La denuncia por violencia de género de la ex primera dama al expresidente se sintió como un sismo en el PJ que intentaba recuperarse de la derrota electoral de 2023 y a medida que avanza la investigación de la Justicia pareciera no tener fondo las aberraciones de la última gestión kirchnerista
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El mejor editorialista de la semana fue el actor Pablo Echarri, cuando en un medio del palo -de su palo- describió la conducta del kirchnerismo frente al gobierno de Alberto Fernández. Dijo: “La veíamos venir, pero fingíamos demencia”.
Es la versión moderna de Felipe Solá, cuando reveló el secreto de su éxito y explicó que para estar ocho años en el poder “hay que hacerse el boludo”. Pero, cuando Echarri fingía demencia -es decir, mentía, como todo el conglomerado K-, lo hacía con mucha convicción.
Escuchá porque hay que fingir mucha demencia para decir esto: “No solo repudio lo aberrante que hizo Alberto, sino que aprovecho para decir toda la mierda que fue el gobierno de Alberto, con decisiones timoratas y conservadoras. Me parece que las ideas del expresidente no eran la del peronista que todos deseamos ver. Si uno piensa que el kirchnerismo pudo ser el representante de lo que era la doctrina de Perón y Evita, ya son tres elecciones en las que el kirchnerismo no puede poner un candidato propio para ganar”.
Alberto y las graves acusaciones que afronta por violencia de género hacia su expareja llegaron a The New York Times. Y el escándalo continúa: hay más y más videos y fotos. El celular de Alberto Fernández, un Iphone 15, es un yacimiento que no deja dormir a muchos.
Apareció un nuevo video de Tamara Pettinato donde se sienta en el sillón de Rivadavia y le dice al expresidente mientras conversan: “Ahora que soy presidenta te voy a mandar a matar”.
Se conoció un nuevo video de Tamara Pettinato hablándole a Alberto Fernández desde el sillón de Rivadavia https://t.co/PkCZaHsAPH pic.twitter.com/uR3BEtsIuZ
— infobae (@infobae) August 17, 2024
Si no fuera trágico, sería cómico ¿Estaría interpretando Tamara a una versión de Cristina Kirchner como Cruela de Vil? ¿Así la veía Tamara Pettinato a Cristina Kirchner con respecto a Alberto Fernández?
El que conocía a la perfección las andanzas de Alberto era el Tata Yofre, hoy en la Escuela de inteligencia de la SIDE. Conoció a Alberto en 1989. Mirá lo que decía en una nota esta semana: “Creció al lado del almirante Massera, tiene mucho que ver”. “A mí nunca me extrañó” dijo sobre las acusaciones y agregó: “Fue una vergüenza porque se ha burlado de símbolos como el sillón presidencial”.
Otro que fingía demencia es Leandro Santoro, bien del riñón del Alberto. Antes decía que el expresidente era su amigo, pero ahora, que dejó de fingir aseguró que no existía posibilidad de que tuviera alguna información sobre lo que pasaba en la Quinta de Olivos y en el círculo cercano de Fernández.
Es raro que no tuviera información. Mirá esta foto:
Esto es Puerto Madero, el departamento que le presta Pepe Albistur a Fernández. Ahí hay alguien que sabe mucho: Daniel Rodríguez, el intendente de la Quinta de Olivos. Se ve que la relación es muy estrecha entre todos.
Había mucha gente que sabía mucho y es la que está siendo citada a declarar. Claramente, María Cantero, la histórica secretaria de Alberto Fernández, sabía mucho.
Cada chat que intercambiaba con Fabiola estremece. En uno de lo último que se conoció esta semana, la ex primera dama asegura que Fernández la ahorcó y que incluso le dio una patada en la panza cuando existía la posibilidad estar embarazada.
Está más interesada en seguir con el curro de los brokers de seguros y cuidar a su marido, Héctor Martínez Sosa, que de prestarle alguna ayuda concreta a una mujer que, sin duda, estaba en peligro.
Fabiola vivió en Olivos una vía crucis. Fue aparentemente una víctima de violencia de género, pero no te confundas: eso no la convierte en heroína. Participó del peor gobierno de la democracia, que nos hundió a todos.
Este sábado entrevisté al dirigente social Luis D’Elía. Me contó que Alberto Fernández, hace unos días estuvo toda una noche escribiéndole -hostigándolo según él- para que lo atendiera y él, después de ver las fotos de Fabiola, escribió un tuit pidiéndole que se pegue un tiro.
Después lo denunciaron por instigación al suicidio. Ahora pidió que vaya preso y dijo que Cristina es la gran responsable: “Debe recibir todo el castigo que la ley argentina y la Justicia consideren, y además, debe ir a fondo en lo que vivió esa chica, que es realmente lamentable. Estando preso, me enteré de que Cristina lo designó candidato a sabiendas de quién era, y siempre digo, de manera simbólica, que agarré a patadas las paredes del pabellón porque no podía creer que Cristina hiciera algo así. Lo peor de todo es que ahora no se hace cargo y no reconoce que fue ella la causante de esto”.
Hoy cierran tantas cosas. Las confusiones de Alberto, las ojeras de Alberto, el dedito levantado de Alberto, las ausencias injustificadas de Alberto. Las pavadas que decía Alberto. Las largas “siestas” en Olivos y las gargantas profundas.