El diputado nacional fue recibido en el frente opositor y opinó sobre la trama detrás de esa jugada política; “Las ideas de la libertad tienen que ir en un gran portaviones donde se discuta realmente el poder”, dijo
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El diputado nacional José Luis Espert desembarcó en el frente opositor de Juntos por el Cambio y fue bien recibido días atrás por la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica Ari. Sin embargo, rápidamente generó cortocircuitos internos respecto a la falta de una estrategia unificada en el principal espacio opositor.
En este contexto, el liberal opinó sobre su estrategia política y sostuvo que no se sumó a Juntos por el Cambio sino que está confluyendo en un nuevo espacio. “Lo que hay es una negociación entre Juntos y el espacio que yo lidero que es Avanza Libertad para confluir en un nuevo frente, donde las ideas liberales estés fuertemente representadas, donde el liberalismo tenga una silla como tiene el radicalismo, el Pro, la Coalición Cívica y el peronismo de Pichetto, para después competir por un lugar en la general”, contó invitado a Comunidad de negocios, el programa conducido por José Del Rio en LN+.
Respecto al motivo de esta decisión, Espert consideró: “Creo que Juntos es el principal espacio con chances de ganar y de gobernar, por eso pienso que las ideas de la libertad tienen que ir en un gran portaviones donde se discuta realmente el poder”.
Tras la cumbre de autoridades partidarias de Juntos por el Cambio (JxC), Gerardo Morales (UCR), Maximiliano Ferraro, titular de la Coalición Cívica (CC), y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal) respaldaron la incorporación del referente de Avanza Libertad a la fuerza.
“Yo defiendo ideas de sentido común. Le sirvo políticamente a un solo colectivo que es la sociedad”, dijo en diálogo con LN+. Y expresó: “Tengo mi profundo deseo de cambiar el país. La presidencia me resulta muy atractiva, pero también me tira mucho la provincia. Son cosas que se van a jugar de manera institucional, respecto a qué papel va a jugar José Luis Espert”.
Sobre una posible dolarización
Según propuso el economista, la Argentina debe debatir las reglas y no el sistema monetario. “No hay ningún sistema monetario que aguante el desquicio que es la economía argentina”, dijo. Y argumentó: “No hay ningún sistema que aguante una economía que no compite en el mundo, con leyes laborales de hace casi 90 años, con una legislación previsional como la nuestra. Nuestros problemas monetarios son consecuencia de un sistema desquiciado de reglas de juego”.
Entonces, enfatizó: “Hay que discutir el cambio de reglas de juego y no la dolarización”. Para Espert, la Argentina debe plantear la apertura del comercio, terminar con la sustitución de importaciones y con la inflación, entre otros flagelos. “Si no cambiás el sistema, hoy tenés que dolarizar con uno a diez mil o duplicando la deuda externa en 160 mil millones de dólares”, dijo.
El autor de La Argentina deseada, como lograr el desarrollo del país que merecemos sostuvo que una mejora en el sistema económico se trata de una decisión política. En esa línea, cuestionó el rol de Alberto Fernández y pidió que “regrese al barco”. “Se requiere que el Presidente retorne al barco, del cual huyó como una rata cuando decidió bajarse de la elección, y nos dejó a los argentinos en manos de los chiflados de La Cámpora. Que se ponga el frente y que empiece a pavimentar lo que tiene que hacer el nuevo gobierno. El país es uno solo, no se termina con él. El Presidente tiene que empatizar con los argentinos”, expresó.
Contó que le propuso al Gobierno “parar con el endeudamiento para mantener un dólar ficticio”. Y planteó: “Hay que eliminar el cepo y unificar el mercado de cambio, eso debería haberse hecho y debería hacerse urgente, con el Presidente hablando por cadena nacional. Para que ese dólar libre sin cepo no flote como barrilete sin cola hay que amurarlo con dos grandes durmientes: el congelamiento total del gasto público en pesos y, fundamentalmente, emisión cero del Banco Central para financiar el déficit fiscal”.
Por último, concluyó: “El Gobierno se tiene que convertir en el Remes Lenicov de la convertibilidad. Paguen en el costo político y no se lo hagan pagar el nuevo gobierno. Sino hay gente que la va a pasar muy mal”.
LA NACION