La jueza y viuda del fiscal opinó sobre los fallos del tribunal del caso Vialidad y destacó que se haya permitido la visualización de los alegatos de la fiscalía
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La jueza federal de San Isidro y exesposa de Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado, se pronunció sobre las amenazas que militantes kirchneristas realizaron a través de pintadas a los jueces que intervienen en las causas en las que está involucrada la vicepresidenta Cristina Kirchner. “Los condicionamientos, las intimidaciones están a la orden del día. Nosotros las hemos sufrido en 2015 con una campaña de desprestigio que hubo”, señaló.
“Las amenazas me recuerdan a los afiches con los que empapelaron la ciudad de Buenos Aires, que mostraban al padre de mis hijas, a mi ex marido, al fiscal Nisman en una foto que, con el tiempo, y nunca lo pude decir en los medios, sin duda estaba trucada, estaba compuesta. No voy a negar que él concurría a algún lugar bailable, como se habló en un momento, son cuestiones de la vida privada”, señaló Arroyo Salgado, invitada a Comunidad de Negocios, el programa conducido por José Del Rio, en LN+.
“Lo cierto es que los magistrados y funcionarios somos una persona y escindir la moral y la integridad humana del funcionario es muy difícil, con lo cual, yo soy de aquéllos que opinan que tanto en nuestra actuación funcional como en nuestra vida privada debemos ser consecuentes y actuar bajo el mismo prisma de valores del deber ser, porque debemos predicar con el ejemplo. Uno ha elegido ser un magistrado, un servidor público, esto lo hemos hablado mucho con mi equipo de trabajo cuando fue el momento de la pandemia, que a los jueces federales nos tocaba intervenir en todos los casos de incumplimiento del aislamiento y nosotros como servidores de la Justicia debíamos cumplir más que nadie con todas estas medidas tomadas por el Poder Ejecutivo Nacional”, completó la jueza.
“Hoy en día, lamentablemente, estamos concurriendo a una verdadera industria de la recusación y del apartamiento de los jueces. Hay una industria de la que forman parte también todo un aparato de abogados como Carlos Beraldi”, dijo la jueza.
La jueza federal destacó que el tribunal oral haya permitido la visualización de los alegatos de la fiscalía del juicio. “Me parece destacable que la sociedad haya podido acceder a las pruebas y a los fundamentos por los cuales un fiscal federal sostiene acusaciones tan graves en un caso como es el de Vialidad”, expresó.
Según planteó la magistrada sobre los argumentos de la defensa que acusó puntualmente al fiscal Luciani de mantener un vínculo con el juez de la causa. a raíz de la publicación de unas fotos en las que se los ve jugando al fútbol, ella sostuvo que en el Código Procesal Penal se habla de una “amistad íntima”. Y explicó: “Habla de una relación entre interesados, en los que contempla al imputado, es decir la persona sospechada de delito, el particularmente ofendido por el delito que sería la víctima y el civilmente demandado. No habla de los fiscales, porque justamente integran el Ministerio Público Fiscal de la Nación, que por mandato constitucional, son magistrados, funcionarios que representan los intereses generales de la sociedad en la persecución del delito y ejercen el control de legalidad”.
“Diego Luciani ha intervenido en una infinidad de casos ante estos jueces y no ha sido apartado por sus superiores ni nada por el estilo”, manifestó. Dicho esto, la jueza mencionó que jueces y fiscales participan además de muchos eventos académicos, seminarios, reuniones de trabajo, pero que no por eso se establecen amistades. “Es más, me atrevo a decir que personalmente no tengo amigos en la Justicia, no tengo ningún colega que responda a ese título de amistad”, dijo.
Primero, Carlos Beraldi, abogado de la vicepresidenta, había recusado al fiscal Diego Luciani y al juez Rodrigo Giménez Uriburu por jugar en un mismo equipo de fútbol y haber participado de torneos en la quinta Los Abrojos, de Mauricio Macri; después, otras defensas cuestionaron al fiscal que colabora con Luciani en el caso, Sergio Mola, por supuestos nexos con el macrismo, y finalmente, Beraldi sorprendió con una nueva recusación y pidió el apartamiento del juez Jorge Gorini por haber ido a reuniones con Patricia Bullrich cuando ella era ministra de Seguridad.
Según planteó Arroyo Salgado, en casos tan sensibles sucede que muchas veces los medios de comunicación son formadores de opinión. Puntualmente, mencionó el caso de la recusación del juez Gorini, luego de una publicación en el diario Página 12. “Los medios contribuyen a ciertos artilugios procesales a los que acuden los abogados y magistrados para sortear ciertas investigaciones y sustraerlas del juez natural”, precisó.
En tanto, sobre las acusaciones a Gorini, la magistrada opinó: “Todos los jueces y fiscales tenemos reuniones con los ministros de Seguridad, yo he tenido reuniones con Nilda Garré. con Cecilia Rodríguez, con Patricia Bullrich”.
En otro momento, sostuvo que “la Justicia está muy politizada”, y agregó: “Los cuestionamientos, las intimidaciones están a la orden del día cuando uno investiga el poder de turno”.
Por último, planteó que en la política se da mucho el “Forum shopping” que, según explicó, es poder elegir qué juez va a intervenir en un caso. Y explicó: “Muchas veces hay abogados que frente a una publicación mediática radican la denuncia en la Justicia federal de Capital. Se retiene en Comodoro Py, se planta bandera y se declaran incompetente, hasta que está de turno otro magistrado que es más conveniente por sus posturas a las necesidades del poder político de turno”.
Su historia con la Justicia
Jueza federal desde el 2006, quien a los diez años soñaba con ser abogada penalista inspirada por el personaje de la serie Petrocelli, el personaje de la novela que defendía siempre a personas inocentes, contó en diálogo con LN+: “Tuve la oportunidad de cumplir ese sueño porque fui durante mucho tiempo defensora oficial de juicio oral criminal, aunque la mayoría de las personas que me tocaban defender no eran inocentes”.
También, dijo que como hija de padres divorciados sufrió mucho la separación y que ese fue otro hito en su interés por las leyes. “Sufrí un divorcio bastante traumático acompañando a mi mamá a entrevistarse con el abogado y vi lo importante que era su trabajo para que resolviera la situación que vivíamos mi hermana y yo, que éramos menores”.
A raíz de ello, planteó: “Creo que los grandes olvidados del sistema judicial son los menores, son los más vulnerables, las víctimas de distintos tipos de delitos y de accidentes de cualquier naturaleza que son personas que no eligieron voluntariamente estar ahí y si lo están es porque el Estado ya les falló en su deber de darles seguridad y prevención y después les vuelve a fallar frente a un sistema judicial que no los escucha, no los atiende, no los entiende”.
LA NACION