La boxeadora cuenta que empezó a entrenar cuando una expareja ejerció violencia de género sobre ella
- 4 minutos de lectura'
Alejandra “Locomotora” Oliveras entró al mundo del box por el lado más insólito e inesperado: empezó a practicar guantes cuando ya no aguantó más el maltrato y la violencia física de su pareja.
La deportista padeció la miseria y así lo cuenta: “Estuve en la lona cuando no tenía para darle de comer a mis hijos. Dormía en el piso; a veces solo comíamos arroz con un pedacito de pollo que me regalaban. Antes del boxeo hice de todo, desde cortar el pasto a vender empanadas”.
Luego dice cómo se preparó para no aguantar un solo golpe más de maltrato doméstico.
“Aprendí a defenderme de mi pareja que me pegaba; le pegó a mi bebé y dije basta. Le pegué una piña, cayó sorprendido y me fui con mi bebé”, confiesa la boxeadora en Hablemos de otra cosa, el programa que conduce Pablo Sirvén por LN+, y que llega a su fin en esta señal, tras más de cinco años de estar en el aire.
La entrevista con Alejandra Oliveras tiene lugar en un gimnasio donde abundan elementos para practicar boxeo. “Siempre hay que entrenar con guantes -aconseja Locomotora frente a una bolsa-; se arranca primero por aprender la guardia. Recomiendo que primero aprendan la técnica. Tenés que entrenar tu corazón y así entrenás el cuerpo.” Y agrega: “Hay que invertir en el cuerpo, tener salud es comer sano y tener energía. Podés comer de todo, pero es la cantidad lo que engorda”.
Alejandra no solo es una gran deportista, sino que tiene un afán docente continuo para convencer a la gente de lo que cree que es bueno. Es enfática, de carácter, locuaz y muy simpática. Asegura que el cuerpo de cada uno es el “principal capital” y al que hay que dedicarle unos 40 minutos por día.
Oliveras es, al mismo tiempo, una incesante comunicadora. Graba videos continuamente que sube a sus redes sociales (inclusive TikTok) y no solo de contenidos deportivos, sino también psicológicos. Tiene gran poder de empatía y se maneja con un lenguaje llano y sencillo.
“Tengo que decir la verdad de una manera que lo entienda la gente -revela las claves de su gran llegada a los sectores más populares-; tenés que estar con gente positiva, que te eleve. Estar vivo, con lo que te toca, es un regalo. La vida me enseñó que hay que ser firme con los pensamientos propios. Por eso, cuando no das más, andá afuera o al baño y pegá un grito.”
Comenta también que quiere hacer un programa motivacional por televisión. “Mi sueño ahora es ayudar a la gente desde la tele”, desea, y agrega que vive dando charlas motivacionales por todo el país.
Ostenta seis títulos mundiales de boxeo. “Tengo el récord Guinness -subraya-; mi papá, que era fanático de Nicolino Locche, estaba en mi equipo, me impulsó y acompañó en toda mi carrera, pero mi mamá no quería que peleara”.
Asegura que aunque tiene los mismos cinturones que Floyd Myweather no es millonaria ni mucho menos porque dice que el boxeo femenino es víctima de promotores machistas, a los que prefiere identificar como “promochorros”.
“Se roban todo. El boxeo femenino te paga una miseria -se queja Locomotora-; no les tengo miedo. Les escupiría la cara. Mis hijos me decían que vaya a buscar trabajo y deje de boxear. Es que con el boxeo no me compré ni una bicicleta. Estoy luchando para que se termine esa discriminación. Nosotras queremos estar a la par”.
-¿Te tienen miedo los hombres?
-Me tienen miedo. Yo quise pelear contra un hombre. Ser mujer no significa ser una barbie y anoréxica. Ser femenina es ser vos. Uno de mis grandes golpes de la vida fue la violencia de género. Yo me entrené con hombres porque peleaba de verdad y a algunos he noqueado. Los golpes más duros los recibí más de hombres que de mujeres.
-¿Tenés novio?
-Tengo. El plus es que lo cuido y lo defiendo.
Otras definiciones de “Locomotora” Oliveras:
# “El boxeo son piñas, es el arte de pegar, porque para ganar una pelea tenés que pegar. El boxeo es eso: piñas. Pero una cosa es la violencia y otra es el boxeo.
# “El boxeo es una elección. No cualquiera puede ser boxeador. Se nace para ser campeón del mundo. El boxeo recreativo te da salud, algo que no tiene precio. La energía que Dios me dio la utilicé para el boxeo”.
# “Con que arranques caminando veinte minutos por día, ya estás entrenando. Para mí no existe la vejez. A los 80 me imagino fuerte, con muchos gimnasios en todos los barrios vulnerables.”
Hablemos de otra cosa se emite los sábados, a las 22, por LN+.
LA NACION