El periodista analizó lo que fue la fallida declaración de Macri ante el juez Bava, de Dolores; “Parece que perdieron la brújula”, lanzó
- 2 minutos de lectura'
Luis Majul comenzó +Voces, su programa en LN+, con una columna de opinión sobre lo que fue la trunca declaración de Mauricio Macri en Dolores, ante el juez Martín Bava. “Una de dos: o son una oligarquía, con K, desconectada de la realidad, o son unos cínicos y nos toman el pelo”, arremetió.
“Si uno le presta atención a lo que hizo hoy el juez Martin Bava con el expresidente Macri puede estar tentado a suponer que perdieron la brújula. Que no les importa nada. Que apretaron al juez para lograr una foto de Macri procesado en el medio de la campaña. Que ni siquiera se tomaron el trabajo de prepararlo y de advertir que, antes de la citación, debían haberlo relevado del secreto de inteligencia. De hecho: Macri, ni bien salió, sin darse cuenta de que las cámaras lo tomaron, sintetizó el hecho con tres palabras: ‘Es un papelón’”, completó.
Acto seguido, el periodista analizó cómo continuó la jornada. “Pero necesitaban de este mamarracho para tapar la bronca que genera en la sociedad el hecho de que Cristina, como si no le alcanzara con toda la que se llevó, ahora se apropie, gracias a sus funcionarios y sus jueces amigos, de dos jubilaciones de privilegio y de vergüenza, un hecho que sintetizó con voz calma y mucha precisión la diputada Marcela Campagnoli”, señaló Majul en LN+.
Para el periodista, es “bronca que se retroalimenta, además, por el clima de odio y de resentimiento que agita el propio gobierno, a través del discurso que justifica el congelamiento de precios y la caza de brujas contra empresas”.
“Porque ese es el marco que eligieron los violentos dirigentes del MRT hoy, al irrumpir en el ministerio de desarrollo social, embardunar las paredes de polenta con la leyenda “Basta de polenta” y atacar a dos empleados, una de ellas, dicen a punto de perder la vista en un ojo”, subrayó.
Finalmente, para concluir el concepto con el que comenzó, dijo: “Pero tienen que ser, efectivamente, una oligarkía, o ser muy cínicos, o estar muy desconectados, para insistir con el congelamiento, con el dólar a casi 200 pesos, 19 millones de pobres, y un deterioro social que preanuncia una tormenta perfecta para el verano que viene, con la imagen negativa de Alberto, de Cristina, de Máximo y de Axel Kicillof por el piso, y con la incertidumbre de dos largos años por delante”.
LA NACION