El periodista de LN+ cuestionó al kirchnerismo por intentar retener la presidencia provisional de la Cámara alta, segundo escalón en la línea sucesoria presidencial
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Luis Novaresio criticó en duros términos la particular manera en la que el kirchnerismo, conducido por la vicepresidenta saliente Cristina Fernández de Kirchner, planea ofrecer una dura resistencia en el traspaso de mando a su reemplazante, la vicepresidenta electa Victoria Villarruel. “Esta semana habrá un debate muy duro sobre las nuevas autoridades del Congreso”, anticipó el periodista de LN+ durante el pase de su programa Buen día Nación con el Noticiero 8 am que conduce Marina Calabró.
Como informó LA NACIÓN, el Senado será el campo de batalla elegido por la resistencia kirchnerista. La expresidenta planea quedarse con la presidencia provisional y el control administrativo y parlamentario de la Cámara alta, al contrario de lo que la tradición democrática sugiere para recibir al nuevo gobierno del presidente Javier Milei y a su vice Villarruel.
Si bien ningún vocero lo afirma en público, la decisión del kirchnerismo de confrontar en el Congreso desde el primer minuto con la administración de Milei viene de vieja data: antes del balotaje se hablaba de no ceder el control del Senado ante una eventual derrota de Sergio Massa en la segunda vuelta, el peor escenario que hoy parece hacerse realidad. Los nombres que suenan como cara de la embestida al nuevo gobierno son Oscar Parrilli, Anabel Fernández Sagasti, Juliana Di Tullio, José Mayans y Wado de Pedro.
“Esto no es opinión sino información, esta semana va a estar muy duro el debate sobre las autoridades del Congreso. La presidencia provisional del Senado y la presidencia de la cámara de Diputados, de la primera hay que ver qué hace el peronismo”, planteó Novaresio.
En este punto, el periodista que acompaña a Calabró, Maxi Sardi, comentó: “Cristina no va a entregar ese lugar”, y Novaresio respondió con una ironía: “Una joya del respeto institucional”.
Como se prevé, el kirchnerismo del Senado planea hacer de cuenta que la aplastante derrota en el balotaje que consagró a Javier Milei como presidente no existió y pretende apoyarse en su condición de primera minoría para quedarse con todos los cargos estratégicos y asegurarse de esta manera el control de la Cámara alta.
El presidente provisional del Senado de la Nación es el funcionario de mayor jerarquía en la Cámara Alta después del titular del Senado, es decir, quien ejerce la vicepresidencia de la Nación: en este caso Cristina Kirchner hasta el 10 de diciembre y Victoria Villarruel luego de esa fecha. Después del presidente del Senado, el presidente provisional es el segundo en la línea de sucesión presidencial, por lo que es un puesto clave y estratégico.
De hecho, cuando renunció a la presidencia Fernando De la Rúa, el 20 de diciembre de 2001, y al no haber vicepresidente, ya que Carlos Chacho Álvarez había renunciado el año anterior, el senador peronista Ramón Puerta fue elegido presidente por la Asamblea Legislativa ya que ejercía el cargo de presidente provisional de la Cámara Alta. La diferencia con el presente es que el gobierno de De la Rúa había perdido las elecciones de medio término de manera estruendosa, al contrario de lo que sucede ahora.
“Siempre se supo que aunque haya minoría las presidencias de las cámaras del Congreso son del partido gobernante porque ahí está la línea de sucesión”, remarcó Novaresio. Y finalizó: “O sea que Fernández Sagasti o Wado de Pedro, que son los representantes de los perdedores en las elecciones por 12 puntos, van a hacer caso omiso a la tradición y a los votos”.
LA NACION