En LN+, el periodista analizó las contradicciones del kirchnerismo a la hora de convocar a la oposición; “¿No es absurdo?”, se preguntó
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Hola “gorila”. Sentate a dialogar; hola “asesino”, sentate a dialogar.
Hola “odiador”, sentate a dialogar. Con el mayor de los respetos...
¿No les resulta un tanto absurdo?
Te dicen que vos sostuviste el arma que quiso asesinar a la Vicepresidenta de la Nación. Acto seguido te invitan a tomar un café. ¿no les resulta un poco esquizofrénico?
Fijate...
El otro día, Oscar Parrilli, mano derecha de Cristina Kirchner, dijo que en la oposición hay una “competencia” a ver quién es más gorila. Les dijo a Larreta y Patricia Bullrich que son dos gorilas.
¿Quieren venir a tomar un café con Cristina?
Fijate lo que dijo César Milani, exjefe del ejército de Cristina: “¿Qué están buscando los pregoneros del odio de la oposición? ¿están buscando un baño de sangre? ¿una guerra civil?”. Agrega César Milani, que está siendo juzgado por enriquecimiento ilícito: “Estas basuras están buscando que haya un enfrentamiento armado entre facciones”.
Sería algo así como: “Hola basura, ¿venís a dialogar?”. Fijate lo que llegó a decir Jorge Rachid, asesor médico del gobernador Kicillof: “Manga de gorilas, canallas, criminales”. ¿Gustan sentarse a tomar un cafecito? ¿azúcar o edulcorante?
¿Tienen ganas de dialogar o los mandamos al carajo? Este es el absurdo que estamos viviendo. Esta locura comenzó cuando el fiscal Luciani pidió 12 años de prisión para la vicepresidenta. A partir de ahí, enloquecieron.
Y ahora, comprendiendo que el clima de violencia no funcionó, porque el juicio continúa...
Dicen que es momento de generar un diálogo “fraterno”. Los mismos que ayer decían que los votantes opositores son una “raza muy hija de puta”.
¿Te das cuenta el absurdo?
¿Se sentaría con nosotros para charlar sobre los destinos de la patria?”.
Pregunta: ¿cómo se dialoga con un señor como Pablo Moyano que llegó a decir esto cuando negociaba por la recolección de basura en Quilmes? “Si tiene que haber un muerto, va a haber uno, dos o tres”.
Seguramente va a ser un diálogo muy constructivo; muy pacífico; para nada violento.
¿Cómo se dialoga con una persona como Juan Ramos Padilla que dijo esto? “Que le pongan a Luciani un psicólogo para que no se suicide”.
¿Cómo se dialoga con una persona como Juan Grabois que al mismo tiempo amenaza con “saqueos”?
Sería algo así como: “Yo te recomiendo que te sientes a dialogar porque sino puede haber saqueos”.
¿No les resulta un poco extorsivo todo esto?