El conductor de +Realidad analizó la insólita reacción del Gobierno contra el reality de Telefe, en un contexto poblado de urgencias económicas y sociales
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La imagen de lo banal es Nerón tocando la lira mientras Roma ardía. La gente moría; pero el emperador de Roma seguía tocando la lira. La persona que tenía que cuidar a su pueblo estaba en otra.
Bueno... Es la misma imagen que nos genera el presidente de la Nación ocupándose de Gran Hermano mientras en Argentina 3 de cada 4 chicos no comen todos los días. De vuelta: la mitad de los jóvenes en Argentina son pobres.
Un comentario en Gran Hermano motivó que la portavoz del gobierno nacional saliera a decir: “Ser una persona decente y honesta es un valor irrenunciable, por lo que solicitamos a Telefe, a la producción de Gran Hermano y al participante que se retracten y cesen en esta actitud agraviante”.
Yo le hago una pregunta con buena fe, con buena intención:
¿Una persona decente y honesta hace una fiesta en la quinta de olivos mientras encierra a toda la población?
¿Una persona decente y honesta, pide un aplauso para Ginés González García?
¿Una persona decente y honesta suspende su agenda oficial para ir a ver a Milagro Sala?
¿Una persona decente y honesta habla maravillas del emperador de Formosa, Gildo Insfrán?
Pero más allá de si el presidente es una persona decente o no, honesta o no, acá el tema de fondo son las prioridades del Gobierno.
Este año vamos a tener la mayor inflación de las últimas 3 décadas, vamos a cerrar 2022 con más de 100% de inflación, una familia necesita $238.000 por mes para ser clase media. Pero el presidente está mirando Gran Hermano.
La pregunta que se impone es: ¿el presidente está bien?
Ayer se conoció que Argentina tiene el peor “índice iPhone” del mundo. Un argentino promedio necesita trabajar 180 días para poder comprarse un iPhone 14.
Abajo nuestro están:
- Tayikistán
- Turquía
- Kirguistán
- Ucrania
- Filipinas
- Brasil
- Albania
- Moldavia
- Vietnam
- India
- Guatemala
- Bosnia
- Bulgaria
- Uruguay
- Chile
La inmigración argentina en España alcanzó a casi 33.000 personas en 2021, el nivel más alto de los últimos 14 años. Esto sin considerar a los que ingresaron con pasaporte europeo o como turistas.
La cantidad de argentinos que emigró a España superó a la de Venezuela en un 18%. Un presidente decente y honesto debería estar ocupándose de esto y de ninguna manera en la pelotudez de Gran Hermano.