Luego de varios idas y vueltas, se decidió que el partido entre Argentina y Venezuela por la eliminatoria mundialista se juegue en La Bombonera. Si bien el partido estaba pautado para 20:30, la cobertura periodística llevó varias horas de previa. Es en ese marco en el que Carla Ricciotti, cronista de LN+, se encontró al aire con Eduardo Feinmann y protagonizaron un duelo de chicanas futbolísticas que tentó a todo el estudio y duró varios minutos.
Ya en el arranque de su presentación en cámara, la cronista empezó con los comentarios. “Eduardo, buenas tardes. Originalmente se iba a jugar en un estadio que merece recibir a la selección con Messi”, sentenció ella en relación a la decisión final de mudar el encuentro del Monumental -cancha de River- a La Bombonera -cancha de Boca-. “Momentito, momentito”, la interrumpió el conductor, identificado históricamente con el xeneize. “No te estoy escuchando bien, si me permiten seguir con el relato...”, arremetió ella.
A partir de ahí, se generó un ping pong de gastadas y chicanas que terminó con risas para todos los costados. “Yo tampoco te escuché bien lo que dijiste. Igualmente, este estadio merece todo, absolutamente todo. Estás en uno de los mejores lugares de Buenos Aires”, añadió Feinmann. Con un ademán de taparse la nariz y una broma recurrente, Carla remató: “Doble barbijo”. “No te tapes la nariz... doble barbijo”, respondió Feinmann entre risas. “No, no. Digo, por el Covid. Mucha gente alrededor entonces hay que cuidarse y acá estamos. Hoy va a ser una fiesta de todos modos”, intentó resumir ella.
Sin embargo, al conductor todavía le quedaba una carta más por jugar. “Es un estadio que merece a la selección argentina... más que otro freezer”. “Esperemos que no llueva, Eduardo, eso es lo único que digo... si no, el pasto acá se complica un poco y, viste, no dejan entrar a los hinchas con paraguas”, replicó ella ante la chicana del conductor.
Un silencio se hizo en el estudio y mientras que sus compañeros se reían, Feinmann arremetió: “¿Vamos a empezar a discutir, Carla? No vamos a terminar más”. Nuevamente, un pequeño silencio con carcajadas de fondo. Ni la notera ni el conductor hablaban hasta que Feinmann, entre risas y con tono humorístico, sentenció finalmente: “Insolente”. Duelo de chicanas terminado y risas guardadas, llegó el momento de la información y el programa retomó la cobertura habitual.