El reconocido cardiólogo sostuvo que “las elecciones se ganan en el mercado de la emoción y no en el mercado de la razón”
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El médico cardiólogo Daniel López Rosetti participó esta noche de Mesa Chica y explicó cómo funcionan las emociones a la hora de entrar al cuarto oscuro. “Las elecciones tienen que ver con la decisión política del ciudadano y eso depende de la emoción”, dijo.
A través de un breve relato, Rosetti contó cómo inició el estudio de las neuropolíticas. “En el 2004, en la elección del candidato demócrata John Forbes Kerry contra el candidato del Partido Republicano George Bush, se hizo una investigación en la Universidad de Atlanta donde tomaron a un grupo de personas que seguían a los republicanos y otros a los demócratas y les pusieron un resonador magnético -que determina qué parte del cerebro se activa a la hora de tomar una decisión-”, comenzó.
Según explicó el Jefe del Servicio del Estrés del Hospital Central Municipal de San Isidro, el experimento consistía en pasar discursos contradictorios de demócratas y republicanos dichos por simpatizantes de ambos partidos para romper la racionalidad y averiguar cómo actuaba cada persona.
“Midieron mientras tanto qué partes del cerebro se activaban: una era el área prefrontal, que gestiona la emoción, y la otra la dorso-lateral que gestiona la razón. Al republicano, aunque veía a su candidato diciendo algo que no le podía creer, se le inhibía la parte de la racionalidad y la emoción superaba la razón. No podía distinguir la incongruencia de lo que decía. Lo votaba igual aunque fuese irracional”, dijo.
Del mismo modo ocurría cuando el votante demócrata veía al que quería votar emitiendo un discurso confuso o contradictorio. “Le pasaba lo mismo”, agregó. No obstante, cuando era cruzado, el demócrata sí podía observar la contradicción con el republicano, y viceversa.
“Las elecciones se ganan en el mercado de la emoción y no en el mercado de la razón”, aseguró Rosetti.
Sobre el Covid y el impacto en la salud de los argentinos
El doctor Rosetti sostuvo que el temor, la duda y la incertidumbre social generan estrés psicosocial, esto se puede observar tanto en las cuestiones vinculadas con la pandemia como también en aspectos de la vida cotidiana como la inseguridad o la inestabilidad económica que pueden afectar la salud de los argentinos.
“La no previsibilidad genera una situación de alarma que activa partes del cerebro. Al cerebro le interesa una sola cosa: sobrevivir. Lo único que busca es eso, y para lo único que naturalmente está preparado es para la alarma, para la emergencia. Esta situación de incertidumbre hace que todos los cerebros se activen”, describió en otro momento.
Respecto a la situación epidemiológica que se vive hoy en la Argentina, Rosetti resaltó: “Es totalmente distinta, no tenemos pacientes internados, hay muchos vacunados. Pasamos lo peor”. No obstante, reconoció que “seguramente vendrá una tercera ola” en el país.
Y concluyó: “Lo cierto es que viene un aumento de contagio, pero con menor repercusión social y sanitaria porque tenemos muchos vacunados”.
LA NACION