En el tercer trimestre de gobierno libertario, el Presidente se enfrenta ante una baja en las expectativas de los mercados y la gente; las elecciones en Venezuela de este domingo y las de Estados Unidos a fin de año podrían ser beneficiosas para el Ejecutivo
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Pasamos de la ilusión a la ansiedad. Y ahora estamos en la hora de la ansiedad. Así está el termómetro de la sociedad argentina, si medimos a los votantes y a los mercados: las dos audiencias en las que se asienta el fenómeno Javier Milei.
Estamos transitando el tercer trimestre del experimento libertario y este sábado, hablando con el consultor Lucas Romero, él lo explicaba así: “Los primeros trimestres fueron parecidos. Se observaba mucha ilusión en las dos principales audiencias con las que lidia este ciclo: los mercados y la gente. Los mercados estaban ilusionados con que este Gobierno produzca los cambios económicos que se espera que se produzcan y la gente con que este ciclo produzca los cambios deseados. Este tercer trimestre lo llamo de ansiedad”.
En ese sentido, Romero señaló: “Lo que hemos visto en los mercados, por lo menos desde fines de mayo hasta ahora, es cierta duda o inquietud. Los tres principales logros de la gestión, que eran superávit, bajar la inflación y acumular reservas, empezaron a mostrar señales de fatiga y de insustentabilidad hacia el futuro. El mercado quiere ver algo sustentable hacia adelante y lo reclama. Y en cuanto a la gente, hay varias miradas. El país de cara a futuro y su situación económica personal en un año. Esto mejoró hasta mayo, pero en los últimos meses hubo dos datos de reversión”.
Hay algunas encuestas que están midiendo la paciencia y la ansiedad. El sondeo revela que un 22,4 % está dispuesto a esperar más un año. Otro porcentaje similar de 21,8% reduce la espera a entre seis meses y un año. Y casi un 40% no está dispuesto a esperar nada. En tanto, la ansiedad de los mercados se mide en el aumento del riesgo país.
Te muestro la otra cara de la moneda. La Argentina despierta un renovado interés en el mundo gracias a la figura de Milei. Cerca de la embajada de Francia en la Argentina evalúan que la Argentina anticipa fenómenos políticos que después se expanden en América Latino.
Pasó con el populismo peronista. ¿Pasará ahora con la ideología libertaria de Milei? Hay muchos ojos mirándonos a ver cómo se desarrolla este laboratorio. Volvimos al mundo.
Milei participó de la apertura de los juegos Olímpicos y fue uno de los pocos presidentes que tuvo una reunión bilateral con Macron.
Todos sabemos que Macron ha estado mucho más cerca de Alberto Fernández que de Milei. A eso se le suma el reciente conflicto por el canto de cancha contra la selección francesa. Y mirá, sin embargo, como se encontraron Macron y Milei.
Lo que quiero mostrarte es la institucionalidad y el republicanismo, más allá de las diferencias políticas. Comparalo con la cara de asco que le puso Georgia Meloni a Macron en el G7. Meloni es una de las principales aliadas europeas de Milei.
Faltan pocas horas para un día crucial en América Latina: tal vez, para el mundo: todos los ojos están posados sobre lo que podría pasar en las elecciones venezolanas. El populismo chavista, que domina Venezuela desde hace más de dos décadas, podría ser derrotado.
Quiero mostrarte cómo todos los populismos -chavismo, castrismo, perokirchnerismo- son fenómenos parecidos, aunque difieren en su intensidad. Maduro habló de que “correrá sangre” si él no era elegido en su cierre de campaña. ¿Te acordas de lo que decía Aníbal Fernández y tantos otros peronistas y kirchneristas en la campaña del año pasado?
El populismo trabaja con el miedo y le encanta hablar de muertos y de sangre porque es una expresión violenta de la política. Muchas veces la oposición venezolana trató de enfrentar al régimen, pero no pudo. ¿Qué es lo diferente ahora? Varias cosas. Una, las encuestas, con los cuidados del caso
Los sondeos le dan una enorme diferencia a favor del candidato opositor Edmundo González Urrutia. Es el postulante de la verdadera líder de la oposición que fue proscripta, María Corina Machado. Un sondeo le da más de 20 puntos de distancia sobre Maduro. El otro, más de 40.
¿Habrá en Venezuela el mismo hartazgo que tuvo la Argentina con el kirchnerismo o triunfará el fraude? ¿Aceptará Maduro una eventual derrota? ¿Irá preso Maduro si pierde, por comandar un régimen plagado de denuncias por violaciones a los derechos humanos, abusos de todo tipo, atravesado por el narco y la corrupción? Faltan pocas horas para develar el misterio.
Si ese domingo gana la oposición a Maduro en Venezuela y en noviembre gana Trump en Estados Unidos, el escenario para la Argentina podría cambiar muy favorablemente. ¿Por qué Trump? Porque -esta vez sí- por afinidad ideológica podría habilitarle los 15 mil millones de dólares que necesita el gobierno de Milei para levantar definitivamente el cepo y calmar la ansiedad.
Te decía que los populismos son parecidos, pero difieren en su intensidad. Nosotros nunca llegamos a eso.