No es una especulación, es un hecho: el Gobierno, ahora intervenido, está dispuesto a hacer cualquier cosa para dar vuelta la peor derrota del peronismo en toda su historia. ¿Qué significa cualquier cosa?
- Tirar de un solo saque, en las nueve semanas que restan para la elección, casi 150 mil millones de pesos, sin ningún tipo de planificación.
- Gastar un promedio de 100 millones de dólares por día para contener el precio del dólar, que se está acercando a los 200 pesos, dejando al Banco Central casi sin reservas, justo el viernes antes de los comicios.
Y esto, sin mencionar las trampas que podrían terminar en una anomalía política, más dañina, todavía, que la temida derrota electoral.
Si todavía no pudiste procesar la gravedad del contexto, escuchá y mirá de nuevo, pero con detenimiento, una parte de lo que piensa la verdadera jefa, Cristina Kirchner, en boca de su ventrílocua, Fernanda Vallejos, la diputada ultra kirchnerista que ya debería haber renunciado.
La receta que propone Vallejos es la que exigen Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Daniel Gollán: más platita, para evitar una catástrofe el próximo 14 de noviembre. Pero, ¿cómo vamos a dar vuelta todo esto, según Vallejos, o según Máximo? Con Cristina, con todos los chorros, a los que llama presos políticos, y todos los ultras. Porque ese, dice, es el capital político del Frente de Todos que no se puede dilapidar.
Al final, Vallejos tira la estocada: ¿Qué objetivos tienen Alberto y Guzman? ¿Ganar la elección o trabajar para Clarín y el FMI? Por eso dice: ‘No queda otra: hay que hacer una movida para voltear a Guzmán’.
Quitá del medio el ruido ambiente. Recordá que, al otro día de la publicación del sospechoso audio de Vallejos, el ministro Eduardo Wado de Pedro presentó la renuncia, traicionando así no solo políticamente sino personalmente al Presidente de la Nación. Incorporá, también, el dato central de que Cristina tiró “la carta bomba”, y perpetró así una suerte de golpe de Estado, aunque le quieran disfrazar de cualquier otra cosa. Y ahora, saltemos la página hasta llegar al verdadero objetivo: voltear a Guzmán, de una. Pero, ¿qué pasó? Guzmán se quedó, y no solo eso. También se atrevió, desde el programa de Víctor Hugo Dos Morales, a desafiar a la jefa máxima.
El Frente está roto, pero de verdad. Desde lo más profundo, que es el modelo de país. ¿Y cómo lo sabemos? Porque, después de las declaraciones de Guzmán, Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de Axel Kicillof, el que habla por boca de Máximo, envió otro mensaje inquietante al ministro y al Presidente. Están desesperados y confundidos. Incluida Cristina, quien atraviesa un momento de evidente debilidad. Por eso no pudo o no quiso, todavía, cumplir el deseo de su hijo de echar a Guzmán. Por eso “compró” la peor solución de todas: más peronismo feudal, más barones del conurbano, más heladeras, más lavarropas, más clientelismo, más prostitución política, más limosna y más muñeca para meter la mano es las urnas. Y todo esto, personificado en los nuevos viejos ministros: Aníbal Fernández y Juan Manzur.
Todavía faltan 56 días para las elecciones generales. Y no hay que subestimarlos: pueden llegar a hacer cosas muy peligrosas, contra vos y contra todos, para evitar la descomposición del peronismo. Porque, si bien ya no les queda tiempo de “comprar el voto”, a pesar de las heladeras y las bicicletas, después de la indignación que siguen produciendo el vacunatorio vip; los vacunados vip; el Olivos Gate, la imposibilidad de comprar y aplicarnos la Pfizer y así evitar miles de muertes; los más de 117 mil muertos por COVID; el aumento de la pobreza; de la desocupación; la falta de horizonte que dispara el deseo de ocho de cada diez jóvenes de irse del país; el cierre de las escuelas; de los negocios; el quiebre de miles de pequeñas empresas… ¿qué no se van a privar de hacer para evitar la catástrofe?
Ya nos están apuntando otra vez a los medios y a los periodistas, como hizo Mario Ishi, mientras el gobernador que grita pero no gobierna, Axel Kicillof y Alberto, aplaudían. Dice el intendente que los medios críticos tiramos veneno. Pero el principal veneno, Ishi, ustedes lo tienen adentro. Con Cristina y Máximo y Kicillof conspirando, desde el primer día, para condicionar al Presidente, hasta dejarlo sin una gota de poder. Menos mal que hay una buena parte de los argentinos que todavía piensan que hay cosas imposibles de comprar. Que los principios, los valores y la dignidad no tienen precio. Este video lo subió a su cuenta de Twitter Elisa Carrió, para criticar a Ricardo Lorenzetti y Raúl Zaffaroni. Pero se podría hacer extensivo a una buena parte del peronismo en el poder.
Cero para Lorenzetti y Zaffaroni!!! pic.twitter.com/a6sokMNtSF
— Elisa Lilita Carrió (@elisacarrio) September 25, 2021