La utilización política del caso Loan y los entre dichos en la investigación; la inseguridad en el conurbano bonaerense se cobra otra víctima; reapareció Cristina Kirchner y criticó a Milei y a Caputo
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Caranchos ¿Qué es un carancho en el diccionario del lunfardo? En la Argentina se les dice caranchos a las “personas oportunistas, usualmente aplicado a abogados y sindicalistas abusivos”. Pero por extensión, en la Argentina podemos hablar de otros caranchos: los de la política.
La dirigencia política que busca sacar tajada de la desgracia ajena. La política “caranchea” cuando intenta sacar provecho, de un modo perverso, incluso de la muerte o de la desaparición de niños inocentes, como Loan. O como Bastián.
Un mes sin Loan, la única víctima de la trama correntina, pero el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, que estuvo 11 días mudo después de la desaparición del nene, se victimizó él mismo esta semana y habló de caranchos. “Es lamentable que se quiera sacar provechos de la cuestión política”, dijo en diálogo con la prensa y agregó: “Todos queremos saber dónde está Loan”.
La sensación es que Valdés está más preocupado por sus enemigos políticos locales -a esos que llama caranchos- y por su sucesión que se juega el año que viene, que genuinamente conmovido por el destino de Loan. Se le nota mucho, gobernador.
El fondo del asunto lo tocó una vecina de 9 de julio este sábado en la pantalla de LN+ cuando declaró: “Es normal que desaparezcan menores y se los venda”. Caranchos.
Pero la pregunta del millón es: ¿A qué poderosos se quiere proteger en la trama de Loan? ¿Por qué un personaje poderosísimo como el senador Diego Pellegrini (foto), mano derecha del gobernador Valdés -su monje negro, dicen algunos-, ofrecería su auto, junto con el abogado Fernández Codazzi, para que Laudelina declarare que el niño había sido atropellado? Laudelina va a volver a declarar y dicen que se está por quebrar. ¿Va a decir la verdad?
El clan que pareciera querer encubrir el caso Loan es poderoso. Muy poderoso. Con el ahora exministro de seguridad correntino Buenaventura Duarte trabajaba la esposa de Codazzi, Guillermina Traverso. Codazzi es el abogado que le pusieron a Laudelina la noche que mintió en su declaración.
Guillermina es hija de la concejal oficialista Gloria Fornies. Fornies tiene otro hijo, Gonzalo Traverso. Todos viven en la ciudad de Esquina, a 170 km del paraje 9 de julio.
Gonzalo Traverso es socio de Codazzi. Todos ligados al poder local, como ves. Durante la pandemia, la casa de Gloria Fornies, en Esquina, se incendió misteriosamente. Inexplicablemente.
Se habló de un ajuste de cuentas. ¿A qué se dedican realmente Codazzi y Traverso? Es pregunta. ¿Y Pellegrini, que muchos ubican como un hombre de la noche correntina?
Esta semana murió otro chiquito de 10 años, Bastián Escalante, baleado en un enfrentamiento entre motochorros y un policía de civil. Fue en Wilde, Avellaneda. ¿Sabés lo que hizo el intendente, Jorge Ferraresi, ultra K? Nada. Está en Europa.
Avellaneda es la segunda zona más insegura del conurbano, solo superado por Lomas de Zamora y le sigue Morón. ¿Sabés lo que hizo el gobernador Kicillof? Nada. Directamente no habló del tema. Especuló con que zafaba porque el caso Loan iba a tapar al de Bastián. Mirá como tiene la provincia:
Borrarse, no hacerse cargo, lavarse las manos en las tragedias, provocadas por sus gestiones deplorables: otra forma de caranchear, aprendida de sus padres políticos, Néstor y Cristina.
Cristina La reina del carancheo. Este sábado reapareció con un largo tuit tratando de sacar provecho de la turbulencia del mercado financiero, con la disparada del dólar.
¿Se acuerda presidente cuando el 10 de diciembre en el acto de asunción le dije que usted tenía demasiados prejuicios y que cuando se sentara en el sillón de Rivadavia se le iban a ir uno por uno? Bueno… bienvenido a la Argentina.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) July 13, 2024
Deje de volver locos a sus seguidores… pic.twitter.com/T1vi9k5EkO
Su pupilo Sergio Massa, carancho mayor, agregó 3 millones de nuevos pobres en un año de gestión como ministro de Economía.
Alberto Fernández dejó una inflación del 25 por ciento mensual y de un 200% anual, pero la señora se da el lujo de dar clases de economía por las redes. Es como si el padre Grassi se pusiera a dictar clases sobre cómo criar a los chicos. Caranchos.