En su editorial de LN+, el periodista se refirió a la fuerte subida de la divisa estadounidense paralela, que tuvo lugar este martes; también habló de la tensión que generó la salida de Antonio Aracre
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En su clásica columna de LN+, Luis Majul se refirió a las asperezas que se viven dentro del Frente de Todos en el marco de la escalada del dólar y la renuncia de Antonio Aracre, que llegó como un pedido de Sergio Massa y generó tensión en la relación con Alberto Fernández. En esa misma línea, sigue en juego la interna de Juntos por el Cambio y crece la figura de Javier Milei.
A continuación, la columna editorial completa de Luis Majul:
Dólar sin freno y mar de fondo. Detrás de la renuncia de Antonio Aracre, jefe de asesores del presidente, hay, en el Gobierno, un mar de fondo, que podría terminar en un tsunami: con la probable renuncia de Sergio Massa o la salida de Miguel Pesce como presidente del Banco Central, junto con inminente anuncio de Alberto sobre su candidatura.
Para que se entienda bien, y aunque a muchos las parezca mentira: el presidente todavía piensa seriamente en que puede ir por la reelección y ganar. Pero Cristina, Máximo y Massa, le habrían dado un ultimátum: ¿Cómo se llegó hasta aquí?
- Aracre tuvo que renunciar después de que Massa se enteró de que el asesor presidencial había hecho un off the record con dos periodistas. Conversación en la que, aparentemente, habría dado a entender que Massa sería reemplazado por él mismo, y que en las próximas horas se aplicaría una devaluación del 30 por ciento.
- Según fuentes vinculadas a Massa, ese rumor provocó una crisis en el mercado cambiario, que detuvo una fuerte liquidación de divisas, y empujó el precio del dólar a más de 420 pesos. Las mismas fuentes dicen que entonces Massa encaró al Presidente y le dijo: “O se va Aracre ahora mismo o me voy yo, y arreglate como puedas”.
- La versión de otras fuentes cercanas al Presidente, agregan más dramatismo a la interna. Porque sostienen que Massa pidió también la cabeza de Pesce y Alberto le respondió: “Si me siguen apretando el que me voy soy yo. Porque no estoy dispuesto a entregarle el gobierno a Massa”.
Se trata de una crisis cuyos verdaderos alcances todavía se desconocen. Porque todavía faltan diez meses para el cambio de gobierno, y los tres grandes responsables del desastre imperante se tiran las renuncias sobre la mesa.
Mientras tanto, la interna permanente de Juntos por el Cambio hace perder votos al principal partido de la oposición. ¿Y dónde estarían yendo esos votos, atravesados por la bronca y el hartazgo? Hacia Javier Milei, a quien se lo compara, alternativamente, con Pedro Castillo, Jair Bolsonaro, Nayib Bukele y Donald Trump, mientras él sigue agitando la dolarización, como el único remedio para todos los males de la economía argentina.
Ayer a última hora, Massa formulaba una advertencia, e intentaba tranquilizar a sus conocidos en el mercado. La advertencia era: “Si desde adentro del Gobierno me siguen esmerilando van a acelerar la crisis y convertir en presidente a Milei. Tengo encuestas que me lo están anticipando”. Y acto seguido recomendaba el tuit de un economista que maneja una consultora para Fondos de Inversión. Se llama Alejandro Kowalczuk. Y el tuit dice: “Massa se queda hasta el final, porque el final es cuando se vaya Massa”.