensar con claridad. Por eso los chicos grandes de La Cámpora están fuera de sí, desesperados porque van a perder las cajas; amenazando con pasar a la clandestinidad, anticipando que podrían generar las condiciones para que Alberto se termine yendo en helicóptero y advirtiendo que al próximo gobierno ni siquiera lo dejaran acomodarse, antes de empezarlo a boicotear.
Si la interna fuera solo entre el mequetrefe, la mechera o el ministro manos de tijera, como les dice Viviana Canosa, vaya y pase, pero nos pega a todos los argentinos en el centro de nuestras vidas porque la inflación se acaba de transformar en superinflación. El congelamiento de las tarifas hace que desde hace 20 días un promedio de 100.000 usuarios viva sin luz. Rosario, Córdoba y la provincia de Buenos Aires se siguen desangrando y la pobreza, el deterioro y el estado de descomposición del país ya no se soporta un minuto más, como los vemos, todos los días, en la calle, cada cinco minutos.
Por eso, quizá no sea lo único que haga falta para empezar a enderezar a nuestro país, pero Morales dijo en voz alta lo que piensa entre el 60 y el 70 por ciento de los argentinos. Que el tiempo de Cristina ya terminó, que sería lo mejor para todos que se fuera para su casa.