Para el prestigioso especialista, la variante Delta, descubierta recientemente en el país, es un nuevo motivo para que el Gobierno apure la distribución de las dosis sobre la población; cree que “ya circula en gran cantidad”
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El prestigioso neurólogo Conrado Estol participó anoche de Mesa chica, el programa conducido por José Del Rio, en LN+ y esgrimió un panorama mundial preciso, que cuestiona el optimismo de la campaña de vacunación en la Argentina. El especialista alertó sobre los posibles avances respecto a la variante Delta, ya registrada en el país, y explicó por qué es importante acelerar urgente el número de vacunados.
Mientras el Gobierno se anima a proyectar una salida para el principio de la primavera, en septiembre, Estol no se conforma. No observa con optimismo el panorama actual de la Argentina sino, más bien, con preocupación. “Estamos aceptando algo que es inaceptable, estas 10 a 15 mil muertes por mes son prevenibles”, expuso el médico.
“En unos minutos conté que en lo que va de junio hubo 8500 muertes, con lo que se puede predecir que para fin de mes serán 17 mil, cuando termine junio en un par de semanas, la Argentina va a estar cerca de las 100 mil muertes. Estamos a seis meses de haber iniciado la vacunación, el 29 de diciembre en el Hospital Posadas”, comenzó Estol.
Según sostuvo, el país debería estar aplicando 600 mil vacunas por día. “Esto no es una curva de aprendizaje que te podés tomar un año para implementar, porque se muere gente en el camino”, dijo.
En este contexto, alertó sobre la variante Delta, proveniente de la India. Estol precisó que en los Estados Unidos se duplicó en siete a diez días el número de infectados; del mismo modo que ya se volvió predominante en el Reino Unido. “En la Argentina se comentó hace unos días que se identificaron unas personas. Si se identificó es porque hay muchos infectados”, alertó Estol.
Según explicó el neurólogo, su deducción se debe a que en el país la lectura genómica para saber de qué variante se trata se hace en muy pocos casos. “Entonces, si ya se ha visto en los pocos que se hacen es porque ya hay en gran cantidad. Es una nueva razón de por qué hay que acelerar la vacunación, para evitar la dispersión de la variante Delta, que nos puede complicar con el invierno que ya está encima nuestro”, argumentó.
Estol analizó el caso puntual de Israel, como una excepción a la regla. “Es el único país absolutamente protegido porque en un mes vacunaron el 40% de la población con dos dosis; hoy tiene el 60% vacunado con dos dosis y solo usaron Pfizer”. Hoy en Nueva York y en California se levantaron las restricciones, pero, según observó Estol, los casos en ese país dejaron de bajar. Mientras que en el Reino Unido “están aumentando las infecciones”. “Estamos hablando de lugares muy vacunados”, señaló.
El neurólogo explicó que, en cambio, en la Argentina recién se llegó a un 30%, y la mayoría cuenta con una sola dosis. “Es un 30% con tres vacunas de una eficacia muy despareja. Si bien sabemos que todas protegen contra enfermedad grave y muerte, no todas protegen igual contra infectarse y, cuando la gente se infecta, un porcentaje va a tener un disgusto y va a terminar en terapia intensiva y ese porcentaje es mucho más alto entre el que se vacuna con Sinopharm o con Sputnik, que el que se vacuna con Moderna, Johnson o Pfizer”, precisó.
LA NACION