El analista político y periodista consideró que el Presidente encontró una vía de escape con el llamado al “pacto de mayo” por el cual intentará reconfigurar su relación con los sectores que hasta ahora se peleó y no le facilitaron la aprobación de la ley ómnibus
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El periodista Jorge Fernández Díaz fue entrevistado por José Del Rio en la vuelta de Comunidad de Negocios en LN+ y explicó cuáles fueron los fallos del presidente Javier Milei que lo obligaron a “resetear” su gobierno a tan solo 70 días de haber asumido: “Estaba en un callejón sin salida”. El analista político destacó el llamado a un pacto nacional en mayo por parte del jefe de Estado en el discurso que dio inicio a las sesiones ordinarias del Congreso como un punto positivo para reconfigurar la relación con aquellos con quienes se peleó.
“Me parece que es muy interesante lo que hizo el Presidente en el discurso al describir un modelo de atraso y destrucción que no va más en la Argentina o no debería ir más”, dijo, y continuó: “Valoro mucho que esté iluminando los grandes kioscos de este Estado supuestamente presente, pero ausente”.
En ese sentido, profundizó: “Hay un plano en el que el Presidente intenta resetear su gobierno a 70 días de asumir. Reconfigurarlo. Porque lo que no funcionó es la praxis política. Mandaron un paquetazo gigante que era intragable como estaba [el DNU y la ley ómnibus], pero les respondieron que no se hace así, que por técnica parlamentaria se hacía de otra forma y por eso fracasó. También quiso establecer una especie de alianza parlamentaria y fracasó. Quiso tener a los gobernadores de Juntos por el Cambio cerca y fracaso. Nunca vi una cosa así. Quiso escarmentar al de Chubut y surgió un guapo [por Ignacio Torres]”.
De la misma forma, el periodista que está presentando su más reciente novela “Cora” insistió en que allí anida el principal conflicto de Milei: que no le gusta hacer política. “Al Presidente le aburre la política, le gusta la economía y el discurso. Lo otro le parece aburrido y sucio. Acá está el conflicto de una parte de la sociedad que votó contra la política, y la antipolítica”.
“Eso hizo mal”, recordó. Y siguió: “Cuando venía el FMI y los inversores decían que estaba todo bien, pero pedían viabilidad política. Sostener el ajuste en el tiempo, y hacer reformas haciendo política. Hay gente que cree que se pueden hacer sin política, pero estamos en una democracia: hay que negociar cosas y eso es lo que no funcionó en estos 70 días”.
En la misma línea, Fernández Díaz ponderó que ante un camino sin salida, Milei logró encontrar un escape mediante el llamado al “Pacto de Mayo” en Córdoba, fechado para el 25 de ese mes. “Pegó un giro. Lo hace con una retórica despectiva, pero de fondo está lo de ir a un acuerdo. Sino iba a acelerar contra una pared en un callejón sin salida... pero abrió una puerta. Es positivo”, valoró el columnista.
Por otro lado, José Del Rio le preguntó acerca del discurso narrativo del gobierno de Milei, centralizado en slogans como “no la ven” o “la casta”. Fernández Díaz coincidió en que una parte de la sociedad “no ve los problemas que ocasionó un Estado estatista como el de los gobiernos kirchneristas”, pero marcó un punto que le preocupa. “Hubo un partido político que colonizó la mente de los argentinos. Es verdad que hay mucha gente que no la ve”, explicó el escritor y aclaró: “Pero es un truco”.
“De igual forma que si lo critico es porque soy ‘ensobrado’, o que toda la clase política es la casta. Son todas simplificaciones”, dijo y analizó: “A mi en lo personal me preocupa el grado de populismo en sangre que tienen los libertarios. El manifiesto central de la nueva derecha Internacional, a la que adscribe el Gobierno, es una derecha con un manifiesto que dice ‘populismo de derecha’, copiándole a la izquierda los mismo recursos: un liderazgo mesiánico, el pueblo contra la casta, y con alto nivel de agresividad”.
El periodista ponderó que con eso en mente, Milei tiene semejanzas a la figura de Cristina Kirchner y que, por lo tanto, se le debe criticar y marcar cuando se sobrepase con sus dichos o acciones. “A mi me preocupa porque soy un miserable republicano que le criticó a Cristina estas políticas y no puedo poner la cara y alejarme… porque pasamos de fingir demencia, a fingir amnesia”.
“Es parte del acto, están construyendo una épica, lo hacen bien, pero cuidado con crear una nueva política de amigo-enemigo. Lo hemos criticado. Imaginemos que Cristina decía que el Congreso es un nido de ratas… un escándalo. ¿Por qué no lo hacemos ahora el escándalo? Hay quiénes vamos a seguir haciéndolo, porque le hace bien a la democracia decirle al Presidente en qué se excede, como nombrar periodistas con nombre y apellido. Hay cosas que son innecesarias”, subrayó.
Más allá de esa arista a la que se le debe prestar atención según consideró Fernández Díaz, el propio periodista resaltó que “la Argentina era un barco escorado que iba hacia el sur a naufragar y Milei lo giró al norte. Resta ver si tiene la experiencia y la muñeca para manejarlo o va a generar motines y peleas entre los tripulantes”.
Por último, evaluó que con casi tres meses de experiencia, el Poder Ejecutivo “ahora tiene un plan político que hace 70 días no tenía”. “No sé si ese es un mérito o un demérito. Es un pacto basado en realmente puntos que cambiarían la Argentina. Una reforma laboral es necesaria, pero vamos a ver en qué termina, si es un decálogo de buenas intenciones o si es posible realizarlo. Me da la impresión de que él dice ‘les tiré el cambio, pero ustedes no quisieron’, porque piensa que ya quedó en la historia con los cambios que propuso, pero es importante quedar en la historia por una realización posible de las cosas”.
LA NACION