En su editorial de LN+, el periodista analizó las acciones del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio ante las problemáticas actuales y las elecciones del 2023
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En su clásica columna de LN+, Luis Majul se explayó sobre la situación política del oficialismo y la oposición. Por un lado, se refirió a la visita de Alberto Fernández a Estados Unidos y la respuesta de algunos senadores norteamericanos. Además, analizó también la interna que existe dentro de Juntos por el Cambio y el daño que hace el escenario actual a las posibilidades de ganar.
A continuación la columna editorial completa de Luis Majul:
Disociados. El gobierno argentino es un verdadero despelote y en Juntos por el Cambio la interna por el poder empieza a crecer de manera peligrosa. ¿En qué se parecen unos y los otros? Dan la impresión de estar disociados de la realidad y la crisis.
Ayer, el Presidente fue a mendigar a los Estados Unidos 10 mil millones de dólares para salir del agujero negro y evitar una devaluación, una corrida y un default. Mientras tanto, el senador republicano Ted Cruz presentó un proyecto de ley para que se investigue a Cristina Kirchner, Máximo Carlos Zannini y Oscar Parrilli, entre otros, a quienes acusa por varios casos de corrupción. En su presentación, Cruz les endilgó haber puesto “a las instituciones argentinas al servicio del terrorismo global de Irán”.
En simultáneo, la congresista cubana norteamericana Elvira Salazar elevó, ante la Cámara de Representantes, un proyecto similar. Salazar es la misma que tiempo atrás interrogaba al Secretario de Estado Antony Blinken, sobre la posible instalación de una base militar China en la Patagonia.
La bilateral de Alberto con Biden y la acusación de Ted Cruz, permitió a Cristina Kirchner seguir jugando a la víctima, y poner en la misma bolsa de su paranoia injustificada a la oposición, a Magnetto y a los Estados Unidos, por medio de un tuit delirante, que ya no interpela a nadie.
Juntos por el Cambio, mientras tanto, sigue en el medio de una interna a cielo abierto, que desgasta a sus integrantes y los alejan de la gente. Ahora el epicentro de la disputa se instaló en la ciudad de Buenos Aires.
Aquí Mauricio Macri, ya bendecido como el gran elector, presiona a Horacio Rodríguez Larreta para que solo le permita competir, desde Pro, a Jorge Macri, y no lo disimula para nada y al mismo tiempo, Martín Lousteau le reclama al jefe de gobierno reglas claras, con igualdad de condiciones.
El exintendente de Vicente López no quiere que Lousteau se cuelgue de la boleta de los dos precandidatos a presidente Larreta y Patricia Bullrich, como seguramente lo hará él. El exministro de Economía pretende que se voten los candidatos a presidente y los de la Ciudad en la misma fecha, pero con boletas separadas, lo que modificaría las reglas de juego imperantes, pero permitiría disociar la elección nacional de la porteña, y le daría más posibilidades de ganar.
Si no fuera porque el Frente de Todos tiene una responsabilidad de gobierno y Juntos por el Cambio no, se podrían vincular los dos comportamientos y enmarcarlos en el contexto de un grupo de dirigentes que no son conscientes de la profundidad de la crisis. No hacen más que darle de comer a Javier Milei, quien sigue creciendo en las encuestas, a expensas de los dos partidos mayoritarios.