El periodista de LN+ reflexionó sobre la condena que recibió el jugador de Boca Sebastián Villa, declarado culpable por ejercer violencia de género contra su expareja
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Hace más de 20 años un expresidente dijo una frase que quedó en la historia: “estamos condenados al éxito”.
Pues bien... yo me permito una pequeña corrección a esa frase histórica de Eduardo Duhalde.
En Argentina, los condenados tienen éxito.
Este mediodía fue condenado a la peña de 2 años y un mes de prisión por amenazas y violencia de género, el jugador de Boca Sebastián Villa.
¿Qué tienen en común Sebastián Villa y la vicepresidente Cristina Kirchner?
Primero: ambos están condenados por violar la ley
La señora de Kirchner por robar dinero del estado;
y el señor Villa por violencia de género.
¿Qué más tienen en común?
La impunidad.
Cristina condenada sigue siendo vicepresidenta de la nación.
Nunca renunció.
Y hasta sigue en marcha un operativo clamor para que vuelva a ser presidenta.
Y hasta goza de una pensión vitalicia de $ 9.181.592.
Es decir, 130 jubilaciones mínimas.
Al mismo tiempo... Sebastián Villa condenado por un delito muy delicado sigue integrando hasta ahora el plantel profesional de Boca.
No hubo en todo el día ningún comunicado de la institución manifestando la expulsión del jugador del equipo.
Es más; hay un debate en el seno del club sobre si Villa debe seguir jugando o no.
Fijate lo que dijo hace un mes el presidente de Boca Jorge Amor Ameal.
Ameal quiere que Villa siga jugando.
Ameal dice que Villa es una excelente persona.
Incluso, el vicepresidente de Boca Juan Román Riquelme dijo que el club solo tenía con Villa “palabras de agradecimiento”.
¿A qué me hace acordar?
A las mismas cosas que la militancia y la dirigencia kirchnerista más fanática dice sobre Cristina.
Son situaciones realmente parecidas.
Ambos están condenados.
Y ambos podrían seguir en funciones.
¿Por qué esto es grave como mensaje político, como mensaje deportivo y como mensaje cultural?
Porque la conclusión a la que llega la sociedad es que en Argentina un delincuente no tiene castigo.
Es decir, violar la ley en Argentina es gratuito
¿Qué ejemplo aprenden los chicos?
Que robás y no pasa nada.
Que cortás la calle y no pasa nada.
Que violás y no pasa nada.
Que pegás y no pasa nada.
Es más, anoche el mismo Villa salió a la cancha con una bandera que decía “Ni una menos”.
Decime si no es el colmo de la impunidad que un jugador profesional se saque una foto con una bandera de “Ni una menos” a 12 horas de ser condenado por violencia de género
Es una parábola perfecta de la Argentina impune.
¿Cuál es el mensaje?
Si tenés plata o si tenés poder, sos impune.
Podés robar una imprenta y no pasa nada.
Podés cortar la Ricchieri y no pasa nada.
Podés tomar una comisaría y no pasa nada.
Podés robarte 1.355 propiedades y bienes y no pasa nada.
Podés evadir impuestos y no pasa nada.
Podés fajar a una mujer y no pasa nada.