El periodista y conductor participó de Hablemos de otra cosa, por LN+, y compartió su mirada sobre la reacción del oficialismo tras el resultado de las elecciones legislativas
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Es autor de una de las columnas periodísticas más esperadas los domingos por los lectores de LA NACION. Joaquín Morales Solá, presidente de la Academia Nacional de Periodismo, y una de las firmas con más experiencia y prestigio en la prensa política, abrió las puertas de su casa a Hablemos de otra cosa para analizar en profundidad los resultados electorales del domingo último, la insólita reacción del oficialismo con tantos remilgos para aceptar con todas las letras que fue derrotado en las urnas y qué puede suceder de aquí en adelante.
“La del domingo -le dijo a Pablo Sirvén en el comienzo de la entrevista- fue la peor elección del peronismo desde 1983. El peronismo perdió en 16 de 24 provincias. Hay una negación enorme de la realidad por parte del Presidente y un silencio de Cristina Kirchner que es mejor que el triunfalismo del Presidente. Hay una negación de darle a la oposición la victoria.”
El conductor de Desde el llano, por TN, confesó su perplejidad ante las transformaciones continuas de Alberto Fernández. “Conozco a Alberto Fernández desde el 2001 pero no reconozco al actual presidente en la persona que conocí como jefe de Gabinete”, reveló. “Es difícil -explicó- un diálogo cuando el Presidente dice cosas distintas en un mismo día”.
Morales Solá se preguntó cómo se puede llamar a consensuar a la oposición cuando el jefe de Estado se refiere de manera peyorativa en todo momento a uno de sus principales dirigentes. “Mauricio Macri es un líder importante dentro de Juntos por el Cambio -subrayó-, pero Alberto le tiene bronca y odio a Macri desde hace mucho tiempo. El gobierno no está en condiciones de conversar con la oposición”.
El columnista de LA NACION subrayó que “hay grietas internas muy profundas en el Gobierno. Massa, Alberto y Cristina Kirchner no piensan lo mismo, pero al final ella siempre termina imponiendo su línea. “La unidad del Frente de Todos es fundamental. Alberto se cristiniza para mantener la unidad. Es un presidente delegado de quien tiene el poder real: Cristina Kirchner”.
Respecto a la persistente negación del oficialismo en reconocer los resultados electorales del domingo, Morales Solá dijo que “el Presidente quiere cambiar con la palabra lo que pasó en los hechos”. Y agregó: “Un viejo recurso del kirchnerismo es tratar de cambiar la realidad con palabras. La gente no ve lo que el Presidente percibe. Inflación e inseguridad son dos problemas que el Gobierno no percibe. El Gobierno perdió la Patagonia y salió tercero en Santa Cruz. Cualquier político sabe leer lo que ha pasado. El Gobierno tiene solo a un tercio de la sociedad”.
El invitado de Hablemos de otra cosa aportó otro dato inquietante: “Cristina Kirchner y La Cámpora no coinciden con la lectura que hace Alberto de la elección”.
También le auguró un futuro más complejo a la vicepresidenta por culpa de la decisión popular. “Cristina -puntualizó- tiene el liderazgo de los bloques peronistas. Controlaba el Congreso, eso cambia a partir de ahora. Juez, Cornejo y Losada la van a enfrentar y ella no está acostumbrada.” Y recuerda una limitación que le impone su cargo: “Está condenada a no poder contestar las agresiones en el Senado”.
Tampoco Morales Solá fue indulgente a la hora de analizar las estrategias electorales de Juntos por el Cambio. “Hay mucha gente en Capital que no aceptó el traspaso de María Eugenia Vidal”, dijo y recordó quién ayudó a que se mantuviera un resultado digno y triunfante, aunque no tan demoledor como pretendía el larretismo. “A López Murphy tienen que hacerle un monumento”, indicó.
Más críticas a la oposición: “Hubo un exceso de moderación en la campaña de Larreta y Santilli -marcó uno de los problemas que a su juicio impidieron una diferencia aún mayor-; hay un problema de tono del mensaje. El Gobierno es muy violento verbalmente con la oposición. En el último mes casi no hubo campaña de Juntos en provincia de Buenos Aires. No escuché a los candidatos de Juntos hablar de la pornográfica jubilación de Cristina Kirchner.”
La mirada de Joaquín Morales Solá sobre el fenómeno Milei también resulta interesante. “La protesta de la Capital -advirtió- recae en el voto a Milei. Como protesta, antes se votaba a Pino Solanas, ahora votan a Milei. En el mundo, la protesta va hacia la centroderecha y no a la izquierda. La Argentina se suma a la tendencia mundial del voto protesta”.
También el analista político le encuentra una explicación a que los principales candidatos se muestren cada vez más mediáticos. “El histrionismo -indicó- es producto del rechazo de la sociedad a la política. El discurso común de la política es rechazado por la sociedad. El histrionismo es un problema profundo, impide que la política converse. El país reclama diálogo entre los políticos. La democracia es felizmente aburrida”.
Sobre la pelea con el periodismo, que volvió a encrespar Jorge Capitanich al pedir que se regulen los medios, Morales Solá sostuvo que “Cristina Kirchner cree que la oposición son los medios periodísticos. Nosotros los periodistas transmitimos lo que la sociedad ya sabe, pero el periodismo hoy tiene un sesgo más marcado. Antes se podían hacer debates más razonables. El periodismo se fue impregnando de la grieta que está en la sociedad y la política”.
Morales Solá recordó que “el peronismo es un partido de poder. Después de Perón, las grandes corrientes fueron el menemismo y el kirchnerismo, pero el peronismo no está buscando un proceso de renovación”. Y el electorado, al parecer, le está pasando la factura. “Esta fue la peor elección que hizo el peronismo en la Matanza”, subrayó al aludir al populoso distrito, que es la cantera principal de votos de ese movimiento político.
Hablemos de otra cosa se emite los viernes, a las 23, por LN+.