El periodista analizó junto a Luis Novaresio la estrategia gremial del candidato libertario y ambos pusieron el foco en el presunto pacto con el sindicalista gastronómico
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La reunión de Javier Milei con Luis Barrionuevo despertó todo tipo de especulaciones que el candidato más votado en las elecciones primarias de agosto se encargó de despejar. Y es que el líder de La Libertad Avanza estuvo reunido este martes con el legendario secretario general de los hoteleros y gastronómicos, y antes lo había hecho con otro peso pesado del sindicalismo nacional, Gerardo Martínez, el titular de la poderosa UOCRA. “La reunión tuvo como objetivo conversar acerca de cómo dinamizar el sector laboral para que la Argentina vuelva a la senda del crecimiento de la mano del trabajo genuino”, confirmaron cerca del libertario.
“Al votante de Milei no le importa para nada que se haya juntado con Barrionuevo”, dijo Luis Majul durante el pase de su programa con el de Luis Novaresio por la pantalla de LN+, y citó las declaraciones de libertario, quien, durante una entrevista con Eduardo Feinmann, negó haber pactado con el líder gastronómico para fiscalizar las elecciones generales de octubre.
“Milei niega que hablaron con Barrionuevo de la presunta fiscalización. Y no es por defenderlo, pero cuando uno habla con Barrionuevo, te vende cualquier cosa; no lo sé, porque no estuve en esa reunión, pero es probable que Barrionuevo le haya vendido la fiscalización de las elecciones”, consideró Majul.
En este sentido, Novaresio recordó que Milei “acaba de negociar con uno de los sindicalistas que desde los años 70 hasta hoy maneja sin alternancia y con mano dura lo que Milei dice que es la tragedia de la Argentina, por no usar la palabra casta”, advirtió.
Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) alineada con el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner se encargaron de negar cualquier canal de diálogo con Milei, tal como publicó LA NACIÓN a principios de mes: “los gordos”, como se los conoció históricamente, dicen que esperarán a que pase el 22 de octubre para evaluar esa posibilidad. Sin embargo, tres dirigentes libertarios se atribuyeron conversaciones con la CGT con el fin de “articular gobernabilidad” en caso de que el economista llegase al poder.
“Una cosa es el acuerdo y el consenso y sentarte con quien vos tengas que tener eventualmente un conflicto de intereses, y otra cosa es el toma y daca”, alertó Majul. En este punto, intervino Débora Plager, a quien le resulta extraño la falta de críticas de Milei hacia el ministro de Economía y candidato presidencial del peronismo kirchnerista, Sergio Massa: “Como dijo Carlos Pagni, la casta lo está esperando con los brazos abiertos: la casta judicial, empresarial o política. Y además, nunca señaló a Massa por el 12.4 % de inflación en agosto”.
“Para que lo sepan sus votantes, Milei acaba de acordar con un representante sindical, y por más que diga que no, desde el propio sindicato dicen que van a poner la estructura para fiscalizar las elecciones. Para que después nadie diga nada, el que advierte… advierte”, avisó Novaresio.
Según trascendidos, Milei le habría pedido ayuda a Barrionuevo para que los gastronómicos que le faciliten fiscalizar las mesas de La Libertad Avanza el próximo 22 de octubre, brindándole la estructura que los libertarios no tienen. El candidato negó anoche esa posibilidad.
“Para gobernar, vos te tenés que sentar a discutir con todo el mundo, pero no a transar”, subrayó Majul. “Salvo con los que están al otro lado del Código Penal. Si pensás distinto y te juntás, eso se llama política”, finalizó Novaresio.
LA NACION