El periodista de LN+ analizó qué está dispuesto a hacer Sergio Massa con tal de llegar al balotaje en las elecciones de octubre
- 2 minutos de lectura'
Imaginate que un día un loco se levanta y quema el templo de Artemisa;
El más hermoso de todos los tiempos;
Una de las 7 maravillas de la antigüedad reducida a cenizas.
¿Por qué?
Porque el pirómano de nombre “Eróstrato” solamente quería que su nombre fuese recordado.
Moraleja: a veces, un psicópata te puede arruinar la vida solamente para figurar.
Les presento a nuestro pequeño psicópata argentino.
El incendiario Sergio Massa.
Una mala persona;
un pirómano que está dispuesto a prender fuego el país con tal de entrar al balotaje.
Costo fiscal de la reforma de ganancias que se vota justo ahora en el Senado: $ 3 billones.
Equivalente al 0.83% del PBI.
Casi un punto del PBI para entrar al balotaje.
A eso sumale... $ 180.000 millones del nuevo “IFE” para trabajadores informales que anunció ayer;
a eso sumale... $ 160.000 millones mensuales de devolución del IVA para alimentos
$ 225.000 millones del bono para jubilados;
$ 23.000 millones del bono para empleados públicos;
$ 66.000 millones extra para la tarjeta alimentar;
$ 26.000 millones extra para los planes “potenciar trabajo”.
Pregunta: ¿vos te pensás que esto es gratis?
¿Vos pensás que el gobierno tiene ahorrada esta plata?
Te equivocás;
todo este dinero se imprime;
se emite,
sin ningún tipo de respaldo generando, muy probablemente, un fogonazo hiper-inflacionario,
algo muy parecido al Rodrigazo.
¿Qué cantaba la gente?
“Atención, atención, Rodrigo y López Rega van a ir al paredón!”
¿Por qué al paredón?
Porque la inflación pegó esta curva:
- 1974: 24%
- 1975: 182%
- 1976: 444%.
Sergio Massa entiende perfectamente que la historia se puede repetir.
Hoy se lo dijo con mucha claridad el FMI.
Esta señora se llama Julie Kozack;
es la directora de comunicaciones del FMI;
Fijate las palabras que usó:
- situación difícil y compleja
- inflación muy alta
- colchones de reservas bajas
- condiciones sociales frágiles
Y al final dice que las últimas medidas de Massa “exacerban” las dificultades;
O sea, elegantemente te están avisando que Argentina va camino a la piña.
Pero Cristina juega a chicanear a la oposición en el Senado.
La sensación es que se nos ríe en la cara.