El periodista de LN+ reveló la existencia de una nueva interna (otra más) en la cúpula del oficialismo, esta vez entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y el Presidente Alberto Fernández
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De todas las metáforas que se usaron para hablar de lo mal que funciona este gobierno, la que más le cuadra es la del avión que cae en picada mientras el piloto principal, el copiloto y el asistente de vuelo se siguen agarrando a trompadas en la cabina, con la puerta cerrada. Y por supuesto: con los pasajeros aterrados, rezando para que no se produzca el impacto final.
El dato de última hora es que Sergio Massa está enojado con Alberto Fernández porque sostiene que el presidente habilita a sus amigos para que lo critiquen off the record.
Lo mismo le achacaba Cristina Kirchner a Alberto, y la acusación tuvo efectos prácticos. La vice presionó fuerte hasta que logró que lo despidieran a Juan Pablo Biondi, su primer vocero y también amigo.
Pero esta es apenas unas de las mil y una internas que a cielo abierto se manifiestan en el Frente de Todos. Además de esa, hay que anotar.
- La pelea entre Aníbal Fernández y Sergio Berni, y en simultáneo, la de Alberto y Axel Kicillof por la decisión inconsulta del gobierno nacional de enviar gendarmes a las zonas más calientes del conurbano bonaerense.
- Como ni Alberto ni Aníbal soportan a Berni, y hace siglos que ni siquiera se hablan, decidieron enviar cientos de gendarmes a La Matanza, La Plata y Pilar, entre otras localidades, sin siquiera pegarle un golpe de teléfono al gobernador.
- Y como Axel sospecha que se trata de una jugada más del entramado que tiene como pelea de fondo a la del presidente con Cristina, le acaba de enviar una carta donde destaca que se trata de una locura.
Aunque parezca un miserable juego de perversión política, a esto hay que agregar:
- Que Máximo está peleado con Kicillof porque quiere que sea candidato a presidente y que no vaya a la reelección como gobernador. Lo considera un egoísta y un desagradecido que juega siempre para él.
- Que Andrés “el Cuervo” Larroque se distanció de Máximo porque sostiene que no hay que romper con Massa y el peronismo de centroderecha, sino sumarlos a la masa crítica del Frente de Todos.
- Que Cristina está harta de todo. Y en especial, resentida porque a pesar de las promesas y el barullo, las causas de corrupción contra ella avanzan y la deterioran, mientras todos pierden votos a lo pavote.
- En el medio de semejante desbarajuste está la gente, conviviendo con una inflación insoportable, un calor que no da tregua, la inseguridad el narcotráfico y las sospechas de corrupción.
Una buena parte de la clase dirigente sostiene que estás peleas egocéntricas, igual que las que existen en Juntos por el Cambio, lo único que hacen es favorecer a Javier Milei, cuya intención de voto sigue creciendo en todo el país.
Sin embargo, Milei, cada tanto mete miedo, por sus posiciones extremas.
Su postura a favor de armar a la ciudadanía para que se defienda de los delincuentes, en línea con lo que plantea su aliado Ricardo Bussi en Tucumán, hace que muchos argentinos lo miren con recelo.
Ayer, en La Cornisa, después de discutir a los gritos con la colega Jesica Bossi, el candidato de la Libertad Avanza dio unas vueltas inexplicables para no hablar del tema.