Durante el pase en LN+, la periodista habló sobre los sentimientos que le afloraron a la hora de hablar del humorista , que murió a los 97 años
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“Qué noticia triste”, fue el primer comentario de Luis Novaresio este viernes durante el pase por la pantalla de LN+, junto a Marina Calabró y Débora Plager, en referencia al fallecimiento de Carlitos Balá, que el jueves por la noche murió a los 97 años tras una descompensación, por la que fue trasladado al Sanatorio Güemes, de Capital Federal. El luto en el mundo del espectáculo y en quienes crecieron con sonrisas que provocaba el humorista se tiñe con la nostalgia. Es que, ante el dolor, también aparecen los recuerdos alegres y las anécdotas en torno a la figura de “Carlitos”.
Cuando era apenas un niño, supo que el humor era su camino. La línea 39 que recorría el barrio de Chacarita fue su primer escenario, y con el pasar del tiempo su talento pasó a la pantalla de televisión, donde cientos de personas reían con él. Por más de 60 años, fue la razón de risas de diversas generaciones, por ello los recuerdos sobre Carlitos Balá son tanto infinitos como graciosos. Su muerte genera una gran tristeza, pero su legado es sinónimo de alegría y en sus homenajes no faltan las risas.
“La sonrisa la tengo dibujada, no la puedo sacar a pesar de la emoción y se te llenan los ojos de lágrimas al recordar. No sé si es el recuerdo de Carlitos Balá o uno recuerda un momento de la vida de uno. Se despide de una etapa, de la infancia donde fue feliz”, fue el sentido comentario de Débora Plager, con el cual sus colegas coincidieron fervientemente, al no dejar de esbozar un gesto alegre a pesar del dolor que significa esta pérdida.
Tanto Débora como Luis y Marina crecieron con la figura del humorista en sus hogares. El conductor de Buen Día Nación (LN+) recordó su participación en el famoso chupetómetro, un invento de Balá en el que los niños se despedían de su chupete y ponían fin a un momento de su niñez, con alegría. “En canal 5 de Rosario había una urna y nosotros estábamos convencidos de que llegaba hasta acá (Capital Federal)”, expresó el periodista, mientras que su colega le aseguró que efectivamente todos los cargamentos eran trasladados para ser parte del programa de aquel entonces.
Por su parte, Marina Calabró hizo una mención especial hacia el humorista, a quien conoció durante su infancia, debido a que tenía un vínculo laboral con su padre, Juan Carlos, al ser ambos íconos del humor argentino. Asimismo, lamentó no tener el material audiovisual de aquellas colaboraciones. “No hay registro. Son archivos que se borraron o se reciclaron los tape o hay archivos que se quemaron en los incendios de los canales”, indicó la periodista sobre estos recuerdos, que ahora viven en la memoria de quienes fueron espectadores.
Por último, la panelista de 8:30 (LN+) destacó al humorista como una persona “lúcida y vivaz”, que era un fiel convencido de que el trabajo es un gran rescatista de una persona. “Tuvo una vida austera, que nunca tuvo grandes lujos ni excentricidades. Podía vivir bien, no tenía apremios económicos ni necesidad de laburar a los 97 años, pero lo hacía con convicción y desde el disfrute”, aseguró la periodista en este homenaje en vivo.
LA NACION