La polémica por los cantos racistas de la selección argentina campeona de la Copa América salpicaron al Gobierno y resaltaron la interna entre el Presidente y su hermana, y la vicepresidenta; ¿Qué es lo que les molesta?
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Un canto de cancha de la selección argentina, que se filtró durante un vivo de Instagram -canto con alusiones homofóbicas y racistas- disparó una tormenta política que casi desemboca en un conflicto diplomático con Francia y, por si fuera poco, terminó de quebrar la relación entre las dos mujeres más poderosos del país: Karina Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel. Y Milei quedó gambeteando en el medio. Como diría Villarruel: “Pobre jamoncito”.
Todo empezó con un tuit de Villarruel, que desacomodó a la Casa Rosada. “Argentina es un país soberano y libre. Nunca tuvimos colonias ni ciudadanos de segunda. Nunca le impusimos a nadie nuestra forma de vida. Pero tampoco vamos a tolerar que lo hagan con nosotros. Argentina se hizo con el sudor y el coraje de los indios, los europeos, los criollos y los negros como Remedios del Valle, el Sargento Cabral y Bernardo de Monteagudo. Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignación, hipócritas. Enzo yo te banco, Messi gracias por todo! ¡Argentinos siempre con la frente alta! ¡Viva la Argentinidad!”, escribió la vicepresidenta.
Argentina es un país soberano y libre. Nunca tuvimos colonias ni ciudadanos de segunda. Nunca le impusimos a nadie nuestra forma de vida. Pero tampoco vamos a tolerar que lo hagan con nosotros. Argentina se hizo con el sudor y el coraje de los indios, los europeos, los criollos y… pic.twitter.com/Wkevi8TrVO
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) July 17, 2024
Sé que cuando hablo de la Selección toco una fibra emocional muy profunda. Una fibra de nuestra estima nacional. Pero también estoy convencida de que, si queremos dejar atrás la cultura del populismo, tenemos que dejar de hacer populismo periodístico avalando lo que mucha gente quiere escuchar.
Lo que nos va a sacar del pozo no es hacer un nacionalismo berreta, como hizo el kirchnerismo, sino revisar los errores de nuestra cultura y corregirlos. Más allá de lo que haga o no Francia, nada de lo que haga otra persona u otro país, nada, justifica la violencia. Y el canto fue violento.
El mismo jueves, la hermana del Presidente fue a disculparse a la embajada de Francia por el tuit de Villarruel. La vicepresidenta tiene un amplio apoyo entre los seguidores de La Libertad Avanza.
Después habló Manuel Adorni. “Efectivamente [Karina Milei] fue a explicar que el desafortunado comentario ocurrido en las redes fue a título personal y que no era la posición del Gobierno entremezclar cuestiones de pasiones deportivas con cuestiones diplomáticas”, dijo el vocero de la presidencia en su tradicional conferencia de prensa, a la vez que aclaró que las relaciones con Francia están “absolutamente intactas” tras la visita de la hermana presidencial.
Para Milei es obviamente más importante su hermana que Villarruel. Pero a la vez sabe que su electorado no lo bancaría en una pelea con su vice. Así que para hacer un equilibrio en el poder se ve obligado a gambetear entre dos mujeres poderosas. ¿Qué molesta a los hermanos Milei -sobre todo a Karina- de Victoria? Es simple: que tiene un proyecto propio de poder.
Mientras tanto, el caso Loan nos sigue atravesando como sociedad. Va camino a convertirse en una trama similar a la de María Soledad, que terminó con un clan del poder: los Saadi.
Un mes después de la desaparición de Loan, el gobernador Gustavo Valdez pareció despertar y decapitó a la cúpula policial correntina. Habló de caranchos. “Es lamentable que se quiera sacar provechos de la cuestión política”, dijo en diálogo con la prensa y agregó: “Todos queremos saber dónde está Loan”.
¿Qué es un carancho en el diccionario del lunfardo? Se les dice caranchos a las “personas oportunistas, usualmente aplicado a abogados y sindicalistas abusivos”. Pero por extensión, en la Argentina podemos hablar de otros caranchos: los de la política. La dirigencia política que busca sacar tajada de la desgracia ajena.
La política caranchea cuando intenta sacar provecho, de un modo perverso, de la desaparición de niños inocentes, como Loan. O otras desgracias, como las económicas.
Todo es raro Raro porque el 29 de junio Valdés había avalado con un tuit la mentira de Laudelina Peña, cuando declaró que a su sobrino lo había atropellado con su camioneta el matrimonio de Pérez y Caillava.
La sensación es que Valdés está más preocupado por sus enemigos políticos internos -esos a los que llama caranchos- y por su sucesión, que se juega el año que viene, que genuinamente conmovido por el destino de Loan.
Las preguntas son muchas en torno al caso. Pero la pregunta del millón es: ¿A qué poderosos se quiere proteger en la trama de Loan? ¿Maneja el gobernador Valdez la provincia o hay una trama más poderosa, arriba de él, que es la que maneja realmente los hilos? ¿Por qué el comisario Maciel, que ayer declaró varias horas, sacaba fotos en la escuela de Loan y tenía fotos de chicos en su celular? ¿Por qué un hombre tan ligado a Valdés, como el misterioso senador oficialista Diego Pellegrini, fue a buscar a Laudelina de madrugada para que mintiera ante la Justicia provincial? Caranchos.
El viernes reapareció la reina del carancheo, Cristina Kirchner. Con un tuit tratando de sacar provecho de la turbulencia del mercado financiero. “¿Cómo dijo señor ministro? ¿No era que los impuestos eran un robo del Estado, el peso un excremento y el dólar, la moneda que le iban a dar a los argentinos…?”, escribió Cristina en su cuenta de X y sentenció: “Más perdidos que turco en la neblina”.