El editorial de Laura Di Marco en La trama del poder, por LN+
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Estamos ante un experimento raro, atípico en la Argentina. Pasamos de estar gobernados por la mentira, la trampa, el engaño, el escrache, el robo y la persecución contra los que piensan diferente a un presidente que muestra la realidad con total crudeza. Y a un ministro de Economía que, en lugar de la zaraza, habla con una honestidad brutal. ¿Cómo puede salir este experimento de un outsider en el poder? Nadie lo sabe.
Entre la gente, hay sentimientos encontrados: esperanza, miedo, preocupación por la disparada de los precios, sensación de reparación (hoy en plaza Lavalle y la quita de choferes, autos, ventas de aviones), incertidumbre. Todo eso junto. Pero mientras todo esto pasa, ya arrancó la temporada del “Ah, pero Milei”.
Milei lleva apenas una semana en el poder y los que dejaron una tragedia social: 150% de inflación, 20 millones de pobres, 4 millones de indigentes y 6 de 10 pibes que no comprenden la idea central de un texto, ya quieren resultados. Inmediatos Mientras estuvieron en estado vegetativo 4 años.
Un excanal oficialista, ahora opositor, salió a buscar declaraciones en contra del presidente no peronista que recién asumió. Fueron a un tren, donde viaja la gente que trabaja y se encontró con que la mayoría de los entrevistados respondían de manera favorable no solo sobre el nuevo Presidente sino con sus decisiones.
En tanto, el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, que planea la primera marcha contra Milei para el 20 de diciembre, dice que la gente está “aterrorizada” con el plan Caputo. ¿Cómo habrá medido tan rápido el humor social? ¿Tendrá una consultora, Belliboni y asociados tal vez?
Lo que no cuenta Belliboni es cómo explota a quienes lleva a sus marchas. ¿Terminará con este chantaje a los que menos tienen el protocolo antipiquete que Patricia Bullrich presentó esta semana?
Por su parte, el legislador Gabriel Solano dice que “el pueblo” está en estado de guerra. Insisto: a una semana del nuevo gobierno. Es todo raro. Solano, que sacó un 2% de los votos se autopercibe como el “pueblo”, mientras que a Milei, que sacó 14 millones de votos -y fue votado por casi el 56 por ciento de los argentinos lo ubica en el antipueblo.
La izquierda argentina es desopilante. La gente también votó vivir en paz: lo que no significa anular el derecho a la protesta, consagrado por la Constitución, sino garantizar otros derechos: circular, estudiar, trabajar, incluso tener otras ideas. Pero [Luis] D’Elía no se siente cómodo con la paz. Y está nervioso, como dirá Carolina Losada.
Otros que se despabilaron de la anestesia general que les aplicó el gobierno peronista son los gordos de la CGT, que llevan década en sus poltronas. Le preguntaría a uno de sus directivos, Héctor Daer, si el 930% de inflación que acumuló tu gobierno, el de Alberto Fernández y tu candidato Sergio Massa, al que no le hiciste un solo paro -ni uno solo- no es un brutal ajuste sobre la gente, ¿qué es?
Si este bestial deterioro del salario real, durante los cuatro años en los que estuviste momificado, no es un ajuste salvaje ¿Qué es? Daer, ¿te acordas de cuántos paros le hiciste a los gobiernos de tu palo y a los que no son de tu palo? ¿Sabés cuánto tienen de imagen negativa vos y los gordos de la CGT Daer? 80% de rechazo social.
Después están los Capitanich de la vida, que dejaron el edificio de la casa de gobierno del Chaco como quedó la Argentina.
Lo mismo pasó durante los primeros meses del gobierno de Macri: habían destruido, con una increíble crueldad, hasta el registro de los beneficiarios de planes sociales para complicarle la vida, no al nuevo presidente, sino a los que más sufren en la Argentina.
Después de exigir presencialidad del 100% en el Estado, el presidente Milei tuiteó un con la Casa Rosada desbordada de gente, incluso la Plaza de Mayo. Y nuestra colega Liliana Franco, puso un tuit donde contó que el lunes 13 de diciembre aparecieron 700 personas en Casa Rosada que jamás habían ido a trabajar.
Un dato importante: el 65 % del gasto estatal se va en salarios estatales y jubilaciones. La consultora TrespuntoZero y el Grupo de Opinión Pública hicieron una encuesta sobre el conflicto y el grado de acuerdo sobre el ajuste.
EL 63% de los encuestados está de acuerdo con el ajuste. Después la consultora pregunta a quién debería afectar el ajuste. Y la mayoría responde: “no a personas como yo” ¿Y a quiénes, entonces?
- El 93% opina que se debería recortar el gasto político.
- El 54% le apunta a los planes sociales.
- El 35,2% cree que la motosierra debería pasar por la obra pública.
- El 33,9%, por los subsidios al transporte
- Otro 30,3% le apunta a los subsidios a la luz, el gas y la luz.
- El 61,5% cree que habrá mucha conflictividad social.
Milei tiene una gran oportunidad, sobre todo por los impresentables que tiene enfrente como oposición. La pregunta es: ¿aguantará la gente el ajuste ortodoxo que plantea, sin compensar a la clase media y a la clase media baja, que no recibe ayudas?