El conductor de +Realidad expuso el crudo panorama que atraviesa el Gobierno y expuso a la figura de Cristina Kirchner como un símbolo de la corrupción
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Este martes, en +Realidad, el periodista Jonatan Viale ahondó en aspectos estructurales del Gobierno nacional y señaló a Cristina Kirchner como “una vulgar delincuente”. En otro plano, ahondó en los detalles de las declaraciones del fiscal Diego Luciani y comparó varios elementos de su caso con la muerte de Alberto Nisman.
Debajo, un extracto de la columna de Jonatan Viale en +Realidad. En el video puede verse el comentario político completo.
“Vieron que el derrumbe no tiene piedad; se lleva puesto todo. Un amigo me dijo alguna vez: “Cuando cae Roma, cae todo”. ¿Qué dijo ayer el periodista Pablo Duggan sobre los alegatos del fiscal (Diego) Luciani contra Cristina Kirchner? Luciani y Nisman se parecen en algo: los dos hicieron una denuncia falsa contra Cristina. ¿Qué sugiere el periodista? Que Luciani puede terminar como Nisman”.
“A Nisman le reventaron la cabeza y lo dejaron tirado en el baño de su departamento. ¿Cuándo fue esto? Cuatro días después de denunciar a Cristina Kirchner. Lo interesante es que Pablo Duggan es el mismo periodista que decía en 2016 que Cristina Kirchner no podía no saber sobre las coimas en la obra pública”.
“Bestias de la corrupción. Animales Salvajes. Se robaron 235 veces la Capital Federal. Verdaderos insaciables, no podían parar de robar. ¿Qué dice Luciani? Había que borrar todo esto. Había que limpiar la escena del crimen. Pero son tantas las toneladas de pruebas que se volvió imposible. Por eso, en algún momento, el mismo (Lázaro) Báez, desde la cárcel, amenazó con hablar”.
“¿Sabes por qué la grieta es moral? Porque hay un porcentaje grande de la sociedad argentina que va a terminar votando igual a una corrupta, por más que la agarren con las manos en la masa. ¿Por qué? Porque solo el kirchnerismo no se espanta con la corrupción, sino que la justifica como forma de hacer política. El kirchnerismo es, en definitiva, una clepto-cracia. Y Cristina, pretendida estadista, al final de cuentas una vulgar delincuente”.