El periodista de LN+ reflexionó sobre el fallecimiento del jugador de 24 años que había agredido a un árbitro; “el contexto es violento; es droga, es marginalidad, es exclusión”, aseveró
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El simulador es una persona que finge, que miente, que actúa, que engaña, que aparenta, que imita lo que no es.
Por eso, la metáfora de Cristina pidiendo un “simulador” de presidentes al lado de Sergio Massa funciona tan bien.
Alguien debería explicarle a la vicepresidenta que ya tiene un gran simulador, justo al lado suyo.
¿Quién es el principal simulador del kirchnerismo?
Sergio Massa.
¿Quién lo dice?
El otro candidato a presidente del espacio, Juan Grabois.
¿Cuál es Massa, se pregunta Grabois?
¿El Massa menemista?
¿El Massa kirchnerista?
¿El Massa macrista?
Estos son los problemas de ser un simulador.
El simulador permanente no tiene identidad propia.
Hoy el ministro de Economía criticó a la justicia por la inseguridad.
Dice Massa que el gran problema de la inseguridad es la policía detiene y detiene y la justicia libera y libera.
Es cierto.
Ahora bien, nada dijo Sergio Massa en 2020 cuando la justicia liberó 15 presos por día en la provincia de Buenos Aires.
En total, según datos oficiales salieron 5.646 presos de las cárceles de la provincia.
El kirchnerismo mantuvo un silencio cómplice.
Es más, en ese momento jueces militantes como Raúl Zaffaroni defendieron la liberación masiva argumentando que no iban a salir violadores.
¿Qué terminó pasando?
Diario La Nación; 2 de mayo de 2020; al menos 56 violadores dejaron las cárceles bonaerenses por miedo a contagios del covid-19.
¿Dijo algo Sergio Massa en ese momento?
Absolutamente nada.
Demostrando nuevamente hoy que estamos ante un simulador, que siempre dice lo que le conviene.
Me parece que ninguno termina de entender el drama social y el quiebre del sistema de valores que ocurrió en el conurbano profundo.
Fijate lo que pasa con el caso del jugador de fútbol que se suicidó en Avellaneda después de agredir a un árbitro de una patada en la cabeza.
Acá tenés una muestra terrible de la marginalidad y del quiebre del sistema de valores;
tenés violencia por un partido de futbol;
tenés una persona pidiendo $ 300.000 -el árbitro- para arreglar y no ir a la justicia;
y tenés una familia destrozada porque este joven se suicida de un tiro en la cabeza
“en el fondo”,
“en las vías”.
¿Cuál es el trasfondo?
¿Qué es lo que no se ve?
Primero: el quiebre del diálogo como mecanismo para resolver conflictos;
el fin de lo más básico de la civilización;
el triunfo de la violencia.
Segundo: la extorsión como mecanismo para conseguir plata fácil.
Y tercero: el derrumbe de una persona que no puede soportar seguir viviendo así.
¿Qué falla?
El contexto.
¿Cuál es el contexto?
6 millones de pobres en el conurbano;
2 millones de indigentes en el conurbano;
1.500.000 personas hacinadas en el conurbano;
4 de cada 10 hogares pobres percibiendo la venta de drogas en sus barrios en el conurbano;
el contexto es violento;
el contexto es droga,
es marginalidad,
es exclusión.
Y muchas veces
eso termina
en violencia
y en delincuencia.
Por eso, lo que debe hacer Massa, además de demagogia, es explicar cómo va a frenar esta locura;
siendo que él tiene en su espacio gente que justifica la delincuencia y la inseguridad.
¿Te das cuenta?
El coqueteo permanente con la argentina delincuencial.
Ahora bien...
¿Cuál es la solución que te ofrece el mismo gobierno?
Por ejemplo:
¿Hay que bajar o no la edad de imputabilidad?
Sergio Massa te dice que sí, pero el actual ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, te dice que no.
¿Te das cuenta?
Primero el candidato Massa se tiene que poner de acuerdo con su propio espacio político;
porque hasta el propio actual ministro de seguridad piensa diametralmente opuesto a él.
Ahora bien... mientras Massa gasta tiempo y energía en hacer la campaña siguen pasando las horas y el acuerdo con el FMI no llega.