El Presidente viajó a España y dividió la opinión pública entre quienes lo quieren y quienes lo odian; en la Argentina, el peronismo continúa desconcertado e inmerso en una batalla furiosa por liderar la herencia del PJ
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Los tiene mareados. El peronismo ya encendió a full la maquinaria de la “resistencia” contra un presidente elegido por el 56% de los argentinos, que le piden dar vuelta como un guante el rumbo económico de la Argentina.
El sábado por la tarde, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, que está en una batalla furiosa contra Máximo Kirchner por la herencia del peronismo, encabezó un acto en Florencio Varela bajo un lema curioso: “La Patria no se vende”. Y claro: no se vende porque ya la vendieron ellos. Javier Milei habló de Kicillof desde España y dijo: “Es todo lo que está mal”.
La palabra “resistencia” en sí misma muestra lo antidemocrático que es el peronismo cuando no es dueño del poder. Se resiste políticamente a una dictadura, no a un gobierno democrático.
Pero es que hay que decirlo: no solo son antidemocráticos, sino que ahora, encima, están mareados. Aplican el mismo manual de procedimientos de siempre. Todo lo que no sean ellos, afuera. Bloquearon a Alfonsín, a De la Rúa, a Macri y ahora a Milei. Pero, ¿existe hoy una sociedad más madura, que hace que las cosas hoy puedan ser diferentes?
El propio Milei desde España dice que su gobierno, y sobre todo una de sus ministras preferidas, Sandra Pettovello -Capital Humano- le está sacando la careta al peronismo.
Pablo Moyano también está mareado. Le pide a gritos a la familia peronista que deje de pelearse para afianzarse en la “resistencia” contra Milei. Hasta Máximo Kirchner está mareado con Milei y, en secreto -si lo escuchas bien- le admira su armado político.
Cristina Kirchner tampoco entiende nada. Está frente a un presidente que hace tremendo “ajustazo” y gran parte de la sociedad lo sigue apoyando. Al menos, por ahora.
En el Gobierno están convencidos de que los “Lousteau de la vida” les van a trabar el dictamen de la Ley Bases en el Senado. Martín Lousteau encabeza su propia “resistencia”. Durante una de sus participaciones en las comisiones del Senado, pareció hablarle al kirchnerismo para trabar algunos de los artículos de la Ley Bases, que se vota primero en general y luego artículo por artículo.
El Presidente viajó a España para presentar su libro, reunirse con empresarios de alto perfil y agradecerle a Santiago Abascal, el líder de Vox, el partido de ultraderecha que sintoniza con Milei. Es que Abascal fue el primer líder que le abrió las puertas de Europa, cuando no lo conocía nadie.
Igual que acá, Milei genera grieta en España. De hecho, el socialismo español lo recibió con carteles que decían “la ultraderecha no es bienvenida”. En ellos se veían las caras de Donald Trump, Georgia Meloni y Milei. Sin embargo para quienes lo quieren o quienes lo odian, Milei es como un rocktstar en España.