La vicepresidenta habló sobre el intento de homicidio del que fue víctima; agradeció a Dios y la Virgen por continuar con vida
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“Estoy viva por Dios y por la Virgen”, aseguró Cristina Kirchner en su primera aparición públicas tras el atentado a su vida el 1° de septiembre, cuando un hombre le gatilló un arma en la cabeza. Este jueves decidió hablar al respecto en una reunión especial en el Senado, frente a referente barriales y curas. La religión fue un eje central en su discurso, y sus palabras fueron analizadas por Luis Novaresio, Marina Calabró y Débora Plager, durante el tradicional pase de las mañanas de LN+.
“Para ser víctima tenés que tener empatía”, aseguró Débora Plager tras las palabras de Cristina Kirchner. Para ejemplificar sus dichos, la periodista recordó el fallecimiento de Néstor Kirchner -el 27 de octubre del 2010-, momento en el cual la ahora vicepresidenta recibió un gran apoyo por la pérdida que sufrió, pero la gran diferencia entre aquel suceso y el actual es que en aquel entonces “no hubo responsables”. “En cambio, a los 30 segundos que ella recibe la imagen de alguien que le apunta a su cabeza se señaló a los periodistas, la Justicia y la oposición. Es difícil ahora que se convierta en la mártir”, señaló Plager.
En la misma línea, el conductor de Buen Día Nación (LN+) retomó palabras de políticos que indican que una persona puede cambiar diversos aspectos pero no su temperamento. “Por los frutos os conocereis”, citó el evangelio Novaresio para hablar con el mismo sentido que lo hizo la exmandataria, y aseguró que “no hay que declamar el diálogo, sino sentarse a dialogar”.
Con una clara postura de pedido de un Estado laico, el periodista apuntó nuevamente contra la expresidenta por apelar a la religión al momento de su pedido de que recen por ella, relacionado al atentado contra su vida. “No hay que rezar, hay que reclamar a la doctora (María Eugenia) Capuchetti que diga quién mandó a matar a Cristina, no la Virgen María, con todo respeto a los que creen”, afirmó fervientemente el conductor.
En coincidencia con su colega, Marina Calabró definió la aparición de Cristina como una estrategia de “autosantificación”, al colocarse en otro lugar, más bien místico. Con este eje, la periodista esbozo la posibilidad de que esto sea parte de una idea de la vicepresidenta de alejarse del mandato que ejerce Alberto Fernández, ya que en reiteradas ocasiones habló de su ejercicio en el poder al dejar por fuera su actual puesto.
En coincidencia con su colega, Débora Plager afirmó que se denota la necesidad de la vicepresidenta de alejarse de este actual mandado que ejerce. Asimismo, destacó como desatinada la estrategia de hablar frente a los curas villeros, que trabajan en barrios carenciados, “mientras ella cobra mensualmente 4 millones de pesos de jubilación y judicializó poder recibir el pago de la pensión de su esposo fallecido”.
LA NACION