El editorial de Laura Di Marco en La trama del poder, por LN+
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Lo que se vio en el Teatro Colón el viernes por la noche es simplemente un acto fascista. Un escrache fascista. Las imágenes se viralizaron rápidamente. Javier Milei y su pareja, Fátima Flores, fueron a ver una ópera y fueron abucheados por una parte de los presentes, que cantaron consignas asociándolo con la dictadura.
No sólo eso: algunos violinistas presentes tocaron acordes de la marcha peronista, mientras se llevaba adelante el escrache, como marcando la cancha de que el lugar tiene propietarios y que los “cipayos” no son bienvenidos.
El sábado por la tarde lo entrevisté a Pacho O’Donnell, un intelectual a quien respeto; un hombre de la cultura que ocupó cargos tanto en el gobierno de Alfonsín como en gobiernos peronista. Y para mi sorpresa Pacho justificó el hecho. Dijo, más o menos esto: Milei cometió un error político al haber ido al Colón, donde era previsible que fuera escrachado.
Le salió al cruce el constitucionalista Daniel Sabsay con un tuit en el que decía: “Pacho O’Donnell consideró que Milei fue el responsable del escrache de que fue objeto en el Colón, porque no debió ir. Este psicoanalista “Zaffaroniano” convierte a la víctima en victimario. Nada peor que un K converso. Bravo Jorge Telerman por haber apoyado a Milei con énfasis”.
Pacho O'Donnell consideró que Milei fue el responsable del escrache de que fue objeto en el Colón, porque no debió ir. Este psicoanalista "Zaffaroniano" convierte a la víctima en victimario. Nada peor que un K converso. Bravo Jorge Telerman por haber apoyado a Milei con énfasis.
— Daniel Sabsay (@DanielSabsay1) November 18, 2023
Estamos hablando de un escrache a un candidato democrático votado por la gente que puede tener ideas que te gusten más o menos, pero que no tiene ni una sola denuncia por corrupción o haber cometido crímenes de lesa humanidad, por ejemplo.
César Milani, el ex-jefe del Ejército del kirchnerismo, denunciado por crímenes de lesa humanidad, ¿fue abucheado alguna vez en un lugar público de este modo? Martín Insaurralde, que es investigado por lavado de dinero por un monto de 100 millones de dólares, ¿fue insultado de este modo salvaje en algún evento?
Jorge Telerman, director del Teatro Colón, y el jefe porteño Horacio Rodríguez Larreta se solidarizaron con el candidato y condenaron el escrache. En un tuit el jefe de Gobierno porteño saliente escribió: “Estoy rotundamente en contra de los escraches y de cualquier tipo de violencia. Creo, como lo dije muchas veces, en el diálogo, el respeto y la tolerancia. Y voy a defender estos valores siempre, para nuestra Ciudad y para toda la Argentina”.
Estoy rotundamente en contra de los escraches y de cualquier tipo de violencia. Creo, como lo dije muchas veces, en el diálogo, el respeto y la tolerancia. Y voy a defender estos valores siempre, para nuestra Ciudad y para toda la Argentina.
— Horacio Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta) November 18, 2023
El domingo se devela la verdad. Vamos a un balotaje histórico entre Javier Milei y Sergio Massa, que le pone un broche de oro a una campaña donde la mayoría de los argentinos no vota con expectativa, con entusiasmo, como fue la elección de 2015. O te lo pongo de otra manera: la expectativa está puesta en que pierda el candidato que no me gusta, y no tanto en que gane el que vas a votar.
Vamos a algunas claves de este balotaje: la edad. Si hay una clave en esta elección es que la definen los jóvenes. El 30% de votantes tiene menos de 30 años. El 50% tiene menos de 42 años y el 60 por ciento tiene menos de 45 años.
En octubre ya se eligieron intendentes, cargos legislativos nacionales y municipales. ¿Tendrá tanto incentivo el aparato del PJ para movilizarse en favor de Sergio Massa, como lo hicieron en octubre?
Porque si Massa ganara las elecciones está claro que es un tapón para el crecimiento de sus otros competidores. El primero de ellos es Axel Kicillof, que aspira a la presidencia en 2027. ¿Y Cristina Kirchner? ¿Querrá que gane Sergio Massa y se convierta en el nuevo jefe del peronismo?
Hay un mercado que ve en Sergio Massa a una suerte de neo-Menem. Incluso se especula con un giro ortodoxo de Massa en la economía, con Carlos Melconian como ministro del área.
Acá no se sabe si esta es una expresión de deseos de Massa o si Melco efectivamente aceptaría. Una gran clave de este balotaje es la provincia de Buenos Aires y el conurbano: 37% y 23 % del padrón nacional respectivamente. Massa debería sacar 10 puntos de diferencia sobre Milei para ganar la elección.
Otros distritos para mirar: CABA, Mendoza, Santa Fe y Córdoba, que son proclives al voto opositor. Por eso el resultado del balotaje dependerá del balance de lo que saque Massa en provincia de Buenos Aires y de lo que coseche Milei en estos distritos fuertes.
El viernes hablé con varios consultores importantes (no se pueden difundir encuestas) y ellos vaticinan un menor voto el blanco de lo que anticipaban las encuestas. ¿Por qué? Porque mañana se va a votar con el estómago y, una vez en el cuarto oscuro, muchos que dicen que van a votar en blanco, finalmente tomarán alguna de las dos boletas. ¿Quién será el ministro de Economía si gana Milei?
Nadie lo sabe, pero si quiere estabilizar la macroeconomía desquiciada que tenemos, lo mínimo que se espera es que lo anuncie el mismo lunes, si es el domingo tenemos un ganador claro.
¿Y qué rol pueden tener Bullrich y Macri en un eventual gobierno de Milei? Ella cree que el 80% de sus votantes votarán por Milei y que el triunfo de Milei reivindicaría su modelo de “cambio de raíz”.
El triunfo de Milei la ubicaría como líder del Pro y podría tener un lugar importante en el esquema mileista. Macri es el padre de la criatura. Un padre reparador para Milei, como dijimos aquí. Un padrino político, que sin dudas colará ministros de Juntos por el Cambio en un gobierno de Milei. Tampoco puede colar tantos para no defraudar al núcleo duro libertario.
Pero ¿qué pasa si el domingo por la noche no hay un ganador claro de la elección? Hernán Cappiello alertó en una noticia publicada en LA NACION este sábado que el escrutinio provisorio puede ser ajustado, con una diferencia de décimas, aun cuando se carguen hasta el 98,5 % de las mesas.
¿Entonces? Si eso pasa, para conocer al ganador, habrá que esperar una semana más hasta el final del escrutinio definitivo.