En LN+, el periodista analizó la reacción dentro del oficialismo tras los últimos fallos de la Justicia
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Quiero arrancar con una información que hasta ahora no salió publicada en ningún diario, en ningún canal, en ninguna radio y en ninguna red social.
¿Vos recordás que el viernes pasado sobreseyeron a Mauricio Macri en la causa por supuesto espionaje a familiares de las víctimas del submarino ARA-San Juan?
Cerca de las 3 de la tarde de ese viernes, Macri tuitea: “Ganó la verdad. La verdad aún puede ganar en la argentina. No perdamos la fe”.
¿Qué pasó en ese momento? Cristina Kirchner tuvo un brutal ataque de nervios. ¿Qué llegó a decirle a su mano derecha, Oscar Parrilli? “Yo condenada y Macri sobreseído. ¿Te das cuenta que este tipo es un inepto de mierda?”.
Imaginan ustedes a quién se refería Cuando hablaba del “inepto”. Yo les recuerdo que 2019 se firmó un pacto. ¿Cómo era el pacto? Yo te hago Presidente y vos volteás mis causas judiciales.
Parece que Fernández no pudo, no quiso o no supo cómo voltear las causas de la señora. ¿Cómo es Cristina cuando está nerviosa? Raro ver a Cristina trabarse.
Eso fue después de la muerte del fiscal Nisman. Así está ahora; nerviosa; furiosa; ansiosa; desesperada. Por eso, la decisión que tomó la señora de Kirchner es concretar la embestida final contra la justicia y contra la República.
¿Cómo se traduce la violentísima carta que escribió ayer contra la Corte Suprema?
Es una advertencia; es una amenaza; es un aviso de que va a tirar toda la carne al asador para frenar su condena.
Al mejor estilo Hebe de Bonafini. ¿Te das cuenta? Cristina y Hebe son lo mismo.
La diferencia es que Cristina lo escribe en una carta con tono intelectual; con tono académica; pero es el mismo salvajismo. Es decir, el objetivo es el mismo: asaltar la Corte Suprema. Así piensa Cristina Kirchner; Así piensa la vida el populismo; el poder judicial sobra; la división de poderes es un estorbo... Todo el poder debe estar en manos del líder. El líder está más allá de todo porque es omnipresente; omnisciente; y omnipoderoso.
Todo lo ve. Todo lo sabe. Todo lo puede.
Hablando de eso...
Te voy a mostrar a dos líderes populistas que dicen exactamente lo mismo.
Lula en Brasil; y Cristina en Argentina; Lula desafiando al juez Moro. Y Cristina diciéndole “mafioso”, “pistolero” y “extorsionador” al juez Bonadío.
Son lo mismo. Cada vez que un juez investiga la corrupción, la respuesta es calcada: los manda Clarin; los manda O’Globo. Golpe blando. Golpe suave.